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Acuerdos, clave para el desarrollo sostenible

Cuando se concerta un objetivo, se conoce en realidad cuál debe ser el mejor socio para lograrlo, y con esa claridad conceptual es más fácil realizar alianzas público-privadas exitosas.

28 de julio de 2014 Por: Luis Felipe Ruiz Espíndola, director ejecutivo del Sistema Regional de Responsabilidad Social (SRRS)

Cuando se concerta un objetivo, se conoce en realidad cuál debe ser el mejor socio para lograrlo, y con esa claridad conceptual es más fácil realizar alianzas público-privadas exitosas.

Uno de los pasos importantes que están dando algunas de las compañías más influyentes del Valle del Cauca, consiste en fortalecer la estrategia de participación y organización de los líderes empresariales que en su calidad de actores fundamentales del desarrollo proyectan su liderazgo desde una estructura de concertación (acuerdos privados-privados).Posteriormente interactúan con líderes de diferentes sectores (gubernamental, empresarial, académico, y la comunidad en general) en la consecución de alianzas público-privadas que contribuyan con el desarrollo sostenible del territorio vallecaucano.Por lo tanto, lo primero que debemos reconocer es que la competitividad se genera desde la región y que para fortalecerla se necesita de una estrategia empresarial articulada con visión de territorio, que vaya más allá de los intereses particulares de cada empresa. La concertación privada-privada se convierte en aquel cimiento desde el cual se generan iniciativas colectivas, se construyen sinergias, se optimizan recursos, y se mejora la capacidad negociadora de nuestro Valle del Cauca en espacios nacionales e internacionales. Sólo cuando se concerta un objetivo, se conoce en realidad cuál debe ser el mejor socio para lograrlo, y con esa claridad conceptual y metodológica, es más fácil realizar alianzas público-privadas exitosas, que generen victorias tempranas y, por lo tanto, confianza entre las partes para seguir construyendo en equipo. Un sector privado organizado es capaz de definir prioridades con visión de futuro, y exigirle al sector público acción.La dirigencia departamental y el empresariado reconocen que cuando el sector privado está de acuerdo y tiene una agenda común, se logran apalancar importantes recursos públicos para el Valle del Cauca. El Sistema Regional de Responsabilidad Social, cuya orientación estratégica la establecen los presidentes de importantes empresas, y que con los avances en los procesos, ha ido puliendo la metodología para lograr la concertación entre los privados, participó el año pasado de una alianza público-privada en Primera Infancia en la que por cada peso de los privados, el Gobierno Nacional dio cinco, llegando en la primera fase del convenio a una inversión en el departamento de $3.086.779.000. Vale la pena destacar el sondeo realizado en el 2005 por la seccional de la ANDI en el Valle del Cauca y la Universidad ICESI a 53 empresas de la región en el que se evidenció una inversión en acciones de responsabilidad social empresarial de $178.036 millones. El grueso de estos recursos se concentró en su principal activo, el capital humano: los trabajadores y sus familias. Para las empresas encuestadas en este estudio, esta suma llegó a $151.200 millones. Se confirmó el compromiso de las empresas con su región y la necesidad de continuar desarrollando un trabajo concertado y colaborativo para obtener el impacto requerido hoy en día.En relación con la inversión realizada en la comunidad, la cifra llegó a los $26.836 millones que impactaron a cerca de un millón y medio de personas (el estudio no incluyó las importantes sumas que anualmente destinan las Fundaciones Empresariales y las Cajas de Compensación). La inversión en educación fue de las más relevantes con 22 mil millones de pesos, equivalentes al 85 %. .Las inversiones destinadas a la comunidad se potencializan en la medida que se establezcan alianzas con el sector público. Sin embargo, el 70 % de las empresas se asociaron con fundaciones.Por medio del trabajo que realizamos en el Sistema Regional de Responsabilidad Social (SRRS), hemos ido fortaleciendo la idea de que además de la concertación privada-privada, se necesita una alianza público-privada. La empresa no busca remplazar al Estado. Son los gobiernos los que tienen el grueso de los recursos y, si el sector privado quiere que sus acciones tengan un verdadero impacto, no puede ser una rueda suelta. Requiere alinearse con las autoridades departamentales y locales, apoyarlos en la construcción de las políticas públicas que deberían trascender los periodos de gobierno, ser corresponsables de la sostenibilidad del territorio. Aunque tenemos mucho camino por recorrer, nuestras empresas están procurando vincularse a estrategias como la del SRRS para alcanzar esos acuerdos que incrementen su competitividad, a la vez que mejoran las condiciones económicas, ambientales y sociales de sus grupos de interés y del territorio. Al hacerlo, las empresas vinculadas con el Sistema están generando “valor compartido.” Lo decía el profesor Porter en su paso reciente por Cali, “no basta con ser más productivos, hablar de crecimiento o enfocarse en las utilidades. (…) lo que hay que redefinir es el propósito de las empresas”. “No solo porque es lo correcto y lo moral, sino porque de eso depende el progreso, la sostenibilidad e, inclusive, la existencia de cada empresa a largo plazo".Los grupos focales donde se gestionan los acuerdos privado-privado al interior del SRRS, ya están realizando el mapeo de intereses y expectativas de cada una de las empresas, contextualizando los resultados con la agenda del sector público, y empezando a estructurar las apuestas programáticas. Antes de finalizar el año, contaremos con acuerdos en Educación y Seguridad Alimentaria. Los temas varían según los intereses de las empresas.Es el momento para fortalecer estrategias empresariales como la del Sistema Regional de Responsabilidad Social y de procurar que más empresas se sumen para construir entre todas una visión de territorio. Los próximos objetivos del desarrollo sostenible demandan un fuerte rol del sector privado, y en el Valle del Cauca ya nos estamos preparando para ello.

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