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Gustavo Morales Cobo, presidente de Acemi. | Foto: Foto: Archivo Colprensa

SALUD

¿Es necesaria una reforma a la salud?, esto dice el Presidente de Acemi

Gustavo Morales Cobo, presidente de Acemi, dice que es optimista por lo que viene para el sistema de salud en Colombia.

19 de agosto de 2019 Por: Redacción de El País

Hace nueve meses que el caleño Gustavo Morales Cobo está al frente de la Asociación Colombiana de Empresas de Medicina Integral (Acemi), que integra a una gran parte de las EPS del país.

El abogado, que fue presidente de Afidro, otra entidad relacionada con el sector de la salud, se declara optimista por lo que viene para esta industria.

Asegura que pese a las dificultades hay unas EPS mejorando sus indicadores, inversionistas llegando y un fortalecimiento de la Superintendencia en su labor de vigilancia, lo que considera será clave para seguir creciendo.

Para este directivo hoy en día no es necesario hacer una reforma a la salud, pues las normas emitidas hace unos años y sobre todo las herramientas avaladas en el Plan Nacional de Desarrollo darán un empuje al sector.

Hace pocos días el Gobierno anunció la puesta en marcha del acuerdo de Punto Final en salud que significa que el Estado pagará su deuda, ¿cree que con ello se acaban la mayoría de los problemas del sistema?

Quedan faltando muchos asuntos por resolver, los sistemas de salud en el mundo son complejos, dinámicos y siempre hay nuevos desafíos financieros, humanos y tecnológicos. Pero sin duda el acuerdo de Punto Final es una forma, a mi juicio, muy adecuada de solucionar un problema muy irritante del sistema y es la deuda creciente que el Estado tiene con las EPS derivado de la prestación de los servicios que están por fuera del plan de beneficios. Esta es una obligación del Estado, no de las EPS y este dejó de pagar durante muchos años y por eso creció la crisis financiera.
El acuerdo de Punto Final soluciona ese problema permitiendo que el Estado reconozca esa cartera con instrumentos de deuda pública, esa es la clave y el pago no está sometido a restricciones del presupuesto anual.

¿Ya se sabe de cuánto es esa deuda?

No se sabe con certeza porque como lo prevé el propio Acuerdo de Punto Final, toca hacer una nueva auditoría de las facturas que se presenten. Pero el estimativo del Gobierno son $5,8 billones y nosotros creemos que es una cifra cercana a la realidad. Si se inyectan esos recursos al sistema antes de que se acabe el año, será un gran alivio sobre todo para los prestadores del servicio y, por lo tanto, para los pacientes. La reglamentación de esto está prevista para septiembre y se empezaría a pagar en el último trimestre del año.

¿Específicamente qué es lo que se pagará?

Se pagarán deudas generadas antes del mes de abril del 2018. Pero hay que reconocer que el Gobierno empezó a cancelar otros compromisos represados desde el mes de julio, son alrededor de $1,2 billones. Es decir que en el último bimestre ha habido una inyección de recursos que ayuda mucho al sistema.

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¿Qué hace falta para que siga mejorando el sistema?

Es importante mirar cómo hacer para que no se vuelvan a generar esas deudas. El Gobierno y el Congreso se inventaron un instrumento que apenas estamos evaluando y se llama ‘mecanismo de techos’. La idea es hacer responsables a las EPS del servicio no incluido en el Plan de Beneficios en Salud (PBS), para lo cual les transferirían un presupuesto máximo.

La duda que existe es cómo se fijará esa suma y a qué título se hará la transferencia. Parece que todo indica que las EPS se volverían aseguradoras de lo que no está en plan de beneficios.

Eso está bien en principio, pero solo funcionará si logramos tener control de las variables que hoy no se manejan como la libertad de prescripción de los médicos vía Mipres y las tutelas. Sin controlar estas cosas no habrá poder humano que pueda hacer más eficientes los recursos que se suministren.

Las EPS deben tener la posibilidad de hacer gestión del riesgo, es decir poder negociar, aplicar modelos de atención, establecer protocolos que permitan racionalizar y sistematizar los servicios no PBS, tal como lo hacen hoy con el plan de beneficios.

En el sistema de salud ha habido muchos hechos de corrupción, ¿cómo evitar que eso vuelva a suceder?

Las EPS afiliadas a Acemi están convencidas de que el mejor negocio es prestar un buen servicio de salud, un paciente contento es bueno para los resultados financieros.

Lo segundo es que la Supersalud tiene nuevas herramientas para sancionar e investigar los malos manejos de los recursos y esto es un desincentivo para aquellas pocas manzanas podridas que quieran volver a viejas prácticas.

El mejor control de los recursos del sistema es el ciudadano, unas organizaciones de pacientes pendientes siempre serán un buen instrumento para garantizar la transparencia de los recursos.

Todavía hay muchas quejas por la prestación del servicio de salud, ¿todo apunta a que con los cambios haya una mejor atención?

