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“Paros le cuestan mucho al bolsillo de las familias”: ministro de Hacienda

El ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, dice que el Gobierno sí le ha cumplido al agro y ahora buscará fortalecer la industria. Reitera que no hay más dinero para ayudas. Aún con protestas el Gobierno le apuesta a un PIB del 4,5 %.

21 de julio de 2013 Por: Alfredo García Sierra, reportero de El País

El ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, dice que el Gobierno sí le ha cumplido al agro y ahora buscará fortalecer la industria. Reitera que no hay más dinero para ayudas. Aún con protestas el Gobierno le apuesta a un PIB del 4,5 %.

La recuperación de la economía colombiana podría sufrir otro golpe con los nuevos paros anunciados en el sector agrícola.Precisamente, frente a la crispación social de los últimos días con las protestas mineras y las que ventilan los cafeteros para el 19 de agosto, el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, señala que el diálogo y no las vías de hecho son la solución a este descontento social. Pese a ello, el funcionario sostiene que el Gobierno seguirá luchando por alcanzar una meta del 4,5 % en el Producto Interno Bruto, PIB, en el 2013. Los paros del primer trimestre le costaron a la economía $900.000 millones y se prevén más daños con las nuevas protestas anunciadas. ¿Qué tan complicado es este escenario?Naturalmente para la buena marcha de la economía es deseable que en el país no se presenten paros. Los paros son costosos porque afectan no solo la actividad empresarial y comercial, sino que alteran la calidad de vida de las personas, ya que implican limitaciones de acceso a la atención en salud, a los centros educativos y a los alimentos. Son traumatismos que generan altos costos económicos, y por eso hay que evitarlos. Se requiere, ante todo, que la protesta social no degenere en vías de hecho, como bloqueo de vías, sino que debe convertirse en el camino del diálogo. El Gobierno siempre ha tenido abiertas las puertas para el diálogo. Entre enero y marzo el PIB creció a un modesto 2,8 % y todo apunta a que la cifra del segundo trimestre tampoco será buena... La economía del país está en una franca mejoría. Eso por supuesto que beneficia a todos y cada uno de los colombianos. Significa más empleo y mejores ingresos. Por eso la opinión pública rechaza las vías de hecho, y nuestra función en el gobierno es asegurar que eso no ocurra, y que cualquier divergencia con los manifestantes se resuelva por la vía del diálogo. El mensaje es sencillo: diálogo sí, vías de hecho, no. ¿Por qué si se anunciaron ayudas a los cafeteros por $900.000 millones durante el primer paro, ellos aseguran que el Gobierno les quedó mal?La inmensa mayoría de los caficultores, y en todos los escenarios en los que hemos estado, en Nariño, el Cauca, Antioquia, Caldas y en el mismo departamento del Quindío, rechazan la idea de otro paro. Por el contrario, agradecen los esfuerzos que ha hecho el Gobierno. Quienes hablan de paro son una minoría.¿La chequera del Gobierno si da para atender este tipo de presiones? El Gobierno ha cumplido todos sus compromisos, y ya puso sobre la mesa los recursos para que estén a disposición de las entidades que los van a ejecutar. Esos dineros serán para cumplir con la atención de los sectores que están en condiciones más difíciles, como los cafeteros, los paperos, los cacaoteros y los arroceros. Esos dineros están apropiados en el Presupuesto General de la Nación. Lo que viene ahora es un trabajo de gerencia, de ejecución y no de conseguir más recursos. Queremos que esas ayudas lleguen a quienes los necesitan y causen un impacto contundente. Más plata no hay, pero si la disposición de que los dineros se utilicen bien.Grupos de mineros ya entraron en paro, y para los próximos días se anuncia otro en la multinacional Drummond. ¿Cuál podría ser la afectación en las regalías del carbón?No son dineros con los cuales se resuelvan las problemáticas relacionadas con la protesta y la conflictividad social. Toda movilización que implique frenar la actividad minera reduce la producción que es la fuente principal de las regalías. Son las propias comunidades las que más se verán afectadas. Las regalías son recursos de los que no dispone el Gobierno. Son dineros de los departamentos y los municipios. De hecho tenemos 2300 proyectos en ejecución en 1080 municipios con plata de las regalías. Con todo el conflicto social que viene ocurriendo, ¿no es muy optimista pensar en una meta de crecimiento económico del 4,5 % para este año?Seguimos y seguiremos trabajando con esa meta. La información que