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El acertijo de financiar la vivienda gratis en Colombia

Analistas afirman que los $4 billones a destinar tocarían el déficit fiscal. Otros apuestan a que el Gobierno tomará regalías.

29 de abril de 2012 Por: Redacción de El País

Analistas afirman que los $4 billones a destinar tocarían el déficit fiscal. Otros apuestan a que el Gobierno tomará regalías.

En un verdadero acertijo se ha convertido la financiación del programa de las 100.000 viviendas gratuitas que entregará el Gobierno a igual número de familias pobres dentro de 18 meses. La cifra no es nada despreciable: son $4 billones a pagar en seis años. Mientras por un lado, algunos analistas apuestan a que la administración Santos le podría ‘echar mano’ a una porción de las regalías, otros afirman que se acudiría al mayor recaudo de impuestos. E incluso se especula con la hipotética idea de la venta del 10% de las acciones de la Nación en Ecopetrol para atender el ambicioso plan.Aunque el ministro de Hacienda, Juan Carlos Echeverry, afirma que la próxima reforma tributaria no será para pagar las casas, lo cierto es que esos $4 billones impactarán las finanzas públicas. El propio jefe de esa cartera afirma que ese impacto será de apenas el 0,1% del Producto Interno Bruto, PIB.Cabe recordar, que en el 2011, la Nación terminó con un desfase fiscal del 2,2% del PIB, es decir, un faltante de $13,5 billones, pese a que el recaudo tributario superó los $86 billones.Para Julio César Alonso, director del Centro de Investigaciones en Economía y Finanzas, Cienfi, el ‘as’ bajo la manga podrían ser las regalías minero-petroleras, que son recursos cuantiosos y de fácil recaudo.Frente a ello, el decano de Economía de la Universidad de Antioquia, Ramón Javier Mesa explica que se trata de una decisión política que generará un mayor déficit fiscal. “Se pueden usar las fuentes de regalías o aumentar la carga impositiva, sin embargo, este proyecto genera incertidumbre fiscal y macroeconómica y no se percibe con claridad la fuente de esos recursos”, anota.Sin embargo, Eduardo Sarmiento, decano de economía de la Escuela de Ingeniería Julio Garavito, estima que el tema de las regalías no sería la fórmula, ya que tales recursos están acordados para su distribución entre las regiones. “Mal haría en acudir a las regalías, cuando eso ya está definido”, anota.Lo que sucede, anota, “es que el Gobierno no ha podido cumplir con los programas de vivienda de interés social, y por eso decidió lanzar la casa gratuita”.Otro asunto que inquieta es que al no destinarse esos $4 billones al ahorro público se estaría incumpliendo la regla fiscal. Los escenarios de financiación de la vivienda gratuita son varios. El País presenta esa baraja de posibilidades:Vender el 10% de EcopetrolDesde hace varios meses ha vuelto a sonar la venta del otro 10% de las acciones de Ecopetrol. Por esa vía se obtendrían unos $25 billones, dineros que sobradamente financiarían el programa de las 100.000 viviendas a ser entregadas de manera gratuita a las familias más pobres.Incluso sólo con el 1,5% de esos recursos sería suficiente para atender el proyecto. Sin embargo, Alejandro Reyes, jefe de estudios económicos de Ultrabursátiles, descarta esa idea, tras considerar que “sería necesario por ahora, ya que la Nación cuenta con suficientes recaudos tributarios e ingresos por cuenta de las exportaciones de crudo”.Es más fácil, anota, que la inversión de las viviendas la hagan los constructores privados, y luego el Gobierno retorne la misma a las empresas ejecutoras.Presupuesto nacionalEl Presupuesto de la Nación para el 2012 fue aforado en $165 billones, el cual según el Gobierno, cumple la regla fiscal.Una adición se considera una salida financiera para incrementar el presupuesto del Ministerio de Vivienda para esta vigencia. El ministro Echeverry aún no piensa en esa fórmula. A decir de los analistas esa posibilidad, no es tan descabellada, teniendo en cuenta los mayores ingresos por impuestos. Otro margen de maniobra sería aplicar recortes en los programas de algunos ministerios para destinar esos dineros a vivienda prioritaria.Aún así, el