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"Uno de mis sueños es jugar la Liga de Campeones": Yerry Mina

Barcelona y otros grandes de Europa ya tienen sus ojos puestos en Yerry Mina, el espigado zaguero caucano que brilla en la Selección y en el Palmeiras.

23 de octubre de 2016 Por: Por Juan Carlos Pamo- Reportero El País

Barcelona y otros grandes de Europa ya tienen sus ojos puestos en Yerry Mina, el espigado zaguero caucano que brilla en la Selección y en el Palmeiras.

Su espigada figura le hace infundir respeto en los rivales. Su gran proyección al ataque hace que sea temido en las áreas contrarias. Yerry Mina es el  nombre de moda en el fútbol colombiano y hasta en Europa.

 Sus más recientes actuaciones con la Selección Colombia dispararon los elogios a favor del zaguero central nacido en el municipio de Guachené, al norte del Cauca.

Para Yerry, el fútbol es algo que viene de cuna. Su padre, José Eulises, fue jugador profesional con una carrera por el balompié ecuatoriano, mientras que su tío Jaír fue arquero en algunos equipos del rentado nacional.

Todo hacía pensar que por su biotipo y ese antecedente familiar, el futuro de ese chico que se llenaba de sueños e ilusiones estaría bajo los tres palos. “Dejé la posición de guardameta porque me parecía bastante difícil”, comenta el zaguero mientras recuerda con nostalgia cómo fueron sus primeros años detrás de ese deseo de ser profesional.

Su formación arrancó en la Escuela de Fútbol de Guachené, en donde empezó a dejar ver algunas pinceladas de esas condiciones que hoy lo tienen en la órbita de grandes equipos en Europa.

Su primer objetivo siendo un ‘pelao’ era probar suerte en una escuadra profesional que le permitiera terminar de formarse como jugador. Y el camino comenzó por la capital vallecaucana. Fue a probar suerte en las divisiones menores del Deportivo Cali, pero no contó con la fortuna de superar las pruebas. Posteriormente tocó las puertas del América, pero insólitamente la condición para quedarse era ceder parte de sus derechos, lo que el jugador y su familia decidieron  no aceptar.

Su tío Jaír, quien ha sido su consejero y representante, le buscó una oportunidad en el Deportivo Pasto. Yerry no lo pensó dos veces y se fue a la escuadra del sur del país con la maleta llena de ambiciones.

Su debut se dio en marzo de 2013 en un juego  de la Copa Colombia ante Deportivo Cali. Ese día, con tan solo 19 años, daría el primer paso de una carrera que en los últimos años le ha dado alegrías y satisfacciones.

Tras jugar un año con Pasto se marchó a Santa Fe, en donde conoció las mieles del triunfo. Allí ganó una Liga y  una Superliga colombiana, además de la Copa Suramericana.

 Esa notable actuación le valió para dar el salto al fútbol internacional y firmar con Palmeiras de Brasil, tal  vez una estación antes de su paso al Viejo Continente. 

Barcelona de España lo tiene en la mira, ya se reservó el derecho de compra preferencial por una cifra cercana a los 9 millones de euros, aunque se dice que está tasado en 30 millones de euros para cualquier otro equipo que quiera sus servicios.

Se ganó la confianza de José Pékerman con la tricolor en el juego frente a Paraguay y la reafirmó anotando el gol salvador en el empate a dos tantos ante los uruguayos en el último cotejo por la eliminatoria suramericana. Es uno de los fijos para la próxima convocatoria para los duelos ante Chile y Argentina en el camino a Rusia 2018.

El País ubicó al defensor de 22 años en Sao Paulo para hablar de su gran momento futbolístico.

¿Cómo ha tomado los elogios recibidos en estos últimos días?

Muy tranquilo, siempre con los pies sobre la tierra y tratando de mejorar cada día para seguir creciendo.

¿Se había visualizado marcando un gol tan pronto con la Selección?

No me había imaginado que se diera tan pronto, pero uno siempre tiene esa ilusión de anotar. Siempre estuve pendiente de alguna bola que me quedara servida  y afortunadamente se dieron las cosas.

¿Cuando consigue ese gol ante Uruguay qué es lo primero que se le viene a la mente?

