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Prepárese: se avecina otra reforma tributaria en Colombia

El Congreso ha aprobado 13 en 20 años, aunque el recaudo fiscal se duplicó entre 2006 y 2016.

8 de enero de 2017 Por: Alfredo García Sierra | Reportero El País

El Congreso ha aprobado 13 en 20 años, aunque el recaudo fiscal se duplicó entre 2006 y 2016.

Aunque el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, afirmó en forma tajante que la reforma tributaria que empezó a regir desde el 1 de enero (Ley 1819), “será para los próximos cuatro años”,  analistas y economistas no lo creen así. En  otras palabras, se piensa que  hacia finales del 2018, cuando asuma el nuevo gobierno —que reemplazará a la administración Santos— volverá a hablarse del tema, y las cábalas apuntan a que habrá otra en el año 2019 por las inversiones millonarias que demandará el posconflicto con las Farc. Lea también: Los seis puntos clave de la reforma tributaria aprobada en el Congreso. Para algunos la última reforma (Ley 1819) se justifica  porque el déficit fiscal causado por el desplome de los precios del petróleo —que dejó en 2016 un hueco de $25 billones— no será fácil de tapar pronto. Sin embargo, otros tienen una visión diferente. El gasto público, sostiene el presidente de Fenalco, Guillermo Botero, “saltó en siete años de $70 billones a $140 billones, y de esta manera no se puede seguir gastando a esa velocidad”, así haya mayor recaudo de impuestos. Por ello, Colombia es desde hace dos décadas el ‘campeón’ de las reformas tributarias en América Latina.  Por cuenta del  abismo que existe de forma recurrente entre los ingresos y los gastos del Estado, durante los últimos 20 años el Gobierno se volvió adicto a las alzas de impuestos, como única alternativa para financiar su funcionamiento.  Sólo entre 1990 y el 2017 el Congreso de la República ha dado paso a trece reformas, varias de ellas en los gobiernos de Álvaro Uribe y Juan Manuel Santos. Es decir, que la ‘reformitis’ no ha parado. Según el reconocido tributarista caleño, Luis Hernando Franco, “las últimas reformas han sido salvajes y desastrosas, no solo para las empresas, sino para los asalariados”. Recalca que la sola alza del IVA del 16% al 19% “es el peor golpe para la gente en plena desaceleración de la economía, y eso de que  Colombia  perdería la calificación internacional a su deuda sino aprobaba la última reforma, fue una gran mentira”. Ingresos no alcanzan Para los expertos es inexplicable que mientras entre 2006 y el 2016 los ingresos por impuestos se duplicaron, tales recursos aún sean insuficientes. El recaudo pasó de $52,8 billones a $118,9 billones en ese lapso, y pese a que la suma parece abultada, la meta del Gobierno para el 2017 es obtener al menos $130 billones en tributos. Al respecto Julio César Leal, gerente de la firma Leal Consulting, recalca que “ninguna de las reformas ha sido estructural, ya que el principal requisito para que así sea es que se rebajen  impuestos, tal como lo plantean las normas internacionales, y en esta última  eso no ocurrió”. Lo contrario pasó, subrayó, con  el alza del IVA en tres puntos porcentuales, la creación de un impuesto verde a los combustibles y un tributo a los dividendos. Y de paso, se puso en marcha un monotributo que cobijará a más de 300.000 tenderos y dueños de pequeños negocios. “La baja de la tasa de renta del 40% al 33% es poca, pues lo que se hizo fue un reparto de las cargas impositivas”, anota Leal.Tal ha sido la cultura de las reformas tributarias que “hoy se están aprobando por el Congreso de la República una cada dos años, que no han sido estructurales ni de largo plazo”, apunta por su parte Alejandro Reyes, jefe de estudios económicos de la firma  Serfinco. Para tapar ‘huecos’ El tributarista Luis Hernando Franco pone de presente que las reformas tributarias han sido fiscalistas, es decir, “solo para aumentar el recaudo de impuestos”. De allí que, por ejemplo, el recaudo por el impuesto del IVA haya pasado de $14,1 billones en 2006 a $29,7 billones a noviembre del 2016. Lo peor anotan Leal y Reyes, es que “los gobiernos se han inventado impuestos que al principio fueron temporales, pero que finalmente pasaron a ser permanentes, como en el caso del 4x 1000 que seguirá por varios años más”. A ese tributo se añaden otros como el Cree y a la riqueza que en la nueva reforma se eliminaron pero fueron sustituidos por otros como el que castiga a los dividendos que ganan los accionistas de las empresas.Quizás, señala por su parte Reyes, es que la reforma del 2012 trajo algún alivio al mercado del trabajo y a los empresarios al eliminarse los parafiscales, pero todo eso volvió a cambiar. El exdirector de la Dian, Horacio Ayala, opina que el objetivo fundamental de la última reforma fue reajustar el IVA, un tributo que deja mucho dinero al Estado.  Con las recientes medidas (incluyendo el ajuste del 16% al 19%), se pretende elevar el recaudo en unos $2,5 billones más por ese concepto.Así las cosas, Colombia tendrá más reformas tributarias antes de que finalice la presente década, ya que tapar el hueco fiscal de $25 billones, tardará  de tres a cuatro años, todo con el soporte del bolsillo de las personas y las empresas. Evasión, fenómeno sin resolver  Pese a las campañas intensivas de la Dian para combatir la evasión de impuestos como el IVA y de renta, esa práctica está lejos de ser derrotada. Hoy, por cada $100 de IVA los colombianos evaden $25 y en renta la cifra es similar.“A la larga lo más importante no es lo tributario, ya que aunque las tarifas impositivas son lo suficientemente altas, la informalidad es la que trae elevados índices de evasión y elusión”, sostiene Alejandro Reyes de la firma Serfinco.Precisamente como una forma de enfrentar ese fenómeno, la Dian proyecta recaudar unos $5 billones adicionales en esa lucha.Aún así la cifra se queda corta, ya que el ex director de la Dian, Juan Ricardo Ortega, habla de una evasión de impuestos que puede llegar hoy a los $65 billones.La esperanza está en enviar a la cárcel a quienes evadan impuestos a partir de $5000 millones, cifra que no convence, pues la idea es que se monto hubiera sido menor.

 

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