Reformas que son inaplazables, un déficit fiscal que acosa a las finanzas públicas, una informalidad laboral —que aunque ha bajado— sigue en niveles altos, una industria que no despega, más un comercio internacional con nubarrones, forman parte del panorama económico que deberá enfrentar el próximo Presidente de los colombianos.
De allí la frase del presidente de la Asociación Nacional de Instituciones Financieras, Anif, Sergio Clavijo, acerca de que el futuro gobernante “deberá pedalear muy duro” para tapar el ‘hueco fiscal’.
El dirigente se refirió así al énfasis que deberá darle al manejo del gasto público, ya que el país apenas se está recuperando del descuadre de $25 billones en las finanzas públicas que produjo el desplome de los precios del petróleo. Por ello el déficit fiscal es hoy el 2,5 % del PIB.
Y aunque el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, sostiene que “lo peor ya pasó”, — al referirse a la desaceleración del Producto Interno Bruto, PIB, en 2017— lo cierto es que quien ocupará la Casa de Nariño a partir del 7 de agosto, tendrá el nada fácil desafío de regresar a crecimientos económicos de entre 4 % y 5 %.
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Al respecto, el gerente del Banco de la República, Juan José Echavarría, sostiene que “la economía está despegando”, al comentar sobre los resultados del PIB del primer trimestre, el cual llegó al 2,2 %. “Es una cifra positiva, pero todavía es baja, aunque vamos en la dirección correcta”, señala.
Sin embargo, allí seguirán jugando un papel clave los recursos petroleros por cuenta del alza de los precios (hacia US$80 por barril) para financiar los programas sociales en el posconflicto, las obras de cuarta generación 4G en infraestructura, los planes educativos y de seguridad y salud, prometidos por todos los candidatos presidenciales para el periodo 2018-2022.
Frente a esos desafíos el economista del Bbva Colombia, Alejandro Reyes, tiene otra lectura. Considera que “el próximo gobernante deberá cambiar el chip y enfocar el crecimiento por la vía de la competitividad y la productividad para vincularnos más a la economía global y digital”.
Y dentro de esa estrategia, anota, “es fundamental reducir la informalidad en el que está el 60 % de la población económicamente activa y en un porcentaje igual muchas empresas”. Lo ideal es que la tasa de desocupación siga retrocediendo. Hoy, está en 10 %.
En eso coincide Julio César Alonso, director del Centro de Economía y Finanzas de la Universidad Icesi, quien señala que “sin un cambio en el frente de la competitividad, no podremos generar tasas de crecimiento sostenibles que le permitan a la economía colombiana generar los recursos necesarios para suplir las necesidades básicas insatisfechas de la población”.
En esa misma tónica, el presidente de la Cámara de Comercio de Cali, Esteban Piedrahíta, opina que “el mayor reto del próximo gobierno en materia económica es contribuir a generar las condiciones para que Colombia vuelva a crecer en torno al 4 % o más por año, como lo hizo durante la bonanza petrolera, para acelerar el ritmo de reducción de la pobreza y aumento en los ingresos de los hogares”.
Recalca que “en esta oportunidad, no habrá tal bonanza, y, por ende, el reto es buscar unos mejores niveles de productividad”.
Responsabilidad ante todo
El economista Reyes insiste en que la responsabilidad fiscal será fundamental en adelante “pues no se pueden prometer obras ni grandes programas con el dinero que no hay”.
Bajo ese esquema califica como irresponsable la idea de rebajar el impuesto sobre la renta a las empresas y el IVA en momentos en que la Nación está en el filo del manejo fiscal. “Si uno baja los ingresos y hay gastos por todos los lados, dónde está la responsabilidad fiscal”, pregunta el analista.
Frente a eso Alonso también estima que “un reto de mediano plazo es ajustar el gasto al nivel de los ingresos tributarios. Es inminente que los gastos de funcionamiento no dependan de los ingresos por la exportaciones minero-energéticas. Esto implicará tanto recortar gastos como ajustar la estructura tributaria”.
Vía a las reformas
En Colombia apenas millón y medio de personas gozan de una pensión. De allí que se haya propuesto una reforma para permitir que más personas se puedan jubilar. El tema de aumentar las edades es la gran incógnita.
Alonso y Reyes consideran que (el pensional) “es quizás el principal problema que acosa en la actualidad las finanzas estatales”.
Otra reforma tributaria es considerada como inminente, en especial para mejorar el recaudo de impuestos que representa menos del 15 % del Producto Interno Bruto. Y de paso ‘tapar’ el hueco por la caída de los ingresos petroleros.
Allí la factura electrónica tendrá especial protagonismo, en especial para reducir la evasión del IVA a la mitad, destaca María Pierina González, directora de Gestión de Fiscalización de la Dian. Hoy, esa evasión es del 20%.
Otro desafío es fortalecer el consumo de los hogares con menores tasas de interés en los créditos.
El gerente del Banco de la República admite que “los consumidores no arrancan, lo que crece es el consumo gubernamental, pero no es tan bueno en el largo plazo”.
Así las cosas, todo dependerá de la confianza que inspire a las familias el nuevo ocupante de la Casa de Nariño.
El desafío de exportar más
Colombia tiene la misión de diversificar más su actual canasta exportadora para fortalecer su comercio apoyado por los tratados comerciales que tiene firmados.
En ese sentido, el presidente de la Asociación Nacional de Comercio Exterior, Analdex, Javier Diaz, indica que “esperamos tener este año un crecimiento exportador importante. La idea es estar por encima de los US$45.000 millones”.
La actual tasa de cambio es un elemento que puede jugar a favor de las empresas exportadoras. En otras palabras que se aproveche el alza del dólar, aunque la incertidumbre y la volatilidad cambiaria es pan de cada día en Colombia.
Pero ese desempeño deberá ir de la mano de una recuperación de la industria manufacturera, que el año pasado presentó cifras negativas de crecimiento.
Pero, en marzo del presente año se presentaron las primeras señales de recuperación, pues las ventas crecieron 0,9 %, aunque la producción retrocedió 1,4 %.
Al respecto el presidente de la Cámara de Comercio de Cali, Esteban Piedrahíta, considera fundamental “una mayor diversificación y sofisticación de la producción y las exportaciones, que permita lograr mejoras sostenibles en los salarios”.
Y pone de presente que “esto no es fácil, ni se presta a fórmulas simples, sobre todo porque depende esencialmente de las empresas. Una reducción de impuestos a las empresas no basta. Se requiere de trabajo en muchos ámbitos”.
Más datos
Una de las ventajas del nuevo Gobierno es que la inflación está bajo control. Allí el Banco de la República juega un papel clave para que la meta del 3% se cumpla.
La economía colombiana podría crecer este año entre 2,5 % y 2,7 %, así lo ha estimado el Fondo Monetario Internacional y la Cepal. Pero hay muchas amenazas.
El alza en los precios del petróleo le ha permitido a Ecopetrol ganancias por $2,6 billones en el primer trimestre del 2018. La mayoría de esos dineros irán al fisco nacional.