La mamá de Caterine Ibargüen está orgullosa por el triunfo de su hija en Río 2016

Francisca Mena disfrutó en Turbo de la hazaña de su hija el domingo al lado de todos sus familiares.

En una finca cercana a Turbo, lejos del ruido y del acoso de la prensa, vivió y siguió Francisca Mena, madre de Caterine Ibargüen, el salto dorado de su hija en los Juegos Olímpicos de Río-2016.

“Preferí irme a una finca con unos familiares; allá me pusieron un televisor y pudimos seguir la competencia con calma. Sé que la prensa me estaba buscando, pero quise estar tranquila para ver a mi hija”, dijo la madre de la medallista de oro.

Doña Francisca señaló que antes de la competencia del domingo habló con Caterine y, como siempre, la notó confiada y optimista de lo que podía hacer en competencia.

“Hablamos un rato y la noté muy tranquila; Caterine siempre va confiada y muy optimista a todas las competencias; todas esas pruebas son difíciles, pero ella es muy fuerte mentalmente y siempre  cree en sus condiciones”.

La madre de la campeona olímpica señaló que ayer volvió a hablar con su hija, previo a la ceremonia de entrega de la medalla.

“Me llamó y me dijo que pasó un día tranquilo, más bien descansando y esperando que llegara la hora de la premiación”.

Sobre esa presea dorada, doña Francisca no escondió su enorme emoción porque su hija, hoy por hoy, es la mejor del mundo en el salto triple.

“Me siento la mamá más orgullosa y feliz del planeta; lo que hizo mi hija el domingo es algo grandioso, un triunfo que todo el país disfrutó. Hay que darle gracias a Dios por todas estas bendiciones y ojalá Caterine siga sumando más victorias, porque es muy disciplinada y muy dedicada a su deporte”, expresó Mena.

Confesó que por ahora se aplazará el encuentro con su hija, debido a que la medallista de oro deberá cumplir compromisos de la Liga de Diamante en las próximas semanas.

“Yo creo que el encuentro con ella ya será, como siempre, en diciembre acá en Turbo, porque primero están los compromisos de Caterine”.