Lo primero que se me ocurrió era celebrar, demostrar esa alegría. Aunque Juan Guillermo Cuadrado me dijo que había que ir por el otro gol, yo aproveché ese instante para realizar el baile y expresar la felicidad.

¿Se ganó ya la confianza de José Pékerman?

Al que le toque seguro va a tratar de hacer lo mejor,  se trabaja a diario para seguir aprendiendo.

Será una linda disputa por esa posición en el combinado nacional...

Va a ser una linda lucha por ganarse la titularidad en la Selección. Hay que apoyar al compañero que tenga la posibilidad de actuar. La clave será estar todos unidos para lograr los objetivos que queremos.

¿Cómo analiza la actualidad de la Selección Colombia?

Estamos en una eliminatoria complicada porque todos quieren ir al Mundial. La idea es conseguir la clasificación antes de tiempo. 

Se viene Chile y Argentina, ¿cómo enfrentarlos?

Son dos equipos con excelentes jugadores. Debemos ganar en casa ante los chilenos e ir a la Argentina a sacar un buen resultado.

¿Qué tienen los defensas caucanos que se destacan notablemente?

Yo creo que son las ganas de sacar a nuestras familias adelante. Casos  como los de Cristian Zapata, Dávinson Sánchez y ahora yo, venimos de sectores donde casi no hay observadores y se hace más difícil la salida de esos talentos. 

¿Cómo fueron esos primeros años en el fútbol?

Muy complicados. Había que realizar muchos sacrificios, me tocaba caminar mucho tiempo para ir a  entrenamientos o pruebas. Recuerdo  que lloraba mucho porque tenía a mi familia lejos. En alguna oportunidad fui a probar al Cali y no me dejaron, luego estuve varios días en América, pero ellos querían un porcentaje de mi pase y mi tío dijo que no. Acudimos entonces al Deportivo Pasto, me quedé y Flabio Torres me puso a debutar.

¿Su paso por Palmeiras en qué le ha servido?

Para aprender de una experiencia internacional. Acá es un fútbol competitivo donde toca exigirse al máximo para conseguir cosas positivas.

 Se ha hablado en los últimos días de la opción de ir al Barcelona, ¿lo ilusiona?

Estoy tranquilo acá en Palmeiras con la intención de salir campeón. Lo demás vendrá por añadidura. Cualquiera quiere ir a Europa y algún día daré el salto.

¿Sería lindo jugar en un equipo como Barcelona?

Barcelona es un gran equipo, un gran club con grandísimos jugadores, pero por ahora mi mente está en Palmeiras.

 ¿Se sueña jugando la Liga de Campeones?

Uno de mis sueños es jugar la ‘Champions’. Sería muy emocionante estar con un gran equipo y hacer una buena actuación.

¿En Colombia era hincha de qué equipo?

Siempre me gustó el Cali, recuerdo el título del año 2005, cuando Hugo Rodallega fue figura.

¿A qué jugador admira en su posición?

En Colombia me gusta Cristian Zapata, a quien considero como un gran amigo, y del exterior admiro a Thiago Silva, de Brasil.

¿Debido a su estatura no pensó en dedicarse a otra disciplina?

Nunca me gustó otro deporte aparte del fútbol. Lo que sí quería era ser arquero, como lo fueron mi papá o mis tíos, pero él un día me aconsejó que no lo hiciera, que era una posición muy difícil y tomé la decisión de comenzar jugando en el mediocampo, pero en Pasto me utilizaron de defensa central y allí me quedé.

¿Su papá y su tío jugaron al fútbol profesional?

Mi padre estuvo jugando en el Ecuador y también hizo parte del Once Caldas. Mi tío Jaír jugó en algunos clubes de Colombia.

¿Cómo ayudar a los jóvenes de su tierra que tienen sueños como los suyos?

En Guachené hay mucho talento, pero no hay quién ayude a salir. En un futuro la idea es armar una fundación para impulsar a los jugadores a salir adelante.

¿Cómo es la historia de su apoyo a un cantautor de su pueblo?

Es un cantante que se llama ‘Pichi’ y es conocido como el ‘Negro de la Salsa’. Están promocionando su último trabajo musical y mi baile en los festejos es para ayudar a difundir su música.

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