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La educación y el reto de la invisibilidad

Es fundamental contar con un sistema educativo de instituciones públicas y privadas que tengan programas académicos con adecuado balance entre el conocer, el hacer y el ser.

28 de julio de 2014 Por: Enrique Ramirez R., director Maestrías de la Facultad de Ciencias Administrativas y Económicas de la Universidad Icesi

Es fundamental contar con un sistema educativo de instituciones públicas y privadas que tengan programas académicos con adecuado balance entre el conocer, el hacer y el ser.

La creciente interconexión de países, organizaciones e individuos ofrece mayores oportunidades para realizar alianzas, desarrollar mercados y establecer redes. Las posibilidades que se han identificado de tener sectores de clase mundial en áreas como la tercerización de procesos de negocios, las empresas de software y tecnologías de la información, la industria editorial y de la comunicación gráfica y las industrias de entretenimiento son muy prometedoras para el Valle del Cauca en términos de empleo y bienestar. Esta mayor interconexión también genera una mayor vulnerabilidad y trae los riesgos de una mayor competencia. En el mercado laboral, la competencia por los puestos de trabajo no se dará solamente a nivel regional sino también internacional. Los profesionales competirán con egresados de la China, de México o de la India, que gracias a la tecnología, podrán ofrecer remotamente su talento humano a organizaciones basadas en el Valle del Cauca. Igualmente, las organizaciones que hoy están produciendo en el Valle, tendrán mayores posibilidades para producir sus bienes o servicios desde locaciones diferentes, con lo cual, los trabajos podrían migrar a otro lugar. Para que el recurso humano pueda aprovechar las oportunidades y se pueda proteger frente a los riesgos de esta mayor interconexión, es fundamental contar con un sistema educativo de instituciones públicas y privadas que tengan programas académicos con adecuado balance entre el conocer (teorías y hechos), el hacer (habilidades y competencias) y el ser (valores y actitudes). Igualmente, el fácil y progresivo acceso que se tiene a información de todo tipo, requiere que los estudiantes sean formados en el desarrollo de criterios de búsqueda, el juicio crítico y tengan una actitud de aprendizaje continuo. Decir que tener una educación de calidad es uno de los grandes retos que tiene el Valle del Cauca para alcanzar prosperidad y una adecuada inserción internacional, es una afirmación que se escucha tan recurrentemente, que se ha vuelto un lugar común en discusiones a todo nivel. La pregunta entonces es, si hay tanto acuerdo alrededor de esta afirmación, por qué no hay una gran movilización de recursos y voluntades que reflejen esta intención. Parte de la respuesta es que los resultados de las estrategias y acciones que se implementen en educación solo se pueden ver en el mediano plazo (10 años aproximadamente.), con lo cual, existe poco incentivo para los políticos de hacer inversiones responsables. Por tener un impacto diferido en el tiempo, las grandes decisiones que se toman en materia educativa, resultan “invisibles” en el corto plazo para los electores, medios de comunicación y sociedad en general. Esta “invisibilidad” también hace que la sociedad no reaccione con prontitud ante las malas decisiones que se toman en educación y generalmente cuando hay cambios de gobierno y se rompe la continuidad de lo que se había establecido. Para afrontar este reto de la invisibilidad, es necesario diseñar una estrategia educativa para el Valle del Cauca que por medio de símbolos y movilizaciones en medios como las redes sociales, construya un imaginario colectivo de largo plazo que ponga los impactos de las acciones que se hacen en pro de una mejor educación en la lupa de todos.

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