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"En Cali vamos a investigar algunas cooperativas": Superintendente

Olga Lucía Londoño, superintendente de la Economía Solidaria, dice que en el país hay 84 cooperativas identificadas como falsas.

13 de junio de 2014 Por:

Olga Lucía Londoño, superintendente de la Economía Solidaria, dice que en el país hay 84 cooperativas identificadas como falsas.

Tras sufrir una dura crisis a finales de los años 90 el sector de la economía solidaria recuperó parte de la confianza de los colombianos. Sin embargo, en este momento, el fantasma del ‘coop’ parece que hubiera regresado. Esta semana la Superintendencia de la Economía Solidaria formuló un llamado de alerta sobre la existencia de seudo-cooperativas o cooperativas falsas en Colombia porque se aprovecharon de la generosidad de sus clientes y los volvieron a engañar.Aunque en esta oportunidad los representantes de algunas de esas entidades también se burlaron de las mesas de dinero y de organizaciones bancarias para lucrarse de manera irregular.Lo que encontró la Supersolidaria es que dichas cooperativas vendían los pagarés en algunas mesas de dinero o en otras empresas, incluso hasta a personas naturales, sin estar autorizadas para hacerlo, pues no aparecen registradas en el ente de control.La jefe de ese despacho, Olga Lucía Londoño Herrera, no habló de cifras, pero sí destacó que la Supersolidaria está trabajando de la mano de otros entes públicos, como la Superintendencia Financiera para ponerle freno a esas irregularidades.A la fecha se han logrado identificar 84 de estas cooperativas en el país, las cuales operan principalmente en Bogotá, Medellín, Bucaramanga, Barranquilla y Cali.La señora Londoño Herrera, administradora pública de la Escuela Superior de Administración Pública (ESAP), ejerce desde hace 11 meses en la Supersolidaria. La funcionaria habló con El País sobre el sector, la identificación de entidades con malas prácticas y las estrategias que se vienen realizando para contrarrestarlas.¿El cooperativismo ha mejorado en el Valle?Sí, está muy fortalecido. En esta región tenemos registradas 440 organizaciones, entre fondos de empleados y cooperativas. El 70 % son cooperativas. Estas 440 empresas asocian a 629.042 personas y generan 8799 empleos directos. Los activos de estas entidades suman $4,4 billones y los depositos $579.000 millones. La cartera y los ingresos están cerca de $1,4 billones. En el país este sector representa más o menos el 2,2 % del PIB. ¿En qué zonas del país se han identificado cooperativas falsas?En Barranquilla, Bogotá, Medellín, Bucaramanga y Cali. ¿Qué encontró en Cali?Le puedo decir que aquí estamos iniciando investigaciones y no le puedo contar mucho. ¿Pero qué me puede decir sin torpedear la investigación?Que en las ciudades capitales es más la demanda de personas que buscan de alguna manera obtener algún crédito y eso hace mucho más fácil y atractivo el negocio para quienes utilizan la figura de la cooperativa y de paso infringir las normas y por ende lucrarse. ¿Cuántas entidades con malas prácticas tienen identificadas en el país?Tenemos cerca de 84 cooperativas en toda Colombia ya identificadas, a las cuales estamos haciendo un seguimiento puntual.¿Desde hace cuánto vienen realizando esta tarea?Desde que yo llegué, hace 11 meses, ya estaban empezando a identificar esta situación. Nos ha tocado liderar este proceso, el cual ha sido complejo porque son muchas las entidades y no todas nos están reportando la información financiera. Algunas se inscriben a las cámaras de comercio, pero no lo hacen en la Supersolidaria, creen que por estar la cámara no deben reportarnos. Hay muchas entidades de aporte y crédito que no sabemos que existen, las identificamos al hacer el cruce de información con las cámaras de comercio.