presupuesto tiene duros compromisos. De esa suma se pagarán $29 billones en pensiones, mientras $90 billones corresponden a gastos de funcionamiento, $40,3 billones al pago del servicio de la deuda y $34 billones a inversión.Ahorro público externoEl Gobierno posee unos $12 billones en ahorros en cuentas bancarias en el exterior, y sería otra alternativa para financiar las viviendas de interés prioritario.Pero traer esos dineros a Colombia, es decir, monetizarlos, implicaría un mayor deterioro de la tasa de cambio y generaría presiones inflacionarias, advierte Édgar Varela, vicerrector administrativo de la Universidad del Valle. Por lo tanto es un riesgo que el Gobierno no tomaría por ahora, además de que una parte de esos dineros y sus rendimientos se están utilizando para pagar deuda externa.Esos recursos provienen en especial de los mayores ingresos petroleros y mineros.Sin embargo, la idea no deja de ser atractiva, ya que no habría necesidad de ‘descuadrar’ las cuentas del Presupuesto de la Nación.Pero la galopante revaluación del peso es una barrera muy seria para usar esos dineros.Regalías a la ordenColombia vive hoy un ‘boom’ petrolero y minero que le está generando millonarios recursos. Y entre esos recursos figuran las regalías, que son tributos especiales que pagan las empresas por explotar el suelo y el subsuelo.Con la reforma a las regalías, aprobada el año pasado por el Congreso de l a República, el Gobierno proyecta recibir alrededor de $9 billones por año, dineros que deberá destinar a programas regionales de infraestructura, tecnología, ciencia, entre otros.Las regalías sumarán entonces $90 billones en los próximos diez años, por lo que eventualmente se podrían convertir en una fuente de financiación de las viviendas gratuitas, en una mínima porción, sin afectar otros programas. Pero esta formula es todavía una incógnita, debido a que la conciliación de la ley aún no ha sido aprobada por el legislativo.“Creo que parte del dinero para construir las viviendas podría salir de las regalías, porque la alternativa de subir impuestos la ha descartado el Gobierno”, dice el economista Julio César Alonso. Subsidios represadosDebido a que miles de colombianos no pudieron obtener un crédito hipotecario para respaldar la compra de vivienda, el Gobierno tiene al menos un billón de pesos represados en subsidios.La mayoría de esos subsidios estaban destinados para los estratos 1 y 2 del Sisben. Muchos de los beneficiarios de los mismos no son sujetos de crédito bancario por no tener ingresos suficientes.De allí, que el proyecto de ley, que fija el nuevo marco normativo y legal para esas donaciones de vivienda (que están prohibidas), despeje el camino para el futuro uso de esos subsidios.El artículo 5o. de la iniciativa, señala que “los beneficiarios de los subsidios asignados, antes de la entrada en vigencia de la presente ley, podrán autorizar su desembolso a cualquier patrimonio autónomo que constituya el Fondo Nacional de Vivienda, para proveer soluciones de vivienda de interés prioritario”.“Ese billón de pesos sería la primera cuota para pagar esas viviendas”, dice el economista Eduardo Sarmiento.ImpuestosDurante el 2011, la Nación recaudó $86 billones en impuestos nacionales (IVA, renta, 4 x 1.000, etc), con los que pudo atender gran parte del gasto público.Pese a dicho comportamiento, generado en el mayor crecimiento económico, el Gobierno alista una nueva reforma tributaria que le podría representar $2 billones adicionales por esa vía.El ministro de Hacienda, Juan Carlos Echeverry, ha descartado que el Gobierno utilice esos recursos para la gratuidad habitacional. Y menos que se eleven los impuestos a las empresas y los ciudadanos. Pero eso está por verse.El ex ministro Carlos Caballero sostiene que "aunque se ha elevado el nivel de recaudo, esta idea solo podría ejecutarse con más impuestos para los próximos dos años. No veo de qué otra manera se pueda lograr cuando hay otras necesidades muy importantes”.La meta de recaudo tributario de la administración Santos para el 2012 es de $100 billones. Todo indica que se logrará.

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