"No hay evidencia económica de que haya existido un acuerdo": Emilio Archila
Archila, abogado de Carvajal Educación, dice que el proceso investigativo ha sido desigual porque solo se han tenido en cuenta unos testimonios.
Archila, abogado de Carvajal Educación, dice que el proceso investigativo ha sido desigual porque solo se han tenido en cuenta unos testimonios.
En un mes aproximadamente la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) emitirá su fallo sobre el presunto cartel de los cuadernos que vincula a tres empresas del país (Kimberly, Scribe y Carvajal Educación). El informe motivado que salió a la luz pública hace unos meses, muestra testimonios de delatores que hablan de reuniones entre las empresas para hacer acuerdos de ventas y mercadeo, que habrían perjudicado a los consumidores colombianos. Sin embargo, el abogado de la compañía Carvajal Educación, Emilio Archila, asegura que no hay evidencia probatoria ni económica que indique la existencia de un cartel y, además, dice que el proceso investigativo ha sido desigual porque solo se han tenido en cuenta unos testimonios, mientras que se desconocen los presentados por la empresa. En entrevista con El País, el abogado asegura que Carvajal Educación no ha hecho parte de ningún cartel. Usted ha dicho que esta investigación no ha sido justa, ¿por qué? Este es un proceso en el que la Superintendencia recibió unas declaraciones de unas personas y compañías que entraron en el programa de delación. Esos testimonios iniciales daban algunas indicaciones de que podría haber habido unos acuerdos y por eso se abrió la investigación hace año y medio. Durante este tiempo lo que nosotros hemos hecho es aportar un número muy plural y poderoso de evidencias que demuestran el vicio de los delatores y, en particular, uno de una señora que es la testigo principal, y que es un testimonio que carece de credibilidad. ¿Por qué piensa eso? Esta persona pretende decir que el supuesto acuerdo duró 13 años, cuando ella estuvo en los hechos en los últimos 3 años. Es una mujer que nunca se pone de acuerdo en su testimonio, ni siquiera en el número de reuniones a las que asiste. Ella se define como de memoria fotográfica y llega al punto en que describe como venía vestida la gente de Carvajal y da detalles de este tipo, pero cuando se le pregunta, quién de Carvajal habló, no se acuerda. Ella dice que había intercambio de listas de precios y a la pregunta de cómo operaron los intercambios, también dice que no se acuerda si fue en ese momento o las mandaron después o por fax. Cuando la SIC sacó el informe motivado solo usó las preguntas que la misma entidad le hizo a esta señora y nosotros la entrevistamos unas 9 horas y la entidad no valoró ni una sola de esas preguntas. La evidencia que tiene la Superintendencia es una evidencia muy mala. La SIC dice que el testimonio de la señora está corroborado de manera generosa, en pruebas documentales y cuando uno las mira, estas son los apuntes que ella misma dice que tomó y el reporte que le pasó a su propio jefe. No son pruebas documentales originadas de ningún funcionario de Carvajal Educación. Pero se habla de que hay correos y otras pruebas... Existen un par de correos que podrían tener una difícil interpretación, no voy a negar eso, pero de ahí a que se puedan usar tres correos, que son todos en un mismo periodo de tiempo, y todos al respecto de esta misma señora, para concluir que hubo 7 acuerdos que duraron 13 años, no hay ninguna posibilidad. La SIC dice que el acuerdo duró 13 años cuando hay un periodo de tiempo de 9 casi 10 años donde no tiene registrada ni una sola reunión. Ellos llegan a esa conclusión porque la misma delatora dice que cuando llegó a una reunión, le pareció que los que estaban presentes se saludaban con mucha familiaridad y con esto la Superintendencia concluye que es cierto que habían sucedido reuniones en los últimos 10 años de forma continua. ¿Usted considera que no hay pruebas de que haya existido un cartel? La Superintendencia pretende acusar a una empresa como Carvajal, de que estuvo en acuerdos durante 13 años, cuando no tiene una sola prueba de ninguna materialización