"Los agricultores deben empezar a hablar en dólares": Francisco Lourido

Francisco Lourido, presidente de la SAG, dice que el futuro del agro está en las exportaciones del sector.

El desplazamiento del sector agrícola colombiano no ha sido solo por hechos de violencia, sino también por circunstancias económicas, pues en muchos momentos el campo no ha tenido el respaldo de los gobiernos.Por esta razón, dice Francisco Lourido, presidente de la Sociedad de Agricultores y Ganaderos del Valle, SAG, se requiere más apoyo del Estado y que todas esas ayudas y millones que se anuncian, de verdad lleguen a los cultivadores.El directivo de la SAG, entidad que esta semana conmemora 90 años de operaciones, dice que el futuro del agro del Valle está en el sector frutícola, pensado para exportar.Ya se han conocido apartes del documento de Misión Rural que diagnostica el campo colombiano ¿Qué piensa de los resultados?Hemos conocido unas versiones en las que se habla claramente de que el agro es el sector del posconflicto y que existe una deuda del Gobierno Nacional con los cultivadores, en el sentido de que es el sector que más ha sufrido con el conflicto.Lo que esperamos es que no solo sea un diagnóstico más, ojalá la Misión Rural sea un detonante que convierta las recomendaciones en políticas para lograr que el nivel de pobreza de nuestros campesinos cambie, y la forma de hacerlo es sin duda que hagamos la inversión requerida.¿Los agricultores del Valle están recibiendo los créditos y todo este apoyo de millones que ha venido anunciando el Gobierno Nacional? Se habla de mucha plata, desafortunadamente no es así. En muchos casos nos quedamos en la retórica, en que vamos a tener ayudas, pero hasta ahí se llega. Creo que es el momento de que logremos que el sector agropecuario no se le haga más ofrecimientos, sino que construyan las estrategias para tener una producción más rentable.El desplazamiento del sector agrícola no ha sido solo por hechos de violencia también ha sido por condiciones económicas, porque en ciertos momentos no se ha tenido el apoyo del Gobierno, en especial cuando los precios de los productos no son los justos. Cuando eso pasa los agricultores quedan ‘engrampados’, debiéndole al banco y a todo el mundo y es una situación muy grave que genera inestabilidad.¿Se requieren estímulos de los gobiernos locales y nacional?Lo que necesitamos es que se deje de tanta habladera y comiencen a dar las indicaciones pertinentes para que las ayudas lleguen, que el Banco Agrario sea más activo, que las ayudas que se anuncian se vean reflejadas en políticas y la voluntad de hacer crecer el sector. El PIB agrícola del Valle creció 2,3 % en el 2013, ¿cómo analiza esa cifra?Es muy baja, deberíamos crecer mucho más. Si bien queremos ver una tasa de desempleo de un solo dígito, necesitamos que el agro crezca a un ritmo de dos dígitos, estamos muy atrás y tenemos que esforzarnos mucho para lograr eso.Sin embargo, el sector agropecuario vallecaucano ha dado muestras de reactivación, lo que hemos visto en el norte del Valle con la recuperación de la producción frutícola es bien importante.Este es otro tema del que se ha hablado mucho y los resultados aún no saltan a la vista ¿qué pasa con el plan frutícola del Valle?Estamos de acuerdo, hay que dejar la habladera y comenzar la sembradera. Tenemos que hacer lo posible para que el Valle del Cauca sea la despensa agrícola del mundo y para eso los agricultores debemos dejar de hablar en pesos y comenzar a hablar en dólares, tenemos que ver cómo en el imaginario de los cultivadores y de los empresarios ‘sembramos’ esa transformación y pensamos en el mercado externo.Si bien los precios del mercado internacional en muchos casos no son los mejores, hay una ventaja grande y es que estos son estables y con la productividad adecuada, el mercado externo puede ser muy rentable.¿Pero hay avances...?Si, por ejemplo, la empresa Fructificar ya compró un predio en Zarzal de 482 hectáreas, de las cuales el 50% se dedicará a la siembra de la piña para exportar y el reto de limón tahití. También vemos como Grajales se recupera y esos son ejemplos de que se están haciendo cosas.Fructificar, que empieza a sembrar en enero próximo, es una empresa que aspira a ser una gran comercializadora, pero cómo vamos a comercializar una fruta que no tenemos, entonces arrancamos sembrando.Además el objetivo es exportar y tener una planta transformadora, pero para eso necesitamos sembrar unas 1000 hectáreas con piña.¿La producción de frutas ha crecido en el Valle?Sí ha crecido, pero debe crecer mucho más, lo que nosotros producimos es insignificante para atender el mercado mundial. El interés nuestro es que no uno o dos empresas se dediquen a cultivar frutas, sino que lo hagan muchos pequeños productores.Creo que lo podemos lograr, pero hay que tener constancia. Una hectárea de frutas puede producir cinco o diez veces más en utilidad para el agricultor, además en piña por cada hectárea se genera un empleo directo y en fresa, diez.Esto no es un cuento, en el municipio de La Unión el índice de desempleo no supera el 6 % por la fuerte actividad frutícola, las frutas son trabajo y mano de obra, aquí no se puede sustituir a la gente por máquinas. Pero para impulsar esto, se requiere que los gobiernos seccionales también den estímulos. SAG, 90 añosCon el fin de celebrar los 90 años, la  SAG  realizará el foro: “Agua y agricultura, la unión productiva” , el cual se llevará a cabo los días 22, 23 y 24 de octubre en el Centro de Eventos Valle del Pacífico.El evento se enfocará en las soluciones para el uso racional del agua, situación de los embalses y tributarios del río Cauca. También se hablará sobre la situación de los acueductos rurales y habrá un seminario dedicado al tema de los cítricos. Durante este evento se presentará oficialmente la Asociación Colombiana de Cultivadores de Piña “Asocolpiña”, impulsada desde la región, con el objetivo de fomentar la siembra del producto y trabajar en la capacitación y especialización de los agricultores de la región.