Contrabando golpea más la venta de cigarrillos que control de autoridades

La comercialización de marcas de cigarrillos que entran al país de forma ilegal han golpeado de forma más efectiva a las tabacaleras, que las medidas adoptadas por las autoridades para desincentivar el consumo de tabaco.

En los últimos cuatro años el Gobierno Nacional ha ejecutado al menos cinco medidas para reducir, o siquiera desincentivar, el consumo de cigarrillo en el territorio colombiano, una tarea que con menos esfuerzo y mucha más velocidad está logrando el contrabando, específicamente cuando se habla de productos legales. Pese a la prohibición que tienen las tabacaleras de patrocinar eventos deportivos (Ley 1335 de 2009 o Ley del Control del Tabaco), la imposibilidad de fumar en espacios públicos o abiertos, la erradicación de la venta del cigarrillo al menudeo y la regulación de la Superintedencia de Industria y Comercio, SIC, que restringe la abierta exhibición de cajetillas de cigarrillos en los locales comerciales, todo indica que estas medidas no han golpeado tanto las ventas de las tabacaleras, tal como sí lo hecho la comercialización de marcas de cigarrillos que entran al país de forma ilegal. “Según estimaciones internas basadas en diversas fuentes como las rentas departamentales y la firma Nielsen, en los últimos cinco años el volumen estimado de ventas de productos legales se ha reducido 25%. Un factor que ha contribuido a este resultado, adicional a la caída esperada del consumo, sobre el cual no disponemos de mediciones, es el aumento masivo del contrabando observado desde el año 2010 tras el aumento del impuesto al consumo en un 50%, en promedio”, precisó Humberto Mora, director de Asuntos Corporativos de Coltabaco, firma que desde 2005 hace parte de Philip Morris International. Datos de la firma Invamer, citados por Coltabaco, destacan que el contrabando de cigarrillos supera 14% en el país, con particular incidencia en la Costa Atlántica (que tiene más de 40%) y Antioquia (con 18%). Así mismo, indican que el recaudo que dejaron de recibir los departamentos por esta causa es de aproximadamente $108.000 millones anuales, lo que va en detrimento de la inversión social. Para voceros de British American Tobacco Colombia (BAT), el panorama también es desalentador. “El mercado colombiano se ha contraído 18,5%, según nuestras estimaciones. Más de 60% de esta contracción se debe principalmente al crecimiento del contrabando en Colombia que, en la actualidad, representa 14% del mercado nacional. Las medidas regulatorias encuentran en el contrabando su principal detractor, porque todo el volumen de cigarrillos ilegales en el país no respeta la normatividad que sí cumplimos las empresas de la industria legal”, indicaron voceros de la tabacalera que adquirió en 2011 a la firma local Protabaco, por un monto de US$452 millones. Sobre las medidas de control oficial, la empresa agregó: “esto ha contribuido a generar una dinámica de información ante el consumidor; sin embargo, creemos que el factor más crítico para nuestra industria es el papel del contrabando como competidor directo de la industria legal que genera empleo y desarrollo para el país”. El auge del contrabandoLa evolución de la entrada de cigarrillos ilegales es tan vertiginosa que, según el Observatorio de Contrabando de Cigarrillos de BAT, la participación de este tipo de cigarrillos en el mercado nacional pasó de un 1% del total del mercado en 2008 a casi 7 puntos porcentuales en el año 2012. Jerónimo Castillo, gerente de esta división de la tabacalera, destacó que una investigación hecha por The Global Consumer Survey reveló que 4 de cada 10 consumidores que fuman cigarrillos de contrabando desconocen el origen ilegal del producto, mientras que 2 de cada 10 son conscientes de su ilegalidad y lo adquieren por indiferencia o insatisfacción con respecto a la legalidad (precio). “Hay más de 150 marcas ilegales que se venden sin restricción en Antioquia, Costa y Santanderes, frente a un incipiente grupo de 26 marcas legales”, dijo Castillo. Registro local Otro organismo que ha estudiado el auge del contrabando es Fenalco, ente que hizo un estudio a mediados del año pasado para conocer las tendencias de consumo de cigarrillos en el mercado colombiano. Así como se identificó que los paisas son los que más consumen cigarrillos en una semana (80 unidades en siete días) o que el estrato 1 y 2 lidera el top de consumo con 64 cigarrillos en el mismo período, sorprendieron las cifras que indican que en un lapso de siete días una persona puede fumar 58 cigarrillos legales y 89 unidades de contrabando. Dos fabricantes locales en manos de multinacionales El fabricante local Coltabaco es una de las empresas más tradicionales en el país, pues nació en 1919 y en 2005 pasó a manos de Philip Morris International. Actualmente, tiene 51% de participación y opera dos plantas: una en Medellín (fábrica de cigarrillos) y otra en Barranquilla (desvenado de hoja de tabaco). La otra firma local es Protabaco, fundada en 1960 y adquirida en 2011 por BAT, que tiene presencia local desde 2004. Aunque no precisan su market share, tienen una planta de desvenado en San Gil, Santander; y otra de fabricación en Bogotá. Mientras la primera multinacional emplea a 18.000 personas, la segunda ofrece 7.000 empleos