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El calor lo puso la selección Argentina en Barranquilla

Un punto de seis disputados en casa, un horroroso nivel futbolístico y, lo más preocupante, un equipo cansado, arrastrando las piernas y merced al abrumador dominio del rival fue lo que dejó la Selección Colombia en sus dos salidas como local por la eliminatoria suramericana.

15 de noviembre de 2011 Por: FRANCISCO HENAO BOLÍVAR - Enviado especial de El País

Un punto de seis disputados en casa, un horroroso nivel futbolístico y, lo más preocupante, un equipo cansado, arrastrando las piernas y merced al abrumador dominio del rival fue lo que dejó la Selección Colombia en sus dos salidas como local por la eliminatoria suramericana.

Un punto de seis disputados en casa, un horroroso nivel futbolístico y, lo más preocupante, un equipo cansado, arrastrando las piernas y merced al abrumador dominio del rival fue lo que dejó la Selección Colombia en sus dos salidas como local por la eliminatoria suramericana.Si lo de Venezuela fue decepcionante, lo del martes ante Argentina fue penoso, frustrante, vergonzoso. Tantas mentiras y tantos cuentos que se escucharon en la antesala del partido, de que el calor y la humedad e Barranquilla iban a derretir a los argentinos, se fueron a la basura con la gran demostración del equipo ‘gaucho’, que corrió más que el local, que se dio un banquete cada que Messi cogió el balón, que hizo la diferencia en el marcador y que puso a gatear al onceno ‘cafetero’ cada que miró hacia el arco de David Ospìna.El maleficio del clima caribeño le pesó más a Colombia. El equipo de Leonel Álvarez parecía el visitante. No pudo con las piernas y mucho menos con el balón cuando Argentina le dio la posibilidad de que lo mnanejara un momentico.El combinado nacional sólo tuvo dos aproximaciones en el primer tiempo. Demasiado poco para un equipo con aspiraciones de ir a un Mundial. A los 26 minutos Adrián Ramos pegó un carrerón que por poco termina en gol, y a los 45 el tiro libre de Dorlan Pabón que se fue al fondo de la red al pegar en la pierna de Javier Mascherano.El segundo tiempo comenzó como el primero: con una Argentina manejando a su antojo el balón. De eso parecía no darse cuenta Colombia, que se pegó una fundida porque Pabón muy poco hizo, James Rodríguez se cansó muy rápido, Armero corría sn rumbo por el callejón izquierdo, Jackson se veía totalmente entregado y sin sangre en medio de los centrales y Bolívar no sabía para donde pegar y a quien tomar con el baile que le daba Messi.Ese abrumador dominio lo aprovechó el equipo de Sabella, que se olvidó del cuento de la humedad y el calor y le llegó con facilidad a Colombia.Por eso llegó muy rápido el empate, minuto 60, en una desatención de Yepes y Ospina que Messi facturó para mandarla al fondo de la red. Y a los 84 llegó el justiciero 2-1 con una falla ofensiva de Ramos, vino el contragolpe visitante, el balón le quedó nada menos que a Messi, hizo revolcar con una gambeta a Yepes, se la tiró a Sosa, su remate lo rechazó Ospina y en el rebote lo tomó Aguero para el 1-2.Antes de esa jugada Zúñiga perdió de manera increíble el segundo al entregarsela a las manos a Romero. Y en la última jugada, Messi le perdonó la vida a Colombia al no definir ante el meta nacional.Así, desdibujado, arrastrando las piernas, sin rumbo fijo y aguantando las arremetidas de un equipo que no comió cuento de calores y himedades, terminó el ciclo de Colombia en estos dos partidos. La frustración fue enorme y la preocupación inmensa. Lo hecho en La Paz se fue al cesto de la basura. Brasil, desde muy temprano, comienza a quedarnos muy lejos.LA AFICIÓN QUEDÓ EN SILENCIOLa afición barranquillera no fue determinante como se esperaba. Ni contra Venezuela el viernes pasado, y mucho menos el martes frente a Argentina.El hincha bullicioso, que en cada momento está aplaudiendo y entonando cánticos de apoyo, ese no se vio en el ‘Metropolitano’. La cantidad de camisetas amarillas que inundaron el estadio barranquillero hacían pensar en que los 90 minutos serían un infierno para los argentinos.Al comienzo hubo apoyo, mucha bulla y aplausos para los jugadores nacionales, pero desde el mismo momento en que la Selección local decrecía y que la visitante aumentaba su producción, el respaldo se fue perdiendo hasta verse un marco totalmente silencioso, como hipnotizado por la exhibición de Lionel Messi.Esa silencio lo sintió Colombia. Nadie despertó al equipo de Leonel Álvarez. Los casi 50 mil aficionados permanecieron sentados. Nada de olas, ni de cánticos y menos el coro "Colombia Colombia" que en anteriores partidos se sentía y se escuchaba fuerte.Eso lo aprovechó Argentina, que se dio cuenta muy rápido que estaba jugando en un estadio totalmente callado, fiel indicio de que el local no estaba pasando por un buen momento.LA FIGURALionel Messi demostró por qué es el mejor jugador del mundo. No tuvo freno en el mediocampo. Cada que tomó el balón, pasó la línea defensiva de Colombia copn mucha facilidad. Anotó uno de los goles, perdió otros y puso a jugar a sus compañeros. EL ÁRBITROEl brasileño Silvio Fagundes no tuvo muchos problemas, salvo una jugada que Argentina pidió como penal sobre Aguero. En lo disciplinrio estuvo bien.

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