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“Empresas que se formalizaron deben cumplirle al empleo”: Julián Domínguez

El presidente de Confecámaras, Julián Domínguez, afirma que de lo contrario, tendrán que pagar los beneficios recibidos.

16 de abril de 2012 Por: Alfredo garcía Sierra

El presidente de Confecámaras, Julián Domínguez, afirma que de lo contrario, tendrán que pagar los beneficios recibidos.

Con el ánimo de fomentar el empleo, el Gobierno expidió la Ley 1429 o de formalización, y aunque cerca de 240.000 empresas se acogieron a esa figura, lo cierto es que un alto número de ellas no registraron los trabajos prometidos. El Gobierno reportó que sólo el 3% de esas sociedades —que legalizaron sus actividades— han pagado aportes a la seguridad social. Según el presidente de Confecámaras, Julián Domínguez Rivera, la aplicación de la norma fue exitosa, pero si muchas de esas empresas no cumplieron con ese propósito deberán pagarle al Estado las exenciones tributarias que recibieron.¿Falló la ley de formalización, ya que sólo el 3% de las empresas en Colombia que se acogieron a esa norma crearon empleos y aportaron a la seguridad social?Aquí lo importante es que la Ley 1429 tenía dos propósitos: uno el de formalizar empresas, que están por fuera de la legalidad. En ese sentido el impacto de la ley permitió formalizar 240.000 empresas en el 2011. Pero cuando se buscan los empleos de esas firmas no tenemos evidencia de que esté produciendo empleo en la misma condición. Por eso el Gobierno está verificando si efectivamente la circunstancia de inscribirse en las Cámaras de Comercio para formalizarse está correspondida con la generación de empleo. Ese reporte no se hace ante las Cámaras sino a través de la Planilla Integrada de Aportes, Pila, en el Ministerio del Trabajo.Con base en la información consolidada que estamos produciendo a través del Registro Unico Empresarial del país, se ha podido constatar que muchas de esas sociedades no produjeron puestos de trabajo. No podría afirmar que sea el 3%, pero muchas de esas firmas tienen que haber hecho las afiliaciones de sus empleados para que se pueda decir que la ley produjo el efecto de formalizar el empleo.¿Qué podría hacerse luego del cruce de información con la Dian y otras entidades para sancionar a quienes le metieron ese ‘gol’ al Gobierno?Esas empresas están plenamente identificadas y el Gobierno tiene las herramientas para hacerles pagar los descuentos en materia tributaria (impuestos nacionales) y de parafiscales.¿Cuánto sacrificaron las Cámaras de Comercio al expedir matrículas y registros mercantiles gratuitos?Nosotros el año pasado contribuimos con recursos del orden de $40.000 millones, que dejamos de percibir por cuenta de la ley de formalización y del primer empleo. La Superintendencia de Industria y Comercio tiene la facultad de obligar a que paguen quienes no lo cumplieron. ¿Es decir, que esas empresas que no crearon empleo les toca devolver ese dinero?Exactamente. Las empresas que no hayan cumplido con sus obligaciones tendrían que proceder a pagar dado que se hicieron a un beneficio a través de esa ley. ¿Cómo blindar esa ley para que los avivatos no se beneficien de exenciones de impuestos y otras ventajas bajo la promesa de crear empleos que finalmente no generan?Mejorando la capacidad de registro de esas empresas que debe ser simultáneo con los reportes en la Planilla Integrada de Aportes, Pila, que eventualmente las Cámaras de Comercio podrían llevar en adelante. Es decir, que ante las cámaras que son la puerta de entrada a la formalidad, se registre el empleo generado por esas empresas.El TLC con Estados Unidos nos tomó sin haber avanzado en infraestructura. ¿Cuál es la posición de Confecámaras para superar ese atraso?Colombia viene estancada en el ranking mundial de competitividad. Estamos ocupando el puesto 68 y no hemos avanzado en los últimos tres años. Uno de los factores que más gravita en esa condición es el de la infraestructura conjuntamente con temas de educación, innovación y sobre el funcionamiento de instituciones básicas. No cabe duda que tanto para el TLC, que es un mercado muy importante para Colombia, la operatividad de las troncales del país y las vías arterias es fundamental.El anuncio de la suspensión del túnel de la Línea es una muy mala noticia porque sin duda a través de la carretera Buenaventura-Bogotá se mueve gran parte del comercio exterior del país. También es la vía que comunica al gran centro del consumo que es Bogotá. Estas dificultades en la infraestructura vial le hacen mucho daño a nuestra competitividad.La doble calzada Buenaventura avanza a paso de tortuga...Esto es preocupante con la vía al puerto que es un viejo anhelo del Valle del Cauca, además de que se trata de una carretera prioritaria para Colombia. Allí precisamente se concentran todas las dificultades que he mencionado.Se requiere un gran plan de choque a través de mecanismos interinstitucionales que permita que los puntos críticos que son las licencias ambientales, las compras de predios y la concertación con las comunidades, se desatasquen rápidamente.¿Pero cómo superar la invasión de predios a través de permisos dados por el Ministerio del Interior a los avivatos que aparecen a diario a reclamar derechos?Es indispensable hacer un censo rápido y ponerle límite a la proliferación de comunidades que aparecen y que están frenando el desarrollo de la vía al Puerto. No cabe duda que estos mecanismos de concertación entrañan también transferencia de recursos y puede haber avivatos utilizando esta situación para constituir comunidades donde no las hay.

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