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“En mi época el ciclismo era puro”: Martín 'Cochise' Rodríguez

El expedalista paisa dice que el único doping que usaba era el 'menjure' que le preparaba su mamá en casa. Con eso, más una férrea disciplina y excelente preparación, logró triunfos en pista y ruta.

24 de febrero de 2013 Por: FRANCISCO HENAO BOLÍVAR- Especial para El País

El expedalista paisa dice que el único doping que usaba era el 'menjure' que le preparaba su mamá en casa. Con eso, más una férrea disciplina y excelente preparación, logró triunfos en pista y ruta.

Para muchos, es el ciclista colombiano más completo de la historia por sus triunfos tanto en la ruta como en la pista. Para otros, sin importar la posición, está en el ‘top ten’ de los pedalistas nacionales más destacados.Se llama Martín Emilio Rodríguez Gutiérrez, pero en cualquier parte del planeta lo conocen más como 'Cochise'. Tiene 70 años y se puede dar el lujo de decir que fue el primer ciclista colombiano en conseguir un triunfo de oro en el exterior.El récord mundial de la hora logrado en Ciudad de México en 1970 y el campeonato mundial de los 4000 metros persecución individual, alcanzado en Varese, Italia, un año después, fueron las llaves con las que se comenzaron a abrir las puertas del pedalismo internacional para los llamados escarabajos nacionales.Hoy, 'Cochise' recuerda esa época, gloriosa para él y para el ciclismo colombiano, y se considera con autoridad moral para analizar lo sucedido con la bomba sobre dopaje soltada por Lance Armstrong hace unas semanas.¿De dónde viene el apodo de 'Cochise'?De una escuela de Medellín. Una vez nos llevaron a ver una película de indígenas y soldados norteamericanos y había un indio que se llamaba ‘Cochise’; era muy aguerrido y peleaba por su tribu. Era como el jefe de esa tribu, entonces cuando salimos de ver la película, yo decía que era ‘Cochise’ y resulta que los amigos me empezaron a llamar así y así me quedé.¿A qué se dedica a los 70 años?Yo tengo que trabajar para sobrevivir. Cuando yo corría, el ciclismo no era tan boyante y tan solvente como ahora; uno corría era por la medallita, por copas y por pergaminos. Hoy en día los ciclistas, futbolistas y atletas ganan mucho dinero. Por eso a mí me toca trabajar. Estoy esperando un contrato para trabajar con el equipo Claro y el Comité Olímpico.¿Cómo empezó en el ciclismo?A mí me tocó trabajar desde muy niño. Mi papá murió a los 15 días de yo haber nacido; en la casa éramos tres hombres y tres mujeres, además de mi mamá; yo tenía que colaborar en lo económico; un hermano me prestó 15 pesos para comprar una bicicletica rudimentaria; empecé a trabajar en una farmacia que se llamaba 'Botica de los Izasa', en el centro de Medellín, y ahí empecé haciendo domicilios.¿De qué manera llegó a su primera competencia?Fue en la misma bicicleta que incluso era de mujer. Corrí una doble a Barbosa, en Antioquia. Ahí quedé de 15, pero yo seguí trabajando en la farmacia haciendo mis domicilios. Luego mis patrones me prestaron 70 pesos para comprar la famosa Monark que se hacía en Cali, era una bicicleta cachona y con ella empecé a ganar mis primeras carreras.¿Cómo fue la experiencia en su primera Vuelta a Colombia?Fue muy buena. En 1961 corrí mi primera Vuelta y fui campeón de los Novatos. Al año siguiente perdí por ocho segundos con Roberto 'Pajarito' Buitrago. Luego gané en el 63 y en el 64. En el 65 perdí con el 'Ñato' Suárez, pero gané las del 66 y 67. La experiencia fue buena porque gané cuatro Vueltas a Colombia y tres subcampeonatos.¿En aquella época ganaba como para mantenerse?No, yo fui a Italia con un contratico discreto. No es como ahora que un ciclista puede ganar 500 mil dólares por año. A mí me tocó trabajar de manera incansable desde que me retiré.¿Si corriera en esta época sería millonario?¡Ave María, por Dios! ‘Cochise’ tenía mucha vitalidad, muchas condiciones; yo era una persona privilegiada por Dios, por la fortaleza que he tenido y por mi familia; mi mamá me cuidó mucho a pesar de los problemas económicos que teníamos. Ahora la que me cuida es mi esposa, no me deja engordar.