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Invasión europea en la Copa Bionaire

Catorce jugadoras europeas, seis del top 100, son uno de los grandes atractivos de la VII Copa Bionaire de Tenis Profesional Femenino. El torneo será puntuable para la WTA. Colombia juega sus cartas.

10 de febrero de 2013 Por: Alda Mera- Reportera de El País

Catorce jugadoras europeas, seis del top 100, son uno de los grandes atractivos de la VII Copa Bionaire de Tenis Profesional Femenino. El torneo será puntuable para la WTA. Colombia juega sus cartas.

Veintitrés raquetas de Europa, seis de ellas ‘top 100’ del ranking mundial, y el nuevo estatus de ser la primera cita del calendario de la Woman’s Tennis Association, WTA, en Latinoamérica, hacen de la VII Copa Bionaire una edición inédita y privilegiada en la historia del tenis colombiano y continental.Lara Arruabarrena Vecino (77), Mandy Minella (80), Nina Bratchikova (87), Alexandra Panova (93), Alexandra Cadantu (94) y María Teresa Torro-Flor (98) llegan como las tenistas mejor clasificadas al Club Campestre de Cali en busca del título VII Copa Bionaire de Tenis Profesional Femenino, que desde el sábado jugaba la fase clasificatoria y que se prolongará hasta el 17 de febrero próximo.El certamen suma este año dos grandes atractivos: su bolsa de premios pasa de US$100.000 a US$ 125.000 más hospitalidad (hospedaje para las jugadoras) y es puntuable para la WTA. Un privilegio que destacó Felipe Gómez, vicepresidente y gerente general de Oster para la Región Andina, firma patrocinadora del evento, al resaltar que “Colombia es el único país de Sur América que con la Copa Bionaire tiene hoy dos torneos categoría WTA”.Un proceso que se logró sumando puntos desde la primera versión en 2007, “fuimos construyendo credibilidad y confianza con una excelente ejecución de cada evento y un trabajo en equipo con las partes involucradas durante las seis versiones que anteceden esta VII Copa Bionaire”, dijo el ejecutivo.Así, la organización pasó ‘la qualy’ y en 2009 inició contactos planificando el ascenso del torneo a la máxima categoría profesional WTA. El torneo convoca este año a participantes provenientes de 22 países, incluido el anfitrión con sus mejores cartas, Mariana Duque, del equipo Colsánitas, y Catalina Castaño y Carol Yuliana Lizarazo. Las dos últimas entran por carta de invitación ‘will card’ de la organización y jugarán la calificación, mientras que Mariana llegará al cuadro principal directamente. Fabiola Zuluaga, la mejor tenista del país en la historia, celebró como una gran oportunidad que Colombia tenga ya dos torneos de este tamaño en el país. “Es una gran ventaja para las jugadoras tener en su país dos competencias para puntuar en la WTA sin tener que salir de casa”, dijo la raqueta que jugó de tú a tú con las mejores del mundo en los cuatro continentes. Aunque actuar de local supone una ventaja, Fabiola cree que la presión de jugar en casa no es fácil de manejar. “Es cuestión de acostumbrarse mentalmente y esperamos que muy pronto una colombiana puede obtener el título”, acotó, ya que en las seis ediciones anteriores el título se lo han llevado las extranjeras.El periodista de tenis Jaime Arango se une a la opinión y dice que en estos casos juega una presión emocional que las locales aún no han aprendido a dominar. “Esa sensación de que ‘esta es mi tierra y tengo que ganar’ y el público con la mira puesta en ellas no las deja asumir con más tranquilidad la competencia”, dice.Gómez resalta que las colombianas siempre han brindado su mejor esfuerzo en un torneo de talla mundial donde se enfrentan a jugadoras del ‘top 100’ y con presencia frecuente en los grandes torneos Grand Slam y recuerda que Mariana Duque alcanzó la final de la IV Copa Bionaire 2010 jugando un vibrante partido a tres sets contra Polona Hercog (Eslovenia).Arango señala que el biotipo europeo y caucásico juega en contra de las locales. “En Colombia las mujeres no alcanzan los 1,75 metros de altura y al torneo vienen las rusas, las checas, las rumanas, que miden más de 1,80 m y en el tenis se requiere una estatura mínima para desarrollar un buen juego”, dice.Fabiola no comparte mucho esta apreciación. “Una buena estatura sí representa una ventaja, pero no hay necesidad de ser tan alta para ser competitiva; para obtener buenos resultados se requiere la combinación de factores como mucho trabajo, vocación, buenos entrenadores y en especial, creer mucho en sí misma”, opina.Justamente, Gómez destaca que la Copa Bionaire “es una oportunidad única para las jugadoras nacionales para ganar experiencia, puntos WTA y premios, aprovechando la localía, el apoyo del público y los medios de comunicación”.El ejecutivo trae a colación que tenistas como Polona Hercog (Eslovenia) e Irina Camelia Begu (Rumania), llegaron a la IV y VI Copa Bionaire, respectivamente, como desconocidas con ranking arriba del puesto 200. “Llegaron a Cali, ganaron las respectivas ediciones de este torneo y les sirvió para ubicarse esos mismos años en el top 50 del ranking mundial. Un privilegio único para la afición del tenis nacional que vio de cerca a estas jugadoras que hoy pertenecen a la élite del tenis femenino mundial”.Aparte de ser ahora el primer torneo categoría WTA que abre la temporada de tenis profesional femenino en Latinoamérica, oportunidad única para sumar puntos en este escalafón, Gómez le agrega otro aliciente: “La excelencia en la organización del torneo, la calidez de la gente y la nutrida participación de público hacen de la Copa Bionaire un torneo único y preferido por las jugadoras”.

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