Cohesión y disposición al cambio, las claves de Calzatodo

Realizar alianzas estratégicas con personas reconocidas en el ámbito nacional le han permitido a Calzatodo ampliar su gama de productos en el mercado y llegar a más clientes.

En algún clóset de su casa debe haber un par de zapatos. Las sandalias de la esposa, los tenis del niño, unos mocasines suyos. Haga la prueba. Deben estar por ahí. O quién sabe: tal vez los tenga puestos. Nadie se ha dado a la tarea de medirlo, pero seguramente si lo hicieran no sería un trabajo complicado: en casi todos los hogares caleños debe haber un par de zapatos comprados en Calzatodo. Revise, que por ahí deben de estar.Cuando los encuentre, hallará también una historia de superación y crecimiento que nació en Cali y se ha ido extendiendo al resto del país. Todo empezó hace 44 años cuando su fundador empezó a vender zapatos entre sus amigos. Luego lo hizo de puerta en puerta. Luego en un almacén en el centro. Y así hasta convertir su empuje en un negocio familiar que ya tiene tiendas en 34 ciudades del país y proyecciones económicas para crecer un 10% este año.Sobre el papel, parece fácil. Todos necesitamos zapatos. El tema es que el negocio del calzado ya no es como antes. Ahora están en todos lados: en los andenes del centro, en los supermercados, en las bodegas de carros que ofrecen mercancía china como racimos de bananos. ¿Cómo entonces ha logrado sobrevivir Calzatodo? ¿Y cómo ha seguido creciendo en medio del contrabando y la firma de nuevos TLC? Jesús Mejía, gerente general, habla de la fórmula implementada por su equipo de trabajo: cohesión y disposición al cambio. De esta manera y estando atentos a las necesidades de sus clientes, es como han podido tomar las decisiones correctas. “Todo esto, sumado a la investigación de las tendencias de la moda y visitas a las principales ferias de calzado del mundo. Para eso hay equipos especializados que se dedican a buscar lo mejor para los distintos segmentos: mujeres, hombres, escolares”, sostiene el señor Mejía. “La innovación es fundamental. Hace un par de años empezamos a trabajar en la renovación de nuestra imagen; convencidos de que era el momento, le preguntamos a nuestros clientes, los proveedores, a nuestra gente, cómo les gustaría que fuéramos. Con esta información renovamos el ADN de la marca, apuntando a ser más creativos, dinámicos y comprensibles. Este proceso, reflejado en todas las tiendas, es lo que nos ha permitido ser más actuales, frescos y familiares”.