¿En su época existía el doping así fuera de otra manera?El mejor doping lo tenía mi mamá en la casa; ella me preparaba un 'merjure' de hígado crudo con pajarilla y lo licuaba; luego le echaba jugo de mora para que eso quedara súper. Era un hierro del macho. Yo me tomaba eso y me iba a una Vuelta a Colombia y volaba; no había necesidad de tomar lo que toman ahora. Dice Lance Armstrong que uno no puede ganar una competencia sin tomarse algo raro. No estoy de acuerdo con eso. Basta con prepararse bien, dormir bien, tener disciplina y ser constante en la bicicleta. Un deportista bien cuidado y que no esté en juergas por ahí, triunfa. Lo que pasa es que algunos ganan algo y creen que cogieron el mundo con las manos.¿Le sorprendió lo de Armstrong?Lógico, porque si él no hubiera abierto la boca, no hubiera pasado nada. Yo lo veía como un grande porque es que ganar siete Tour de Francia es de una aplanadora, eso no lo hace cualquiera, es que ni un burro; tiene que ser un caballo de carrera muy bueno; a él no le habían encontrado nada, pero se dejó convencer para darle la entrevista a esa señora y ahí fue donde tiró por tierra todo lo que había hecho.¿A usted nunca le ofrecieron algo?Nada. Mientras estuve en la Bianchi no me ofrecieron nada, ni el médico y ni Felice Gimondi, que era el capo del equipo. Yo sí me tomaba mis vitaminas porque uno para hacer 280 kilómetros un día y al otro día 250 y luego 270, sí necesita más que un desayuno reforzado. Las vitaminas eran para aguantar todo ese kilometraje, pero eran vitaminas y no cosas extradeportivas. Nunca me ofrecieron algo para mejorar.¿Usted puede asegurar que el ciclismo de su época fue limpio?Lógico, era más puro. Es que yo tengo que encontrar a un médico deportólogo que me diga qué es la eritoproyetina y para qué es eso de transfusión de sangre.¿Sí fue la aguapanela el 'doping' de los colombianos que corrieron en los 80 en todas las competencias europeas?Es que mire que a mí varias veces me tocó ir como acompañante al Tour del Avenir y al Tour de Francia y los mismos rusos le decían a uno que les diera panela. “Colombiano... panela, panela”, era lo único que decían porque es que nuestros corredores llevaban pedacitos de panela en el bolsillo de la camiseta y comían un poco en la carretera. La aguapanela es un alimento con calorías que caía muy bien.¿Qué más le preparaba su mamá para aguantar en todas las carreras?Y es que le parece poquito todo ese 'merjure' que me tenía que tomar. Eso no sabía sino que olía muy maluco. Es que eso licuado era prácticamente como tomar sangre, pero tenía mucho hierro y uno se mantenía con la hemoglobina arriba. Yo corría, pero cuando me acostaba soñaba hasta con el diablo desnudo.¿Qué anécdota recuerda de tantos viajes al exterior?Una vez íbamos a la Vuelta a Brasil y viajamos en un avión en donde pasamos un susto tremendo; íbamos como a 18 mil pies de altura y de un momento a otro las hélices del avión se apagaron; era como poner un carro en neutro. Todos dijimos que el avión se iba a caer, pero al momentico volvieron a funcionar las hélices. Le pregunté a una azafata que qué había pasado y me dijo que era un cambio de velocidad que siempre se hacía en pleno vuelo. Le dije que la próxima vez avisaran para que no le metieran a uno un susto tan verraco por allá arriba.¿Como buen paisa se tomaba y aún se toma sus traguitos?Lógico, a mí antes me gustaba el baile; pero me tomo mis traguitos de manera discreta porque tengo que cuidar mi imagen; no como ciertos futbolistas que no miden sus actos. Yo me convertí en un ícono, en una persona muy conocida, y si a uno lo ven mal parado, entonces se mete en problemas. Mire no más lo que le pasó al profesor 'Bolillo' Gómez.¿De dónde sacó esa famosa frase de que en Colombia la gente se moría más de envidia que de cáncer?Cuando yo estaba listo para los Olímpicos de Munich 72, un barranquillero de nombre Édgar Senior fue el que me hizo declarar profesional porque acompañé a un danés que iba a intentar romper el récord de la hora. A mí y a mi señora nos invitaron a México para ese evento; allá me consiguieron bicicleta y uniforme, pero era para entrenar. Entonces el señor Senior era como un chivo expiatorio porque no era dirigente ni nada y se enamoró de mí para hacerme un daño; me privó de ir a unas olimpiadas al declararme profesional. Por eso dije la frase esa porque ese señor lo único que me hizo fue un daño grande.

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