¿Cómo operan?Digamos que cumplen lo que establece en la norma para formar una cooperativa de aporte y crédito. Entre amigos o familia la inscriben a las cámaras de comercio y lo que hacen es, entre comillas, llamar a asociados que realmente no están dentro de la naturaleza de lo que es la cooperativa. Tienen unos recursos disponibles para hacer alguna colocación, se fondean con personas naturales o bancos. Cuando la persona va a solicitar un crédito firma su carta como asociado y al mismo tiempo la desafiliación. Ese no es el deber ser de una cooperativa, el retiro debe ser voluntario y no presionado al momento de inscribirse. Una vez tienen un paquete por cualquier valor y número determinados de pagarés, salen a venderlos y es allí donde infringen la norma. ¿Están trabajando con otras entidades de control?Con la Superfinanciera y la Supersociedades porque son las encargadas de vigilar las mesas de dinero de los bancos y otras sociedades, pues allí es que las falsas cooperativas llevan los títulos o los pagarés.Al momento de cruzar información nos damos cuenta qué cooperativas están haciendo las ventas de cartera y cuáles no reportan de manera legal sus operaciones.Hemos contado con el apoyo de los mismos miembros del sector solidario, quienes nos dicen qué entidades tienen malas prácticas.¿Para frenar esas irregularidades qué más está haciendo? Además de trabajar con las otras superintendencias, nos apoyamos en el Ministerio de Hacienda. La idea es implementar políticas que minimicen el impacto de las seudo-cooperativas. Al mismo tiempo, la Supersolidaria está terminando de definir una circular de compra y venta de cartera en la cual fijamos los lineamientos a todas las entidades del sector. Vamos a trabajar todo el tema de gestión de riesgo. Trabajamos también con el propósito de realizar una convergencia hacia las normas internacionales de información financiera.¿Cómo hacen estas entidades para atraer a los incautos asociados?Lo hacen con una oferta amplia de servicios para hacerles creer que están acudiendo a una cooperativa seria.Entonces cuando un asociado va a solicitar un crédito, el funcionario de la entidad le ofrece servicios adicionales que en el tiempo le van a favorecer. Allí es cuando le habla de servicios exequiales y odontológicos, por ejemplo.Finalmente, el usuario nunca utiliza esos servicios, pero a cambio sí los debe pagar en la cuota mensual, lo que le genera un sobrecosto. Con el tiempo la cuota se hace impagable y para poder cubrirla, la entidad lo engancha con otro préstamo a sabiendas de que ya está sobreendeudado.¿Hay alguna forma de generarle conciencia al cliente para que no se deje engañar?Claro, que consulte cuáles son las entidades del sector solidario más reconocidas y que están realmente vigiladas por la Supersolidaria. Adicionalmente, debe analizar los beneficios que obtendría si decide asociarse y por ende tomar un préstamo. Ninguna entidad bancaria seria ofrece servicios adicionales como el de la odontología.El cliente debe leer muy bien el documento que va a firmar, pero infortunadamente el afán por obtener un crédito no lo deja revisar bien.De igual manera, el usuario debe asegurarse del valor por el cual se hará el crédito y fijarse que el pagaré anexe la carta de instrucción. Si no entiende lo mejor es buscar asesoría profesional antes de firmar lo que el funcionario de la cooperativa le ponga al frente.¿La alerta sobre las cooperativas falsas puede afectar la confianza que han recuperado?No. Lo que aspiramos es que las cooperativas que no están siendo juiciosas decidan si lo quieren hacer bien. Con las nuevas instrucciones que estamos dando lo que nosotros realmente queremos es que el sector tenga una depuración y que finalmente quienes queden en él sean entidades que tienen la naturaleza solidaria.¿Aún con todo lo que hoy está pasando en el sector, los colombianos han recuperado la confianza en las cooperativas?Sí. Cuando tenemos una cooperativa, un fondo de empleados o una asociación mutual, hay realmente una base social. La gente sabe que es una oportunidad para mejorar su calidad de vida, obtener una cantidad de beneficios que finalmente le van a permitir tener una estabilidad para su familia, como educación y vivienda. Además de tener algunos créditos a los que no han podido acceder en la banca tradicional para tener iniciativas productivas.

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