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“Hay empresas que se apartan de sus obligaciones”: Presidente de la BVC

Juan Pablo Córdoba dice que es injusta la forma como se cobran impuestos en el país.

6 de enero de 2015 Por: Colprensa

Juan Pablo Córdoba dice que es injusta la forma como se cobran impuestos en el país.

Volatilidad, incertidumbre, alerta y dolor de cabeza por la reforma tributaria son algunos de los elementos que agitan las aguas turbulentas por las que comienza el año la Bolsa de Valores de Colombia (BVC). La acción estrella del mercado, Ecopetrol, cayó 43,8% en 2014; su par Pacific Rubiales bajó 55,4 %, pero la más castigada del sector fue la de Canacol con una reducción de 61,3%. El principal termómetro de la BVC, el Índice de Capitalización de la Bolsa de Colombia (Colcap), cerró el año con números en rojo: 5,8 %.Frente a lo que viene el presidente de la entidad, Juan Pablo Córdoba Garcés, dice que los desafíos del 2015 son los nuevos impuestos y la consolidación del Mercado Integrado Latinoamericano, Mila.¿Qué repercusiones tiene para el mercado el ingreso de México al Mila donde ya están Colombia, Perú y Chile? Como nos habíamos propuesto, para 2014 estaba prevista la incorporación de México al Mila. Había varios retos desde las aprobaciones y la expedición de la normatividad y eso se logró en el curso del año. El otro reto era poner a punto las plataformas de los cuatro mercados y eso se logró a principios de diciembre. Es muy satisfactorio que lográramos esa meta, con esto el Mila se convierte en el mercado más grande por capitalización bursátil en América Latina, incluso mucho más que Brasil por los movimientos y precios de los últimos meses.Con la caída del Colcap, hay muchos que dicen que se perdió el año en la BVC... Fue un año complejo, porque desde el punto de vista de los mercados hubo una tremenda volatilidad. En enero los mercados sufrieron unas pérdidas bien significativas, luego hubo una recuperación muy fuerte en agosto y a partir de septiembre con las perspectivas de un menor crecimiento económico a nivel global y la caída del precio del petróleo se generó también un escenario de pérdidas nuevamente. Lo importante es que en los últimos días estamos viendo recuperación.El comportamiento de las acciones son un reflejo de la desaceleración de la economía. ¿Usted cree que el Colcap está diciendo algo sobre el futuro económico? Sin duda los índices accionarios son un termómetro de lo que pasa en la actividad económica. En la coyuntura puntual de Colombia en estos meses desafortunadamente hemos estado más afectados por el precio del petróleo que por los indicadores de la actividad económica. Las empresas petroleras que son importantes en el índice han tenido caídas del 40% que obviamente eso ha tenido un impacto significativo. Si uno corrigiera el índice eliminando el efecto de las petroleras tendríamos un crecimiento positivo. ¿Cuál es la expectativa de nuevos emisores de acciones este año? Nosotros mantenemos nuestra meta de cinco emisiones, ya sea nuevos, o existentes que amplían la participación en el mercado. Esperamos que la podamos lograr. ¿Quedó contento con la reforma tributaria? Digamos que el tema no es si Juan Pablo Córdoba está contento o no. Yo lo que he planteado siempre es que el impuesto al patrimonio, a la riqueza, para combatir la pobreza, o como lo quieran llamar gravando patrimonio de las empresas es una tremenda equivocación. El que no queda contento es el país porque son las empresas las que generan empleo, inversión, actividad económica y es muy desafortunado que el Gobierno continúe con una versión un poco demagógica de llamar a las empresas “ricas” y cobrarles impuestos a las empresas, que en un entorno global tienen que salir a competir. La tristeza no es para mí sino para el país. Nadie ha dicho que las empresas no deban pagar impuestos, de hecho las que se constituyen formalmente y que están haciendo la tarea bien, ya están con una carga tributaria altísima, porque Colombia no es competitiva por el lado de los impuestos.¿Y entonces?...El problema del sistema tributario es que hay muchas empresas que se apartan de cumplir con todas su obligaciones del lado formal y que la gestión de la Dian en incorporar nuevos contribuyentes escapa la red del recaudo y hace que sea injusta la forma como se están cobrando los impuestos en Colombia porque a unos les cobra muchísimo y a una gran mayoría de empresas y personas no se les cobra. La discusión importante es esa y el sistema tributario debe dar un paso adelante y sincerarnos porque las empresas tienen que competir a nivel global y tener una carga tributaria razonable que se los permita. Tanto la legislación como la administración tributaria tienen que avanzar para que no sean unos pocos los que pagan, sino que todos los colombianos contribuyamos al desarrollo del país. ¿Cómo se puede materializar en la próxima reforma tributaria lo que usted pide? Lo bueno de este debate es que quedó esa conciencia que cargar la mano a los mismos no aguanta más, y que las empresas formales que han venido soportando gran parte del recaudo realmente están ahogadas y no pueden competir en un entorno de esa naturaleza. El país tiene que dar ese debate. El Congreso y la opinión quedaron con plena conciencia de esa necesidad y lo importante es que se haga la tarea con mucho juicio este año.¿Por qué otro gravamen se podría reemplazar el impuesto a los dividendos? Ese no es un tema de dogmatismo. Desde 1986 Colombia había tenido un esquema tributario muy razonable a la renta de las empresas. Una carga tributaria del 33% donde se consolida la tributación del accionista y de la empresa, con lo cual todos los impuestos se pagaban en la empresa y lo que se le distribuía a los accionistas no se gravaba; tengo que decir que ese era un esquema bastante bueno. Puede haber impuesto al dividendo, ese no es el problema. Lo importante es mirar la tributación global que se le está haciendo a las empresas. Si estamos hablando hoy de una tributación de renta del 25% y la posibilidad de tener un impuesto al dividendo del 8 % para llevar la tarifa al 33 % es una propuesta que se puede tener. Lo que no puede pasar es que a partir del 2018 vamos a tener 25 % de renta, el 18 % del Cree y adicionalmente poner el impuesto al dividendo que nos puede estar llevando al 50% ó 53% de las utilidades de las empresas. Eso no es sostenible.

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