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Sergio Herrera, Ex Deportivo Táchira. | Foto: Especial para El País

FÚTBOL

"En Venezuela no se vive, se sobrevive": Sergio Herrera

El exdelantero de América y Deportivo Cali jugó en el Táchira, equipo en el que además de actuar en liga venezolana y Copa, vivió de cerca el drama por el caos político y social de ese país.

7 de julio de 2017 Por: Francisco Henao Bolívar / Reportero de El País

El fútbol venezolano no escapa a la difícil situación política que vive el país por las numerosas marchas, las ya tradicionales protestas, la represión policial y el drama por conseguir un medicamento o los artículos básicos de la canasta familiar.

Sergio Herrera, exjugador del América y Deportivo Cali y quien inicia ahora una nueva etapa como asistente técnico de Universitario de Popayán, vivió y sufrió hasta hace poco el caos de Venezuela, siendo jugador del Deportivo Táchira.


El también exdelantero de la Selección Colombia fue contundente: “En Colombia la gente solo ve por televisión el 10% de lo que está pasando en Venezuela. De verdad no saben la cruda realidad de ese país”, dijo.

Herrera, que se retiró hace poco de la actividad en el Táchira, habló de lo que es jugar en una liga de un país en donde se habla más de marchas, protestas, dictadura y agresiones, que de fútbol.

¿Cómo se vive el fútbol en la Venezuela de hoy?
Para algunos allá el fútbol es ese poquito de alegría o distracción que puede tener en cualquier momento del día. Eso lo pensábamos cuando teníamos la oportunidad de representar a Venezuela en Copa Libertadores con el Táchira. Tratábamos de darlo todo para que toda esa gente que está sufriendo, tuviera un momento de alegría. Allá los estadios casi siempre están vacíos, los alimentos son escasos, no hay medicamentos. Es un tema muy duro y muy complejo, es una realidad que difiere mucho de lo que se ve en los noticieros. No es ni siquiera el 10% de lo que sucede. Lo viví personalmente y es muy duro ver sufrir a los hermanos venezolanos.

¿Usted cómo hacía para el tema alimentos y medicamentos?
Yo trataba de cuidar al máximo lo que conseguía; las cosas que no podía comprar, aprovechaba los días cuando abrían la frontera y pasaba a comprar alimentos en Cúcuta.

¿Le tocaba mercar en Colombia?
Sí, tenía esa facilidad porque San Cristóbal está muy cerca de Cúcuta, a casi 40 minutos; yo aprovechaba los días que habilitaban el paso para abastecerme. Los compañeros del equipo estaban pendientes de ese tema y me encargaban las cosas que más necesitaban.

¿En San Cristóbal afectó a los jugadores el tema de las marchas y las protestas?
En el caso mío nunca tuve inconvenientes, más allá de lo normal. Se presentaban marchas y protestas y ya uno sabía por dónde movilizarse. La recomendación era ir de la casa al entrenamiento o a la concentración. Yo trataba de no estar mucho tiempo por fuera de la casa.

¿La gente en Venezuela sí va a los estadios con la situación en que está?
Los estadios muchas veces estaban vacíos. Nosotros como jugadores intentábamos esforzarnos al máximo para cumplirles a los pocos aficionados que iban. Ese era un tema muy difícil. Cuando yo llegué, el salario mínimo estaba en 20 mil bolívares y una entrada al estadio costaba 2 mil bolívares; si la persona va acompañada, son 4 mil. Que se gaste 2 mil más en pasajes y 2 mil en comida. ¿Cómo se va a gastar 8 mil bolívares en un partido cuando el salario mínimo eran 20 mil?. En ese sentido era muy difícil.

¿A usted lo llegaron a abordar colombianos residentes allá para pedirle colaboración?
Hay muchas familias colombianas y con los amigos cercanos tratábamos de ayudar en lo que más podíamos; en mi primera etapa allá viví dos años y alcancé a hacer muchos amigos, a los que me encontré cuando regresé el año pasado y a ellos los ayudé hasta donde pude.

¿Con los futbolistas venezolanos hablaban de la situación del país o era un tema prohibido?
No, ese tema se podía tratar con los jugadores venezolanos abiertamente, sin problemas; ellos son conscientes de la situación que viven. Es triste y es difícil para todos. Algunos teníamos la posibilidad de conseguir ciertas cosas, pero la situación de Venezuela es un tema que ha tocado a todos.

Con una situación así, ¿por qué hay muchos colombianos actuando en esa liga?
Por la misma necesidad de trabajar, de jugar. El ser humano siempre se adapta a cualquier situación. Uno muchas veces piensa que el tema puede ser pasajero o que uno va a estar dos o tres años solamente. Allá hay colombianos que llevan muchos años en Venezuela y ya saben cómo vivir porque esa es otra realidad: en Venezuela no se vive, se sobrevive.

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