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Análisis: La revolución industrial

Colombia necesita más talento humano calificado para asumir ese próximo reto.

21 de febrero de 2019 Por: Juan Felipe Mejía* | Especial para El País

El Foro Económico Mundial es una influyente organización que involucra a los líderes políticos, empresariales y sociales más importantes del planeta.

Todos los años en el mes de enero se reúnen sin falta en Davos-Klosters, Suiza, los más importantes jefes de gobierno, altos ejecutivos de las 1000 compañías más importantes del mundo, líderes de organizaciones internacionales y organizaciones no gubernamentales, así como los líderes culturales, sociales y de pensamiento más destacados.

Desde el año 2016 su presidente ejecutivo, Klaus Schwab, ha venido advirtiendo sobre el advenimiento de la denominada Cuarta Revolución Industrial.

Se trata de un fenómeno supremamente desafiante. Estamos presenciando cómo una combinación de tecnologías está cambiando la forma en que vivimos, trabajamos e interactuamos los seres humanos.
La Cuarta Revolución Industrial se relaciona con la inteligencia artificial, el internet de las cosas, la robótica, “big data”, la biotecnología y una fusión de tecnologías que están difuminando las fronteras entre las esferas física, digital y biológica.

Como lo señala el Profesor Schwab, se trata de una transformación nunca antes vista en la historia de la humanidad. La velocidad de los avances tecnológicos y de la acumulación de conocimiento no tiene precedentes.

Colombia requiere con urgencia talento humano calificado, que le permita transformar su aparato productivo y su economía para insertarse de forma exitosa en la sociedad global.

No son suficientes lo avances que el país ha registrado en términos de cobertura en materia educativa. Tampoco lo es el aumento de los recursos destinados por el Gobierno Nacional para financiar la educación. Pero sí es de máxime importancia que nuestro sistema educativo tenga en cuenta este contexto, en el marco del cual una educación de calidad debe incluir las denominadas “habilidades del siglo XXI”, como han sido también definidas a través de relevantes investigaciones y publicaciones.

Desde la más temprana infancia, es de máxima importancia que los seres humanos nos desarrollemos en habilidades socioemocionales. El aprendizaje y conocimientos tradicionales no son ya suficientes: debemos proveer a nuestros niños y jóvenes en el aula de clase con las herramientas que les permitan aproximarse a desafíos complejos (pensamiento crítico, creatividad, habilidades de comunicación y de trabajo en equipo) y el desarrollo de su personalidad (fomentando la curiosidad, iniciativa, liderazgo e inteligencia emocional e intercultural).
Muchos de los empleos, como los conocemos, desaparecerán. La profesora australiana Sharan Burrow predice que como consecuencia de la robótica, 5 millones de empleos podrían desaparecer en el mediano plazo.

Debemos entonces, formar a nuestros niños y jóvenes en aquellas habilidades y destrezas socioemocionales que, combinadas con las tradicionales, les permitan vincularse de forma exitosa.

*Rector del New Cambrigde Cali

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