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Valeria y Catalina Guerrero, las gemelas doradas del judo colombiano

A sus 11 años, Valeria y Catalina se proyectan como promesas del deporte vallecaucano. Son campeonas nacionales y su próximo reto es representar a Colombia.

12 de septiembre de 2015 Por: Juan Carlos Pamo - Reportero El País

A sus 11 años, Valeria y Catalina se proyectan como promesas del deporte vallecaucano. Son campeonas nacionales y su próximo reto es representar a Colombia.

Seguir el camino de la gran deportista vallecaucana Yuri Alvear es el objetivo a largo plazo de Catalina y Valeria Guerrero Silva, consideradas como las niñas prodigio del judo en Colombia.

La historia pareciera normal si no fuera porque este par de futuras estrellas en esta disciplina comparten más que el gusto y la pasión por un deporte que ha puesto en muchas ocasiones la bandera tricolor en lo más alto del mundo. Catalina y Valeria son almas gemelas dentro y fuera de los tatamis, sitio donde se realizan los combates.

Su parecido físico llama la atención no solo de sus rivales, sino de los entrenadores, jueces y aficionados del judo en Colombia.

A sus 11 años, ‘las gemelas maravilla’ —como son conocidas en el mundo de esta disciplina oriental— acaban de coronarse campeonas nacionales sub-13, en el certamen que se cumplió en días pasados en el coliseo Mariano Ramos de la capital vallecaucana.

Fueron descubiertas hace tres años en el proyecto de Educación Física en Recreación y Deporte de las Escuelas Públicas de Jamundí, cuando cursaban el tercer grado de primaria.

El hombre que vio unas condiciones especiales en las niñas fue el entrenador Ruperto Guauña, el mismo que descubrió a Yuri Alvear y a la cual entrenó durante los primeros seis años de su exitosa carrera deportiva.

[[nid:462946;http://contenidos.elpais.com.co/elpais/sites/default/files/imagecache/270x/2015/09/yuri_alvear_valeria_guerrero_catalina_guerrero.jpg;left;{Para ambas judocas, Catalina y Valeria Guerrero, su gran referente es otra jamundeña, Yuri Alvear.Especial para Elpaís.com.co}]]

“Ellas van por el mismo camino que vivió Yuri. Tienen grandes condiciones y seguramente con un buen proceso de formación y pulimiento de la técnica van a dar grandes resultados, no solo para el Valle, sino para Colombia”, indica Guauña.

Desde los 9 años decidieron cambiar las muñecas y juegos habituales de las niñas de su edad, para aprender la técnica, llaves y movimientos de un deporte que la Unesco declaró como ideal para la formación de los  jóvenes.

“Nos gustaría ser como Yuri en esta disciplina. Queremos llegar muy lejos para ayudar a nuestros padres, quienes se han sacrificado por apoyarnos”, comenta Catalina.

Su madre, Andrea, destaca que la práctica del judo les ha servido para formarlas no solo como deportistas, sino como personas. Actualmente cursan sexto grado de bachillerato en el Colegio Central en la ‘Tierra del cholado’ y una de las obligaciones impuestas por sus padres y entrenadores es  rendir en ambas facetas. “Ellas son muy buenas estudiantes. Son conscientes de que por ahora sus responsabilidades están en lo educativo y deportivo. Nuestra intención es apoyarlas porque lastimosamente este deporte no cuenta con el respaldo necesario”, agrega la mamá de las niñas.

Mientras Catalina es considerada la gemela de la cara seria, a su hermana Valeria la llaman la niña del rostro feliz.

Dos títulos en campeonatos nacionales, sumados a dos medallas doradas en las dos recientes versiones de Juegos Departamentales ratifican que son las reinas de la categoría sub-13 a nivel nacional.

Aunque llaman poderosamente la atención cuando se suben a combatir por la similitud de sus rasgos físicos, ellas consideran que son muy diferentes sobre el tatami.

Valeria explica que su mayor fortaleza es el trabajo con piernas y Catalina aduce a sus técnicas como el mayor potencial. Incluso, Guauña entrega una definición más particular de ellas como judocas.

“Catalina es una niña que no entrena muy bien, pero compite en forma excelente. Valeria, en cambio, entrena mejor, pero a la hora de los combates se le presentan dificultades. Esas son las cosas que a partir del próximo año les vamos a perfeccionar”.

[[nid:462949;http://contenidos.elpais.com.co/elpais/sites/default/files/imagecache/270x/2015/09/valeria_guerrero_catalina_guerrero_judo.jpg;left;{Valeria y Catalina Guerrero se acaban de coronar campeonas en la categoría sub-13 en judo de los Juegos Departamentales.Johan Manuel Morales / El País}]]

Ambas ya están en cinturón azul, el cuarto en la escala de aprendizaje del judo.

Algo curioso les sucedió en el Nacional del año pasado en Bucaramanga. Las dos deportistas llegaron a la final en la disputa de la presea de oro. Al término del combate, Catalina ganó la medalla dorada y en la ceremonia de premiación los jueces se equivocaron y nombraron a Valeria como vencedora. La decisión fue reversada al darse cuenta de la confusión de los jueces.

En el Campeonato Nacional de Cali que se realizó en agosto pasado, las dos niñas se tuvieron que enfrentar en otra final. Los asistentes elogiaron y se gozaron el combate de las gemelas.

“Cuando nos toca combatir a las dos, nos miramos como rivales. Lo de hermanas pasa a un segundo plano. Es más difícil la lucha porque nos conocemos muy bien y sabemos cuál es el secreto de cada una”, explica Valeria.

Los logros alcanzados en su corta trayectoria les han dado el derecho para integrar la selección Colombia que en octubre disputará el Panamericano a realizarse en Buenos Aires, Argentina.

“Ese es su gran sueño. Poder cumplir con su primera participación representado a Colombia en un evento de talla internacional. Estamos haciendo un llamado a las entidades y personas para ayudar a financiar el viaje de las niñas a territorio argentino”, menciona su padre, Rodrigo.

Las niñas Guerrero Silva se van perfilando como promesas del deporte en el Valle del Cauca. Cuentan con la garantía de estar en el programa de judo más famoso en Colombia, el cual ha entregado grandes resultados y que lleva cerca de 20 años de labores.

Con las victorias y medallas de las gemelas se sigue demostrando que Jamundí es la tierra de los mejores judocas del país, así como lo define Ruperto Guauña, quien asegura que “hasta el más malo en judo aquí es bueno”.

DatosPara Catalina y Valeria, quienes acaban de conseguir oro para Jamundí en los Juegos Departamentales de Palmira, su gran anhelo inmediato es competir en el Panamericano de Argentina.    Sus padres y entrenadores están haciendo un llamado para las personas  que quieran ayudar a financiar el viaje de las gemelas. Las personas interesadas en apoyarlas pueden comunicarse  con Andrea Silva, la madre de las gemelas, al celular 311 623 27 85. El Panamericano se efectuará en el mes de octubre. 
Frases"Cuando nos toca combatir a las dos, nos miramos como rivales. Lo de hermanas pasa a un segundo plano. Es más difícil la lucha”, Valeria Guerrero - judoca jamundeña. "Nos gustaría ser como Yuri Alvear en esta disciplina. Queremos llegar muy lejos para ayudar a nuestros padres, quienes nos apoyan”, Catalina Guerrero - judoca jamundeña.

 

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