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La eurocrisis hace tambalear el gobierno de Berlusconi

Italia pasó este lunes a ser epicentro de la crisis económica y política de la Eurozona y su primer ministro Silvio Berlusconi quedó a las puertas de una inminente dimisión ante el endeudamiento excesivo de su Gobierno que pone en peligro la estabilidad del euro.

8 de noviembre de 2011 Por: Agencia EFE

Italia pasó este lunes a ser epicentro de la crisis económica y política de la Eurozona y su primer ministro Silvio Berlusconi quedó a las puertas de una inminente dimisión ante el endeudamiento excesivo de su Gobierno que pone en peligro la estabilidad del euro.

Llegada la hora de pagar décadas de ‘dolce vita’, el precio para salir de la crisis derivada del endeudamiento descontrolado es mayor de lo que se esperaba. Y el tenaz primer ministro que ha sobrevivido a numerosos escándalos sexuales y juicios por corrupción durante tres gobiernos desde 1994, está perdiendo las riendas del poder y no parece tener la coalición necesaria en el Parlamento para llevar adelante las reformas exigidas por la CE.En la reciente cumbre del G-20, Berlusconi pidió al Fondo Monetario Internacional, FMI, supervisar las reformas en Italia, una actitud humillante para la séptima economía más grande del mundo.Por ello muchos creen que, después de la salida ayer del primer ministro griego, Yorgos Papandréu, el gobierno de Italia es el próximo en caer en medio de una crisis que ya hace tambalear los gobiernos de Irlanda, Portugal y España, donde en dos semanas habrá elecciones anticipadas. Y que tiene a Grecia en busca de un gobierno de unidad hasta que realice sus elecciones anticipadas.“La era de Berlusconi se acerca a su fin”, proclamó hace una semana Ferruccio de Bortoli, editor del diario Corriere della Sera. “Se arriesga a arrastrar a su partido, que debería empujarlo a renunciar, y, sobre todo, al país entero”.Los conflictos del gobierno reflejan el creciente malestar en torno a la incertidumbre financiera que agobia al país. El gran temor es que si Italia, que tiene una deuda de 1,9 billones de euros (US$2,62 billones) entra en mora, arrastre en su desgracia a la eurozona, si no al mundo entero. La CE remitió a Italia un cuestionario para que aclare las reformas económicas a las que se comprometió en Bruselas con sus socios europeos.Sin embargo, Berlusconi desmintió ayer que vaya a renunciar y negó que esté atado a su cargo. “No estamos pegados a la cadrega (silla en lombardo) y estoy convencido de que mañana tendremos la mayoría (del Parlamento) para hacer las reformas que Europa nos pide y que sirven para relanzar la economía”, dijo por teléfono en un acto político en Monza, refiriéndose a las exigencias de la CE.Hoy el Ejecutivo italiano afronta una importantísima cita en la Cámara de los Diputados, donde se votan las cuentas del Estado de 2010 y en la que Berlusconi habría perdido la mayoría absoluta tras el abandono de algunos parlamentarios de su grupo. Ese voto será decisivo para los próximos pasos del mandatario, mientras la opción de su dimisión circuló ayer hasta en medios de comunicación afines a él. Varios diputados del mismo partido de Berlusconi, el Pueblo de la Libertad, PDL, le han exigido que renuncie y ceda el paso a un Gobierno que pueda ampliar su apoyo mayoritario en el Parlamento, posibilidad descartó el ministro de Desarrollo Económico, Paolo Romani, en Monza.Está previsto que una vez que se conozca el resultado de la votación a las cuentas del Estado de 2010 en la Cámara de los Diputados, el Gobierno lleve al Senado la “maxienmienda” a los presupuestos de 2012 aprobada el pasado miércoles en Consejo de Ministros con las primeras reformas exigidas por Bruselas.La “maxienmienda”, cuyo contenido aún se desconoce, tiene que llegar primero a la Comisión de Cuentas de la Cámara Alta para que después pueda ser votada junto a los presupuestos de 2012 en el pleno y pasar así para su aprobación definitiva en la Cámara de los Diputados.La oposición casi en bloque mantuvo la víspera una reunión en Roma para cerciorarse de los apoyos de los que dispone para aprobar una posible moción de censura en el Parlamento contra el Gobierno de Berlusconi, aprovechando el descontento de algunos de diputados del PDL.

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