Las empresas afiliadas a Acemi nos hemos comprometido recientemente con un esquema de autoregulación que pasa por un seguimiento constante al nivel de mejora de nuestros servicios en tres variables: citas médicas, entrega de medicamentos y trato respetuoso. Desde Acemi nos hemos comprometido a mejorar estos indicadores. Pero en general no comparto la tesis de que las quejas globalmente hayan aumentado, de hecho el número de quejas frente al número de servicios que diariamente presta el sistema es realmente ínfimo. Pero, por supuesto, la meta de todos los actores del sistema debe ser reducirlas y en eso estamos empeñados.

¿Hoy qué tan satisfechos están los usuarios con el servicio de salud?

El Ministerio de Salud hace una encuesta y sorprendentemente el
78 % afirman haber tenido una buena experiencia con su EPS y una buena experiencia en el sistema de salud. Estas son cifras positivas y debemos trabajar en mejorarlas.

¿Usted cree que van a desaparecer EPS en el futuro?

Desde el gobierno anterior se emitieron unos decretos de habilitación técnica y financiera y se dio un plazo de 10 años para que las EPS cumplan con estos. Muchas ya los tienen y otras están cumpliendo las metas parciales y las que al final del camino no llenen los requisitos, tendrán que desaparecer. Es un proceso de fortalecimiento que está en curso, por lo que no es momento todavía de hacer un balance final, yo creo que en unos años tendremos un sistema consolidado, bien sea porque se fortalezcan las EPS o bien porque otras salgan del mercado.

¿Cómo califica hoy el sistema de salud?

Creo que el sistema de salud colombiano es un exitoso experimento de colaboración pública y privada. Con una fuerte regulación y con recursos públicos se le ha pedido al sector privado que colabore en la prestación del servicio. Los colombianos están hoy mejor atendidos en salud que hace 30 años y sería una lástima que se tire por la borda lo que hemos hecho por temas políticos.

Es bueno que el Gobierno apueste por fortalecer el modelo de aseguramiento. Falta que realmente aprovechemos las ventajas de tener tanta participación privada en el sistema, pues un sector privado bien regulado puede aportar eficiencias e innovaciones, formas alternativas de prestar el servicio y atender a los usuarios.

¿Temen que haya cambios en el sistema?

Algunos partidos políticos proponen acabar con lo aprendido y volver a lo estatal o en otros extremos tener privados sin regulación, tirando por la borda 30 años de aprendizaje. No necesitamos que haya más leyes de salud, las que tenemos son suficientes, trabajemos con lo que hay en mejorar el servicio, fortalecer las EPS e introducir nuevos esquemas de aseguramiento y de prestación de servicios bajo lo que existe.

Es decir que usted no está de acuerdo con una reforma, como lo plantean otros gremios...

Creo que el Estado y los actores del sistema tienen suficientes herramientas. Lo que hay que hacer es remangarse la camisa y ponerse a trabajar y no perder más tiempo discutiendo otras cosas. El Congreso ya hizo una gran labor y en el mismo Plan Nacional de Desarrollo se hizo una gran reforma, pero ya no más. Imagínese el sector de minas pensando cada 6 meses en modificaciones, el llamado es que se apliquen las leyes actuales.

¿Por qué los usuarios siguen usando la tutela para conseguir un servicio?

Hay una razón estructural por la cual aún se ponen muchas tutelas para reclamar servicios y es que las EPS no están autorizadas a prestar servicios que no estén en el Plan de Beneficios en Salud y la única forma que pueden hacerlo es si un juez lo ordena. Las tutelas deberían tender a reducirse con el Mipres (plataforma virtual que permite a médicos prescribir servicios no incluidos en el Plan de Beneficios) que hoy está operando.

¿Con todos los cambios cómo ve el sistema en el mediano plazo, se puede salvar?

Con mucho optimismo, veo a las EPS haciendo un esfuerzo de mejoramiento del gobierno corporativo y estableciendo sistemas de cumplimiento, veo unos procesos de consolidación empresarial que serán positivos, veo la llegada de inversionistas extranjeros a la prestación y el aseguramiento, lo que traerán más eficiencias y tecnologías. También veo la incorporación de la inteligencia artificial y el Bigdata, lo que hará que seamos más eficientes y veo a un Gobierno comprometido con solucionar problemas del pasado y vigilar que los errores no se repitan.

Además hay una Superintendencia activa, mejorando sus capacidades de supervisión. En general soy optimista, pese a que tenemos que superar problemas coyunturales como el valor de la UPC que resultó insuficiente (valor que paga el Estado por la atención de cada afiliado) y por los problemas con el régimen de incapacidades, pero todos son problemas coyunturales que se pueden solucionar.

Según la encuesta de satisfacción de los usuarios que hace el Ministerio de Salud, las EPS mejor calificadas en el régimen contributivo este año son: Suramericana con 81,3 puntos sobre 100. Le siguen Aliansalud (76,6), Sanitas (73,2), Compensar (66,5), Saludtotal (65,8) y Nuevas EPS (65,5).

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