'Mao' Molina volvió a nacer tras accidente en fútbol coreano

El mediocampista se dio un fuerte golpe de cabeza con un rival y perdió el conocimiento durante casi tres minutos.

Ni las derrotas más humillantes ni la operación de pubalgia que lo tuvo recluido por un largo período en una clínica de Cali marcaron tanto a Mauricio Molina como el accidente que sufrió el fin de semana pasado mientras disputaba un partido de la Liga de Corea del Sur con el FC Seoul.Dice que después de este episodio mira la vida de una manera diferente. "Volví a nacer".Hoy espera los resultados de los exámenes y confía en que no muestren complicaciones. No tener vómito ni dolor de cabeza lo alienta.En Colombia hay mucha inquietud por su salud, ¿cómo se encuentra?Todavía estoy asustado, tocado con ese hecho, a la espera de que todo salga bien. Los médicos me han dicho que hay poca probabilidad de que ocurra algo grave, pero de todas formas uno sí se toca en la parte mental, porque fue un episodio duro. Verse en ese video como un trapo y perder el conocimiento da la sensación de que todo pudo haber terminado en ese momento. Es muy duro.¿Ha visto mucho la repetición del accidente?Lo hemos visto varias veces en la casa. Es demasiado duro sentir la fragilidad de la vida, de que todo puede cambiar en un segundo. Ver la tristeza de la familia que estaba en la tribuna y a los niños que apenas están creciendo. Me doy cuenta de que pude haberme ido por esa situación, pudieron pasar muchas cosas y conté con demasiada suerte de que no pasó nada grave. Acá estoy contando la historia, con la oportunidad de ver una vez más a mi familia, eso no tiene precio.

¿Qué piensa con tanta manifestación de cariño?Aunque estoy tan lejos y desconectado de ese mundo, me doy cuenta de que todavía soy recordado. La gente se preocupa y he recibido muchos mensajes de apoyo. Eso me da un ánimo extra.¿Qué reflexión le queda?Después de este episodio voy a ver la vida de una manera totalmente diferente. Esto me está marcando, siento que volví a nacer, que estuve a un paso de irme. Me estaba tragando la lengua, tuve convulsiones y la fuerza que ellos hacían no era suficiente para abrirme la boca, porque trabé toda la mandíbula. Por fortuna entre todos ayudaron y pude respirar, pues había caído inconsciente y sin reflejos.¿De qué se acuerda?Del momento en que mi compañero centró y yo iba a cabecear, iban dos minutos de juego. No recuerdo cuando salí de la cancha caminando. Solo recuerdo desde que estaba sentado y pedí los guayos porque quería volver a entrar y el médico me dijo que me había pasado algo grave y que no podía seguir. Tenía la visión borrosa y entendí la gravedad de todo. Luego caminé hacia el banco y eso no lo recuerdo. Solo a los 26 minutos, cuando el equipo hizo el primer gol y los compañeros fueron a celebrar conmigo, empecé a tener más claridad.