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El balance económico de los Juegos Olímpicos de Londres 2012

Las últimas justas olímpicas le dejaron a Londres un buen balance. El gasto fue alto, pero el beneficio fue mayor.

20 de agosto de 2012 Por: Redacción de El País y agencias

Las últimas justas olímpicas le dejaron a Londres un buen balance. El gasto fue alto, pero el beneficio fue mayor.

Los juegos cambiaron muchos aspectos de Londres y de la Gran Bretaña. La economía se reactivó en varios sectores, pero lo principal es que la decadente zona donde se construyó el Parque Olímpico ha cambiado por completo su cara y se ha valorizado.No ha sido lo único. La organización del evento, la seguridad y los buenos resultados deportivos de los anfitriones han terminado por disparar la marca inglesa. De acuerdo con el alcalde de Londres, Boris Johnson, los Juegos Olímpicos que terminaron dejaron a la capital inglesa unos beneficios de US$20.000 millones, unos 16.300 millones de euros. Se estima que a Londres llegaron unos 300.000 visitantes de todo el mundo, mientras que 600.000 ingleses se desplazaron hasta la capital para dejar la ocupación hotelera casi en el 85%. A esta cifra habrá que restar la inversión que hizo la ciudad y el Gobierno nacional para celebrar las justas, que fue de unos US$14.147 millones, invertidos casi en su totalidad en el Parque Olímpico, transporte y seguridad. La empresa Olympic Delivery Authory (ODA) se llevó la mayor parte del presupuesto, la cifra de US$10.629.La ceremonia de inauguración, que vieron al menos 1.200 millones de personas en todo el mundo, le costó a los británicos US$42 millones. En lo que se refiere al Parque Olímpico de  Londres, de una extensión de  2.500 metros cuadrados (357 campos de fútbol) y en el que se instalaron 9 centros deportivos, construirlo tuvo un costo de US$2.863 millones, de los cuales US$451 millones se gastaron en instalaciones eléctricas, US$369 millones en alcantarillado y agua corriente y US$888 millones más en calles, carreteras y puentes. La Villa Olímpica dispuso 2.818 apartamentos para cerca de 22.000 personas que llegaron, y ahora una buena parte de ellos se ha puesto en venta, con lo que las ganancias aumentarán.De todas formas, 625 de ellas serán considerados vivienda de interés social. En el parque Olímpico trabajaron durante los Juegos unas 10.000 personas, mientras que otras 2.000 lo hicieron en turismo.De hecho, los restaurantes y tabernas quintuplicaron sus ventas y hubo sitios en los que la comida se agotó todos los días. Pero no ha sido el único sector que se benefició de los juegos. El transporte y el teatro fueron otros. Ambos duplicaron sus precios y estuvieron a tope.Londres hizo una inversión de US$1.651 millones en la construcción de las instalaciones deportivas, siendo el más caro el estadio de atletismo, que costó US$672 millones y albergó a 80.000 espectadores.Ahora se espera remodelarlo para una capacidad menor, de 55.000 espectadores. La zona de piscinas, el Centro Acuático, costó US$394 millones a pesar de que durante la planificación la cifra se estimó en US$113 millones. Es decir, su costo se triplicó. El velódromo tuvo un costo de US$136 millones y el basquetbol arena, que se va a desmontar y quizá sea vendido y trasladado a Río de Janeiro, costó US$62 millones. Los otros escenarios del Parque Olímpico costaron US$161 millones.Londres exigía un gasto enorme en seguridad y los británicos no escatimaron esfuerzo alguno: se utilizaron 42.000 efectivos, entre policías, militares, bomberos, paramédicos, seguridad privada y voluntarios entrenados, que le costaron a los organizadores US$1.600 millones. De ellos, US$746 millones fueron para la vigilancia de la ciudad y US$869 millones para los recintos deportivos. No han sido los juegos más caros de la historia. Ni siquiera se acercan a los valores que manejaron los chinos en los juegos de hace 4 años, cuya cifra fue de casi US$42.000 millones. Las altas cifras de Pekín se justifican por los gastos medioambientales, que ascendieron a US$10.337 millones. Si Madrid se convierte en la sede de los Juegos de 2020 (peleará el honor con Tokio), deberá invertir al menos unos US$6.000 millones, una cifra baja puesto que la capital española cuenta ya con el 70% de la infraestructura necesaria. Pero no se sabe. Es posible. Lo único cierto es que los Juegos Olímpicos pueden ser un gran negocio o una gran catástrofe financiera. Y los madrileños han tomado buena nota de lo ocurrido en Londres hace apenas unos días.

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