“Me mintieron, como a muchos jugadores”

Dayron Pérez, uno de los fichajes del América y quien era visto por los directivos ‘Rojos’ como el reemplazante de Gabriel Fernández, entrenó hasta el lunes con el club. Se va decepcionado con la dirigencia americana.

Dayron Pérez, uno de los fichajes del América y quien era visto por los directivos ‘Rojos’ como el reemplazante de Gabriel Fernández, entrenó hasta el lunes con el club. Se va decepcionado con la dirigencia americana. ¿Por qué se acabó tan prematuramente la simpatía con los directivos ‘Rojos’? "No lo entiendo. Llevaba mes y medio, antes de venir, tratando de llegar a un acuerdo económico con Mauricio Vélez (gerente deportivo), con quien me pude entender al final. Luego me pidieron una espera para firmar el contrato, pero hasta el día de hoy (ayer), cuando tomé la decisión de no seguir más, no me llegó el contrato. Me mintieron como lo han hecho con muchos jugadores y me duele porque venía con muchas expectativas". ¿En qué le mintieron? "Primero, yo llegué contratado, todo era un hecho, pero el contrato nunca llegó. Además, me prometieron una casa, pero después me dijeron que eso no iba a ser posible. Me tocó quedarme en un hotel. Inclusive, el Presidente del Once Caldas estaba inconforme porque yo estaba entrenando sin contrato. Me voy tranquilo porque sé que hice las cosas bien". ¿Quién pagó el hotel? "Me tocó a mí hacerme responsable. Inclusive, después del partido frente a Junior me ofrecieron una casa-hogar para cuatro jugadores, sin tener en cuenta que yo fui campeón con el Once Caldas, y en Pereira fui el que más goles hice. Llegué pidiendo unas condiciones mínimas que nunca se cumplieron". Su representante le había advertido que no viniera al América, ¿por qué hizo caso omiso de ello? "A uno le tienen que pasar las cosas para confirmarlas. Mi representante sí me había dicho que aquí no iba a pasar nada. Sin embargo, yo creí en Mauricio Vélez". ¿Ha sido el paso más efímero que ha tenido por un club profesional? "No pude hacer nada. Sólo trabajos físicos, seis o siete secciones de entrenamiento y el primer tiempo del partido contra Junior, en el que no entregué ninguna pelota mala. Sabía que podía triunfar en América".