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Carlos Hernando Molina, presidente de Procaña. | Foto: Especial para El País

AZÚCAR

"Protección al sector azucarero debe mantenerse": presidente de Procaña

Carlos Hernando Molina, presidente de Procaña, dice que preocupa nueva rebaja de aranceles. Asamblea anual del gremio debatirá perspectivas de la agrondustria.

19 de abril de 2017 Por: Redacción de El País

La Asamblea Anual de Procaña, gremio de los productores de caña de azúcar, debatirá mañana el panorama de esa agroindustria, los precios internacionales, el cambio climático y las condiciones del mercado.

Carlos Hernando Molina, presidente de ese gremio, considera que dentro de todo ese marco, el Gobierno debe mantener la protección al sector para que no esté en desventaja frente a otros países.

¿Cuál será el eje central de la Asamblea Anual de Procaña en esta
ocasión?


Para empezar, quiero contar que tendremos como invitados al ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas, y al presidente de la Asociación Mundial de Cultivadores de Remolacha y Caña de Azúcar, Pierre Dubray. Haremos a nivel público un balance de lo que ha sido el comportamiento internacional, local y nacional de la economía, y ante todo nos enfocaremos en aspectos positivos para seguir construyendo el sector. Colombia es un ejemplo, pues a pesar de haber enfrentado 50 años de guerra y violencia, tiene sectores que han podido crecer como la agroindustria de la caña. El señor Dubray, por su parte, nos dará línea sobre cómo manejar la situación de la industria en Colombia, y ante todo cómo ve el impacto del cambio climático, un tema que desde Procaña venimos trabajando para adaptarnos a esa nueva realidad con mayores eficiencias productivas.

¿Cuál es la realidad y las perspectivas del sector para el 2017, pues la coyuntura económica y el consumo no están en su mejor momento?

Los pronósticos muestran que el 2017, y quizás el 2018, el mercado del azúcar tendrá un déficit a escala internacional. Por ello, confiamos en que haya unos comportamientos de precios relativamente estables. Sin embargo, en los primeros meses del 2016 vimos una ligera alza de los precios con una tendencia a declinar, y la única explicación es que eso obedece a efectos especulativos en el mercado. En el segundo semestre confíamos en un nuevo repunte (hoy es de 16,70 centavos por libra) de los precios externos, además porque en el mundo hay un faltante de más de 6 millones de toneladas.

¿Qué tanto ha ayudado la tasa de cambio a los cañicultores?

Con esos mayores ingresos han tenido la oportunidad de aliviar su carga de pasivos, tras venir de cuatro años muy complicados.
Desde el gremio estamos invitando a los productores para que aprovechen y hagan las inversiones del caso para enfrentar futuras épocas de crisis, y que la Tasa Representativa del Mercado, no sea la que tenemos hoy. Y dentro de todo ello, cabe resaltar que la agroindustria está ahora más preparada porque ha innovado bastante en sus procesos productivos, el uso racional del agua y de residuos agrícolas para la generación de energía. Eso demuestra que el azúcar como tal ha perdido algo de peso dentro del negocio integral de la agroindustria.

Eso explicaría el por qué algunos cañicultores están diversificando su negocio con la siembra de piña, uva y otras frutas...

Pasamos cuatro años muy críticos (del 2012 al 2015) que dejaron una lección que debemos aprender. Pero eso no es desplazar necesariamente el cultivo de la caña, sino integrarlo a otras siembras e incluso con producción forestal y cultivos de pan coger. La caña se puede sembrar al lado de cultivos de ciclo corto como el fríjol o la soya que aportan mucho nitrógeno. Eso no es competencia sino una integración con la actividad principal.

¿Qué tan amenazado está el sector con la rebaja de aranceles y las importaciones de etanol?

El cultivo de la caña, desde el punto de vista biológico, nunca estará amenazado. Lo de los aranceles es un tema que nos preocupa porque el azúcar es un ‘commoditie’ de la más alta volatilidad en los mercados. Y es superprotegida por parte de los países desarrollados. Por eso hoy tenemos la claridad de que Colombia no es de los países que más protege al sector azucarero. El Gobierno debería hacerlo porque estamos en una condición de desventaja por esa alta protección de las naciones desarrolladas.

La Ocde y el BID han hecho estudios para saber cuál es el nivel de protección del azúcar en países como Colombia, usando el parámetro del PIB (Producto Interno Bruto), cuando debería ser el PIB agrícola y no el de toda la economía nacional. Eso es un error y una desventaja para un país como el nuestro y así lo demostró un estudio del exministro (hoy codirector del Emisor), José Antonio Ocampo. Son cosas que deben revisarse porque hacen mucho daño, y sobre todo por informaciones sesgadas y malintencionadas.

La situación de la agroindustria de la caña no es como la pintan en cuanto a protección y de que pocas familias son dueñas del sector. Aquí hay 2750 productores y hay más de 700 de ellos con menos de 10 hectáreas.

¿Deberían seguir las rebajas arancelarias para no exponer al sector a una competencia desleal?

El Gobierno nos está dejando en alta fragilidad; hoy no la estamos sintiendo por una coyuntura de precio internacional buena y un dólar alto. Pero si con las producciones de hoy nos regresamos tres años atrás, el negocio no sería sostenible ahora.

No queremos una protección per sé, pero a todos los sectores hay que ponerlos en un escenario en el que estén preparados para competir.
Lo que le corresponde al Gobierno es hacer una lectura a escala internacional y no desproteger la producción nacional en unas condiciones donde el mundo está protegido. Creo que eso no debería llegar a ocurrir.

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