"El fútbol en tiempos del coronavirus, una nueva realidad a la que toca adaptarnos" (Opinión)

Suficiente cubrimiento se le ha hecho al coronavirus. La pandemia global ha detenido la sociedad, ha volcado las vidas de todos nosotros, y, claro, también ha parado el fútbol. Por completo. Como nunca antes.

¿Qué nos queda a los futboleros en estos tiempos difíciles, mientras nos adaptamos a esta nueva realidad? Habrá que ver si se podrá continuar con alguna liga, o algún torneo, si habrá alguna forma o método por el cual se puedan completar. Jugar sin público no es una opción. El fútbol sin hinchas no es fútbol. Lo sabrán bien aquellos que vimos uno que otro partido a puerta cerrada hace un mes. No fueron más que sesiones de entrenamiento con la música de la Champions o la Serie A de fondo.

Realmente difíciles de ver, e incomparables con lo que es un partido con estadio lleno, como el fútbol debería ser. En la Premier, jugadores y entrenadores – Guardiola, particularmente – están totalmente en contra de que la liga continúe sin fanáticos. Y con toda razón.

Podría terminar de jugarse todo en Junio. Ya sin Copa América ni Eurocopa, se ha hablado mucho de que los torneos de clubes se completarán en esa época. Sería lindo la Champions en el verano, pero, por como van las cosas, parece que ni eso. No es probable que se vuelva a jugar en un largo – largo – tiempo.

Lo mejor, ahora, es olvidar esta temporada, que se detuvo hace cuatro semanas — que parecen años — y que probablemente no terminará nunca. Y es que realmente no hay otra opción. Una temporada en la que el Liverpool arrasó con la Premier- con dos victorias más hubiera sido campeón. Una temporada en la que el peor Barsa en años era primero en La Liga, liderado por Messi, aprovechando la inexplicable irregularidad del Madrid de Zidane. Una temporada en la que finalmente teníamos competencia por el título de la Serie A de Italia, entre la Juve y la Lazio, el competidor más improbable. Una temporada en la que el Bayern y el PSG, probablemente, serían campeones de nuevo.

Lo más probable es que cada liga se anule, por lo que han hablado las federaciones respectivas. Y sí, algunos equipos – PSG, Liverpool – merecen que simplemente se les de el titulo, pero, en ese caso, todo se torna un poco complicado: ¿Quién desciende en cada liga? ¿Quién clasifica a la Champions? Quedan demasiadas incógnitas, y no hay una sola forma de medir todo.

Golpe durísimo para el Atlético, que acababa de hacer historia en Anfield, y no podrá continuar en Champions tras sacar al campeón vigente. Golpe durísimo para el Liverpool y sus hinchas, que han esperado treinta años para llevarse la Premier, y en la temporada en la que absolutamente nada podía prevenirlo, lo ha hecho un accidente cuasi-apocalíptico. Golpe durísimo para todos nosotros, los futboleros que nos hemos quedado mirando a la pared. Vacíos. No es mala idea buscar partidos viejos por internet, para pasar el aburrimiento (los partidos de Colombia en Brasil 2014, por ejemplo; son momentos que no vuelven).

Y mientras esperamos a que reanude algo, cualquier cosa, hay tiempo para meditar un poco. Y para reparar en lo hermoso que es el fútbol. En cómo nos llena la vida. Y sin embargo, hay tiempo para caer en cuenta de lo insignificante que realmente es. De su irrelevante secundariedad. De lo ridículos que parecen ahora los 100 millones de euros que gana Messi al año. Lo inútil que es nuestra obsesión con un juego que no es nada más que eso. Por lo pronto, bien dijo Falcao hace poco, “Hay gente muriendo en todo el mundo, y nosotros hablando de jugar fútbol.” “Cuídate y quédate en casa”, instó el Tigre. Hay miles de cosas que vienen antes del entretenimiento, de la ficción que es el fútbol.

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Twitter: @manrodllo