El pais
SUSCRÍBETE

"Hay que salvar más empresas en dificultades": Superintendente de Sociedades

Luis Guillermo Vélez pide reformar la Ley 1116 o de insolvencia (promulgada hace cuatro años por el Gobierno Nacional) debido a las trabas que ofrece y para facilitar el salvamento empresarial y del empleo en Colombia.

7 de octubre de 2010 Por: Alfredo García Sierra | Redacción de El País

Luis Guillermo Vélez pide reformar la Ley 1116 o de insolvencia (promulgada hace cuatro años por el Gobierno Nacional) debido a las trabas que ofrece y para facilitar el salvamento empresarial y del empleo en Colombia.

Hace cuatro años el Gobierno promulgó la Ley 1116 o de insolvencia para facilitar el salvamento empresarial y del empleo en Colombia —tal como ocurrió con la Ley 550— pero las nuevas disposiciones son tan complicadas de cumplir, que muchas compañías están muriendo casi en la propia puerta de las entidades del Gobierno.Esa realidad la reconoce el superintendente de Sociedades, Luis Guillermo Vélez Cabrera, al señalar que una reforma de esa ley, podría ser el verdadero salvavidas de empresas hoy en dificultades económicas. ¿Por qué la llamada ley de insolvencia no ha tenido los resultados para salvar empresas en Colombia, como si sucedió con la Ley 550?La Ley 1116 está bien hecha. Ha funcionado para algunas cosas. De hecho todo lo adelantado con el Grupo Nule se ha podido ejecutar gracias a las herramientas legales que brindan esas disposiciones. Sin embargo, hemos detectado que la ley tiene algunos problemas, esencialmente en lo relativo a reorganización empresarial, no con liquidaciones. Es relativamente complicado acceder a la ley. Entrar al proceso de insolvencia es muy difícil, porque hay una serie de talanqueras que se le ponen al empresario que está en problemas. En otras palabras para ser cobijado por la protección legal que ofrece ese trámite. ¿Entonces, digamos que ha sido un fracaso?Si uno se fija durante los ocho años de vigencia de la Ley 550 se tramitaron 1.300 procesos y en los cuatro años de la Ley 1116 sólo van 170. Obviamente, que las circunstancias del país son muy diferentes ahora frente a las del año 2.000. Pero hay sectores que están tremendamente afectados por la revaluación –como el de los exportadores— aunque en general la economía marcha bien. Esos sectores en la actual coyuntura podrían ser los que más fácilmente deberían acceder a un proceso de reorganización empresarial rápido y efectivo. Y además, que lleve a la solución de sus problemas, ya sea mediante la reestructuración de la sociedad mediante acuerdos con los acreedores y una viabilidad de la misma hacia el futuro. O hacia una liquidación. ¿Cuáles son esas barreras que no permiten evitar la quiebra de empresas, y qué hacer para derribarlas? Vamos a impulsar una reforma a la Ley 1116 para levantar esas talanqueras y que las nuevas disposiciones sean atractivas para el empresario que está problemas. En otras palabras, para que tenga una instancia adecuada y un trámite fácil ante la Superintendencia de Sociedades. Esos obstáculos son esencialmente la exigencia de que el empresario debe estar al día con el pago de obligaciones tributarias y laborales. Y casi por definición una empresa que enfrenta dificultades está en mora con ese tipo de compromisos. En países donde hay una gran cultura de pago de impuestos como Estados Unidos o Europa, no se requiere estar al día con esos compromisos para entrar a un proceso de reorganización. No veo porque en Colombia seamos más papistas que el Papa en estos temas. Por esas exigencias es que las empresas no entran a la ley se insolvencia, y de hecho están muriendo en la puerta de la Superintendencia. ¿Teniendo en cuenta lo que está pasando, es factible adoptar el modelo de quiebras de Estados Unidos o el llamado Capítulo 11, que es más ágil?El proceso nuestro es muy parecido al de bancarrotas en Estados Unidos. Lo que pasa es que en el Congreso de la República se le introdujeron a la Ley 1116 del 2006 unas modificaciones que son una especie de llaves a la entrada que evitan que las empresas puedan acceder de manera más expedita al proceso de reorganización. Es decir, que tenemos una ley que en teoría es muy buena, pero en la práctica no lo es porque no se puede entrar. La idea es abrir esas puertas para que con una reforma a la ley se puedan salvar más empresas.Además, no tiene porque haber un estigma alrededor de eso. Aquí lo importante es no solo rescatar a las empresas, sino el empleo de muchos colombianos. El caso más reciente de aplicación del Capítulo 11 en Estados Unidos es el de Blockbuster, y recordemos que bajo ese proceso estuvo Avianca, y se salvó, y ahora es una de las aerolíneas más importantes de América Latina. También estuvieron Texaco, United Airlines, General Motors, Chrysler y Continental. Allá esos procesos no tuvieron ni tienen un estigma asociado a un proceso de reorganización empresarial, y tampoco lo debería haber en Colombia. ¿Cuáles serían las bases de esa reforma que usted plantea?Que no sea condición para entrar a la ley estar al día con obligaciones tributarias y laborales. Y segundo, buscamos ante todo que el empresario y sus acreedores lleguen a la conclusión de si es viable o no salvar la compañía, y qué se requiere para llegar a ello. Si se logra una solución lo importante es salvar los puestos de trabajo, y si por el contrario la empresa no es viable, lo mejor es que se liquide rápido y que los factores de producción se liberen para dar paso al inicio de nuevas empresas.¿Fuera de la reforma a la ley de insolvencia, qué reto se ha propuesto al frente de la Supersociedades?A la Supersociedades le han dado en los últimos 15 años una serie de funciones jurisdiccionales muy amplias. Es el caso de la aplicación y desarrollo de las leyes 550, 1116, 443 y la llamada ley de SAS. La estructura de la entidad no se ha adaptado a estas nuevas funciones, y por ello vamos a revisar esas tareas para adelantar una reestructuración creando una nueva delegatura de procesos societarios, y dejaremos la de procesos mercantiles como una oficina de concursos o de insolvencia. ¿Cuál es su percepción sobre el clima empresarial y de negocios en el Valle?Creo que el Valle del Cauca pasa por un buen momento. La crisis del milenio le dio muy duro a la región, más que a otras en Colombia, pero ya son claros los indicios de recuperación de una manera sólida. Hay un buen clima empresarial, y particularmente Cali demuestra que tiene un nuevo empuje, y ha retomado su gloria que estuvo marchitada en el pasado. Eso se refleja en las cifras. Un ejemplo de ello, es que hay más empresas en liquidación en Antioquia (282) que en el Valle (214).¿Ya expiró todo el tema relacionado con el escándalo de las pirámides, o qué sigue?Eso ya murió. Creemos que es un tema superado, aunque hay una que otra por liquidar. Ese es un tema del pasado. Esperamos que la gente en Colombia haya aprendido la lección, porque no hay dinero fácil. Cuando un captador le dice a usted que le va a dar el 100% de retorno de su plata en seis meses, eso es falso. Eso no es posible, allí hay un fraude involucrado. Fue un episodio muy amargo para el país, que esperamos no se vuelva a repetir.

AHORA EN Economía