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Recibimiento por todo lo alto

Tras el cuarto lugar alcanzado en el Mundial de Alemania, el seleccionado Sub-20 femenino llegó este martes a Bogotá. Allí las jugadoras fueron recibidas por sus familiares, con cantos, con voces de aliento y luego partieron al Hotel de La Feria a descansar.

3 de agosto de 2010 Por: Sergio Olaya, Colprensa / El País

Tras el cuarto lugar alcanzado en el Mundial de Alemania, el seleccionado Sub-20 femenino llegó este martes a Bogotá. Allí las jugadoras fueron recibidas por sus familiares, con cantos, con voces de aliento y luego partieron al Hotel de La Feria a descansar.

Tras el cuarto lugar alcanzado en el Mundial de Alemania, el seleccionado Sub-20 femenino llegó este martes a Bogotá. Allí las jugadoras fueron recibidas por sus familiares, con cantos, con voces de aliento y luego partieron al Hotel de La Feria a descansar.Horas después el homenaje provino de la Federación Colombiana de Fútbol, en cabeza de su presidente Luis Bedoya, y de Bavaria, patrocinador del seleccionado. Al acto asistieron familiares, así como Francisco Maturana, director técnico en desarrollo de Colfútbol; y Hernán Darío Gómez, estratega de la selección mayor.El acto fue emotivo. Mientras que en las pantallas eran repetidas las mejores jugadas realizadas por el equipo en el evento orbital, en las afueras del salón un canto de batalla se oyó: el que realizaban las ‘Chicas Súper poderosas’. De inmediato, un aplauso estremeció el recinto, una a una fueron ingresando mientras sus amigos y familiares les tomaban fotos, algo que se hizo mucho más especial cuando ya en tarima una lluvia de papeles cubrió a las deportistas de una emoción enorme, que las hizo repetir sus gritos de batalla.Tras ella vino el contacto con los medios y allegados. Los besos y cariños que quedaron pendientes en Aeropuerto 'Eldorado' se hicieron realidad, luego se presentó el último almuerzo en grupo y, ya en la tarde, el desplazamiento a sus respectivos hogares.La alegría por la labor bien hecha fue latente, la humildad y la alegría identifican a estas niñas; por ello, el que se dieron esta mañana no fue un adiós sino un hasta luego, ya que muy pronto, en unos meses apenas, un nuevo microciclo las volverá a reunir.

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