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Niños futbolistas caleños viajan a Barcelona a cumplir un sueño

Quince niños caleños jugarán la Barcelona Premier Cup en 2015. Sueñan en grande.

2 de diciembre de 2014 Por: Yefferson Ospina Reportero de El País

Quince niños caleños jugarán la Barcelona Premier Cup en 2015. Sueñan en grande.

Al chico le dicen Puyol. Tiene ocho años, un metro y medio de estatura, es delgado y juega como el exdefensa central del Barcelona, Carles Puyol. Se llama Julián David y dice que su sueño es ser jugador de fútbol profesional. - ¿Y como quién quieres ser? - Como James. - Pero James es volante, y vos jugás como defensa, por eso te dicen Puyol, ¿no? - Ahh, sí, entonces como Yepes.El chico, junto a otros 15 como él, todos menores de ocho años, juega en el Dorado Fútbol Club, un equipo de la Comuna 10, sur de Cali, que representará a Colombia en la Barcelona Premier Cup, un campeonato que se realiza en esa ciudad y que es usado por los cazatalentos europeos para observar a los chicos que, como Julián David, serán los próximos James, o Yepes, o Messi o Puyol.Mientras juegan en la cancha sintética del barrio San Judas, Juan David rechaza un balón sin dejarlo caer al piso. La pelota sale disparada hacia el otro arco y es recibida por su compañero delantero. No termina en gol, pero a Julián David le gritan: “!Bien Puyol! Buena...”El chico se para atrás, observa a los atacantes rivales. Habla fuerte, golpea. El chico es un muro en la defensa, es Puyol.Dorado F. C.El profesor del equipo es Jheison Sucerquia, un costeño de 31 años que llegó hace más de diez a Cali a estudiar en la Escuela Nacional del Deporte y terminó dirigiendo al Dorado F. C. El equipo, dice Jheison, es todo un sueño. Está compuesto por 120 niños en cinco categorías, que van desde los 5 años hasta los 14.En agosto de este año, la categoría Pony del equipo, compuesta por niños entre siete y ocho años, fue la campeona del Bogotá Premier Cup, un torneo nacional de Fútbol 8 que premiaba al ganador con la inscripción y los gastos de alojamiento en Barcelona para disputar la Barcelona Premier Cup.El equipo de categoría Pony está compuesto por 15 niños, y una niña, pues la categoría es mixta, y esperan reunir el dinero necesario para viajar a Barcelona en abril del 2015, debido a que el premio del torneo en Bogotá solo cubre los gastos de hospedaje y la inscripción.Para recoger el dinero, los padres de los niños, así como el profesor, hacen rifas, kermeses y bingos. “Los niños se ganaron el viaje triunfando en el torneo. ¿Cómo les dice uno a ellos que no hay plata para ir?”, se pregunta Jheison, y vuelve a decir: “este equipo es un sueño”. Es un sueño compartido: los niños sueñan con ser James o Falcao y los padres anhelan verlos jugar en Barcelona.Los PonyJuanes juega como volante al lado de Kevin y Santiago. Adelante están Emanuelle con Isabella, la niña, la goleadora del equipo. El arquero es Juan Esteban y adelante de él, los defensas, comandados por Julian David o Puyol, como le dicen.Ninguno supera los ocho años, pero entre ellos ya se ha formado esa camaradería singular y profunda que surge en el fútbol. Se sientan juntos al medio tiempo del partido, se comparten el agua, se hablan de lo que han hecho bien y mal, se felicitan, se gritan. Antes de empezar de nuevo se abrazan y salen al campo.Eso es exactamente lo que el profesor Jheyson quiere lograr. El profesor jugó fútbol como profesional en la Primera B y conoce su magia. El sufrimiento, el deseo, el corazón que habita en el fútbol. Y sabe también lo que el fútbol puede significar para una ciudad como Cali. “Mire, si dejamos que los niños anden por ahí sin hacer nada, entonces el día que menos pensemos están en las drogas o quién sabe en qué. Si juegan fútbol, se hacen disciplinados, hacen amigos e incuban sueños”, dice el profesor.Jheyson dice, también, que la aparición de jugadores como James Rodríguez, Falcao García, Juan Guillermo Cuadrado, Juan Fernando Quintero, ha hecho que en los últimos meses más niños lleguen a su escuela y, de hecho, de alguna forma los ha vuelto más disciplinados.Ancízar Galeano, padre de uno de los chicos, dice que su hijo no se perdió ni uno de los partidos del mundial, y que ahora sueña ser como James. Y ese sueño ha hecho de su hijo un niño más disciplinado, más serio y más responsable, no solo con el fútbol, sino con el colegio.Jheyson explica que lo más importante de su escuela es precisamente formar mejores personas. De hecho, cada tres meses les pide el boletín del colegio a cada uno de sus jugadores y a aquellos que tienen calificaciones bajas, los castiga dejándolos de suplentes en los partidos. “El fútbol es disciplina, y lo es en todo, en tu casa, en la cancha, en el colegio, en el trabajo. Estos niños están viendo buenos ejemplos en la televisión, ven a James que es un jugador disciplinado, tanto como Falcao, como todos los de la selección. Ellos son sus héroes y son los ejemplos que tienen. Aquí lo que hacemos es guiarlos en sus aspiraciones”, dice el profesor.Santiago juega como volante. Es alto, su piel negra, los brazos y las piernas largas. Mueve el balón con ambas piernas. Hace algunas piruetas, un taco, un amague pasando la pierna sobre la bola. - Quién es tu ejemplo, Santi. - Falcao y James, claro...

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