de esos supuestos acuerdos. No tiene un solo almacén que haya dicho que le vendieron a los mismos precios, no tiene ninguna lista de precios que les hayan entregado que fueran iguales, ninguna cadena que les haya dicho que dejaron de presentarles ofertas, no tiene ninguna evidencia de que se haya dejado de vender en consignación o reducido promotores. No tiene nada de nada. Ahora, la Superintendencia dice que los acuerdos son ilegales cuando tienen por objeto y no importan si se materializan. Con un mínimo de análisis uno concluye que una empresa como esta, que está dentro de las 100 más importantes del país, no va a estar, durante 13 años, en acuerdos que nunca se cumplieron y nunca se materializaron, eso es inverosímil. Usted también habla de que no hay evidencia en el mercado de que existió un acuerdo ¿por qué? Entregamos dos estudios económicos hechos por reputados economistas donde muestran, que durante los últimos años, el mercado de cuadernos se comportó de manera como se comportan los mercados cuando hay competencia. Se demostró que los precios de los cuadernos, en términos reales, han bajado durante estos 13 años. Se demostró que los cuadernos se venden en Colombia mucho más baratos, en términos de dólares, que en los países vecinos. También demostró que la participación de mercado de las empresas, que supuestamente estaban en el cartel, bajaron en lugar de subir. Carvajal Educación pasó de una participación de 82,1 % en el 2001 a 50,7 % en el 2014 y además han entrado nuevos competidores al mercado. En varios periodos el volumen de importaciones ha superado el volumen de ventas de Carvajal. Esta evidencia hace absurdo pensar que había un cartel, uno no va a estar 13 años en un cartel para perder plata. Todo esto se acompañó de 20 testimonios, los cuales primero refutaron la versión de la delatora y segundo mostraron que internamente en Carvajal nunca hubo esas instrucciones y de todo lo que hicimos durante año y medio para defendernos, no hay nada en el fallo, ni siquiera lo analizaron. ¿Por qué cree que habría parcialidad en este caso? No sabría decirle, lo que si tengo certeza es que el Superintendente Robledo debe tener la capacidad para entender que este caso no quedó como han quedado otros, donde tienen evidencias fuertes y, por lo tanto, debe hacer un análisis de fondo de la información y sobre todo deben ser escuchadas las observaciones de la defensa. ¿Qué viene ahora si son sancionados? Hay temores de que el caso se resuelva sin aplicar la presunción de inocencia, que es algo tan importante para un Estado de Derecho. Si, además, se genera una multa, pues sería una terriblemente injusta en el sentido de que en el expediente no está probado que haya sucedido nada y están causándonos unos daños muy grandes porque la gente le cree a la Superintendencia. Además, ya hay una demanda, una acción de grupo fundada en lo que hay dicho la SIC por una cuantía muy grande. ¿Cómo ha afectado esta situación a Carvajal? No tengo información en el tema de ventas, pero el hecho de que se le acuse de hacer parte de un cartel, eso representa una afectación para su imagen. Carvajal es una empresa que ha cuidado a sus consumidores y clientes mucho, sea ha forjado un buen nombre y la reputación de que hace las cosas bien y verse expuesta a esa acusación es un impacto muy grande. Sobre el caso En el presunto cartel de los cuadernos se investiga a Carvajal Educación y las extranjeras Kimberly y Scribe. Estas dos últimas se acogieron al programa de beneficios por colaboración, por que lo que podrían ser exoneradas de multas. Carvajal Educación no aceptó los cargos. A estas empresas se les acusa de hacer acuerdos para: no entregar cuadernos en consignación, no entregar obsequios al consumidor final, reducir el número de promotores en punto de venta, no comprar espacios adicionales en cadenas, entre otros. Según estudioscontratados por Carvajal entre los años 2001 y 2014 los precios de los cuadernos subieron en términos reales 0,06 %El estudio también indica que la mayor parte del volumen de ventas de cuadernos corresponde a productos cuyo precio promedio al canal no supera los $1200.