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La llave maestra de la Selección Colombia

La sociedad James-Cardona está demostrando en la Copa América cómo se abren las cerraduras de los rivales.

12 de junio de 2016 Por: Por Daniel Molina Durango Enviado especial de El País a Estados Unidos

La sociedad James-Cardona está demostrando en la Copa América cómo se abren las cerraduras de los rivales.

Por separado, cada uno es bueno en su función de generar fútbol, pero cuando se juntan, James Rodríguez y Edwin Cardona son capaces de hacer que a cualquier defensa le empiecen a temblar las piernas. 

Hoy en día para muchos es una grata novedad verlos jugar juntos en la mitad de la cancha de la Selección Colombia de mayores, pero la verdad es que ambos se conocen desde el 2011, cuando fueron compañeros del equipo Sub-20 que preparó Eduardo Lara para afrontar el Mundial de esa categoría que se efectuó en suelo cafetero.

Pasaron ya cinco años después de eso (al final Cardona no jugó el Mundial Sub-20 por disposición técnica de Lara) y ambos se volvieron a encontrar, ahora con José Pékerman como entrenador.

‘Don José’, siempre astuto, se dio cuenta de que tenía en su nómina dos talentos diferentes, pero que perfectamente se podían complementar. Ahora, en la Copa América Centenario, la dupla James-Cardona sí que está haciendo estragos. Estadounidenses y paraguayos son claros testigos.

“Le da tranquilidad a uno tener dos compañeros que mantengan siempre ese buen nivel de elaboración de fútbol”, opina el también volante Juan Guillermo Cuadrado.

Ahora que la Copa entró en su recta definitiva, será crucial para Colombia que esta sociedad se siga afianzando.

James, liderazgo y visión de juego

El capitán colombiano, pese a que es muy joven, poco a poco se comienza a convertir en el líder del equipo debido a ciertas actitudes positivas y que inspiran. Por ejemplo, jugar ante Paraguay  con dolor en el hombro izquierdo y ser la gran figura, marcando un gol y hasta recuperando balones en la mitad, le valió al ‘10’ ganarse la admiración de todo el público y de sus compañeros.

“Por la Selección lo doy todo y juego hasta cojo”, sostuvo incluso James tras ese partido, demostrando en pocas palabras de qué está hecho.

“Es nuestro referente y significa mucho para el equipo que siempre juegue”, sostiene su socio en el campo, Edwin Cardona.

Pero más allá de su aporte anímico, hay que hablar de lo futbolístico, ya que, según Pékerman, “la forma como ve el fútbol, sus pases y sus cambios de frente, hacen que sea un jugador irremplazable para Colombia”.

Además, el volante del Real Madrid aporta goles en buena cantidad. Ya suma 16 con la casaca de Colombia y está a nueve de igualar a Radamel Falcao García, máximo artillero histórico de Colombia. A este paso, seguro lo logrará.

Cardona, la irreverencia

‘Crackdona’, como le dicen en el fútbol mexicano, donde brilla con el Monterrey,  es la irreverencia pura en el terreno de juego. Cuando el balón cae a sus pies, siempre trata de eludir a los adversarios cercanos y disparar al arco unos verdaderos cañonazos.

Pero en la Selección Cardona no solamente remata los balones que le quedan, sino que cambia constantemente de ritmo y busca asociarse en corto.

“Muchos dicen que está gordo, pero es el hombre que les reparte juego a todos”, afirma el reconocido periodista argentino Juan Pablo Varsky.

El proceso de Edwin con la tricolor ha sido ascendente. No brilló mucho en la Copa América de Chile, pero en octubre del año pasado debutó con gol (en el triunfo 2-0 ante Perú) en las Eliminatorias a Rusia 2018.

En este 2016 trasladó todo su buen nivel en el Monterrey a Colombia y marcó el gol del triunfo en La Paz ante Bolivia en el camino hacia el próximo Mundial.

Con el liderazgo y la visión de juego de James, y la irreverencia de Cardona, Colombia tiene una sociedad peligrosa y que en cualquier instante puede desequilibrar la balanza de un partido cerrado. El reto de esta ‘llave’ de aquí en adelante será continuar con su buena producción para que la Tricolor llegue muy lejos en esta Copa América.

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