tenemos es que la economía va hacia una recuperación franca y sostenida. ¿La imagen colombiana podría deteriorarse frente a los inversionistas con la crispación de los últimos días?Uno de los grandes activos que tenemos en la economía es la estabilidad, la confianza y la seguridad jurídica. Todos estos hechos y actos que implican bloqueos y afectan a la población civil, tienen un impacto negativo sobre la economía y sobre las condiciones para la inversión. Creemos que para los colombianos lo mejor es estimular un diálogo democrático y participativo, pero sin incurrir en las vías de hecho, las cuales al final causan daño y le cuestan mucho al bolsillo de las familias.Usted planteó que Colombia debe frenar la firma de Tratados de Libre Comercio, TLC?, ¿Será que nos indigestamos de acuerdos y descuidamos a la industria manufacturera?La idea es terminar una fase o un ciclo que implicó abrir nuestros mercados para tener a la vez un mayor número de consumidores de los productos colombianos. Hay que pasar a otra etapa en la que nos concentraríamos en fortalecer aquellas industrias y sectores con los cuales vamos a aprovechar esos mercados que hemos conquistado. Tenemos que mirar hacia adentro para preguntarnos cómo está la industria y cómo está el agro para cambiar de paradigma y entrar en una nueva fase con el fin de identificar sectores de alto potencial.¿No es eso una reflexión sobre la errática política industrial teniendo en cuenta que en el caso de Cali dos firmas multinacionales como Michelin y Bayer cerraron sus puertas?En el sector industrial es natural que desaparezcan unas empresas y se produzca la creación de otras. Esta ha sido una constante en el mundo empresarial de hoy. De manera, que podemos estar tranquilos, pues lo que importa es que el valor agregado del sector crezca y tenga un buen desempeño. Toda nuestra preocupación en este momento está centrada en que la industria y la agricultura tengan mayores tasas de crecimiento en una economía más balanceada. Por esto hacemos énfasis en los programas del Plan de Impulso a la Productividad y el Empleo, Pipe.Si es así, ¿por qué los millonarios recursos anunciados en el Pipe aún no se han visto?La ley fue sancionada la semana pasada. Y para los próximos días se ha previsto la expedición del decreto que asignará los presupuestos a los diferentes ministerios, y con ello podrán empezar su ejecución. Ahí estarán disponibles $3 billones de los cuales más un billón de pesos serán recursos adicionales para inversión.¿Por qué el Gobierno no acepta que el país ya sufre de enfermedad holandesa, pues eso se ha patentizado con el retroceso de la industria?No estoy preocupado por la enfermedad holandesa porque no hay un 'boom' o bonanza minero-energética en el país. Ese sector no está creciendo a tasas desproporcionadamente altas. La enfermedad holandesa se configura cuando hay un sector de la economía que va a toda velocidad y deja rezagados a los demás. No estamos viendo eso en este momento en el sector minero-energético en Colombia. Usted previó que el dólar superaría los $1900, tanto que algunos analistas lo bautizaron como “dólar Cárdenas”, pero esa tasa de cambio duró apenas un mes. ¿Fallaron los cálculos?La tasa de cambio ha estado cerca al final de esta semana de los $1.880, de manera que estamos suficientemente próximos a los $1.900 nuevamente, y de alguna forma tranquilos. No estamos particularmente preocupados ni creemos que vamos a regresar a cotizaciones de $1.800 o menos en este momento. ¿Es factible aplicar la receta de aumentar más las compras de dólares para sostener la divisa?El Banco de la República tiene un cupo de US$2.500 millones para comprar dólares de aquí al 30 de septiembre. Y de esa suma ha comprado US$750 millones, es decir, que le queda mucha munición para utilizar porque tiene suficiente espacio para adquirir reservas. Veo difícil que volvamos a las tasas de cambio que teníamos a comienzos del 2013. Por eso estimo que el dólar tenderá a situarse en el nivel de los $1.900, lo cual forma parte de la nueva realidad cambiaria. Esa tasa es el nuevo escenario dado lo que está pasando en el plano internacional.Para evitar el regreso de una revaluación más fuerte ¿es factible el control a los capitales 'golondrina' y la apertura de cuentas en dólares?Creemos que el manejo de la tasa de cambio es el adecuado. No requerimos de más intervenciones por vías distintas a las que hemos aplicado. Como tampoco de controles adicionales o de medidas que restrinjan los movimientos de capitales. Creo que hemos un salto importante a la tasa de cambio y en ese frente estamos tranquilos.

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