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Sacerdote Hurtado Galvis, amor y pasión por el América de Cali

El sacerdote Alfonso Hurtado Galvis, ligado a la historia de la capital vallecaucana, confesó que su amor por el América "es algo que lleva en las entrañas".

29 de junio de 2012 Por: LEONARD GUTIÉRREZ – Especial Q’hubo para El País.com.co

El sacerdote Alfonso Hurtado Galvis, ligado a la historia de la capital vallecaucana, confesó que su amor por el América "es algo que lleva en las entrañas".

“ Levanto los brazos al cielo y maldigo al equipo América de Cali, y proclamo que América nunca será campeón”. Esas fueron las supuestas palabras de un hincha que le dieron inicio a la ‘Maldición del Garabato’, las mismas que sin quererlo harían al padre Alfonso Hurtado Galvis al más famoso de sus seguidores.Incólume, más fiel que nunca y con su fe restaurada al igual que el amor por el América, el hincha más constante del rojo, vive aún para dar fe de la historia del equipo escarlata, y de los acontecimientos de los que ha sido partícipe, a pesar de la sotana y el clériman, testigos fieles de su devoción a Dios. Cuenta la historia que Benjamín Urrea Monsalve, odontólogo de profesión, pero seguidor como ninguno del América, en cierta ocasión después de tanto ver perder a su equipo decidió maldecirlo en la mitad de la cancha, del que en ese entonces no se llamaba Pascual Guerrero, como ahora, sino Estadio Departamental San Fernando. “La leyenda del Garabato hace parte del imaginario colectivo del caleño, al igual que el supuesto exorcismo que le hice al Pascual Guerrero”, aseguró Hurtado Galvis, con la misma firmeza con la que Dios castiga la mentira, refiriéndose a la maldición que se hizo famosa en 1956.El padre hinchaPero, ¿por qué un cura, (que además es abogado de profesión y a sus 88 años es profesor de una universidad de Cali), es hincha del rojo, un equipo que porta como símbolo principal al diablo? “Mijo, el diablo no es como lo pintan, no tiene cachitos y mucho menos cola. El está en espíritu”, afirmó el cura en medio de una risa larga y sonora como su propia inteligencia y fluidez para hablar de lo bueno y de malo, todo para explicar que su amor por América es de niño y lo lleva en el corazón desde antes de ser cura o abogado.El padre Alfonso Hurtado es hijo de Liberio Hurtado Domínguez, quien fue muy amigo de Pascual Guerrero, un hombre reconocido en la región, y que en su momento hizo parte de la Asamblea del Valle, razón por la que desde muy pequeño fue cercano al deporte y posteriormente al América.Por medio de una ordenanza, liderada por Pascual Guerrero, después conseguirían el terreno del escenario más grande de Cali, donde América escribiría páginas doradas luego de haber sido un equipo de barrio en la cancha Galilea.En 1979, el dirigente y presidente de América Pepino Sangiovanni le preguntó a Hurtado Gavis: ¿Padre usted cree en las maldiciones? A lo que el padre contestó: “Las maldiciones no existen, contrate jugadores nuevos y buenos”, y Sangiovanni no dudó en hacerlo. Vendrían las contrataciones y el supuesto exorcismo de Galvis para que América lograra su primer campeonato y posteriormente muchos títulos de forma consecutiva.América en la BNo hay hincha que no piense que su equipo ganará siempre, y menos si este cuenta con un poquito de ayuda divina. “Me dolió mucho cuando América bajó a la B. Pero creo que está sufriendo lo que le dejó el narcotráfico”, explicó el padre, quien después de 88 años de vida como seguidor rojo, mantiene intacta la fe en el equipo de sus amores.“El maestro Eduardo Lara es de lo mejor que hay”, asegura, confiando en que el próximo martes América logrará una nueva estrella. “Que la bendición del Dios Todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo descienda sobre el América”, así le deseó suerte el padre al conjunto que a él, igual que a muchos, le enciende la llama roja de la pasión.

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