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América de Cali | Foto: Archivo / El País

DEPORTES

El aberrante sistema del descenso (Opinión)

En Colombia, a diferencia de las grandes ligas del mundo, descienden los dos equipos con el peor promedio en los tres últimos torneos.

1 de octubre de 2017 Por: César James Polanía, editor de Afición

Caiga o no América de nuevo en la B, el absurdo sistema del descenso que funciona en el fútbol colombiano tiene que ser modificado, porque el retorno o ingreso de un equipo a Primera, más que un premio, parece la extensión de una condena.

En Colombia, a diferencia de las grandes ligas del mundo, descienden los dos equipos con el peor promedio en los tres últimos torneos, lo que permite que, técnicamente, un club que resulte campeón de la A, también descienda. Así como se lee.

Expongamos el tema con nombres propios. Tigres, América, Jaguares y Cortuluá son los equipos que mayor riesgo tienen de descender, en ese orden, a falta de siete fechas para terminar la Liga. Pero, paradójicamente, los cuatro podrían terminar dentro de los ocho equipos que pelearían por el título. De hecho, uno de ellos, Cortuluá, es sexto en la tabla. Tigres está a un punto de meterse y Jaguares y América, a dos.

Supongamos que los cuatro o al menos uno de ellos se mete en ese grupo. Supongamos que con suerte o con fútbol —ha pasado—, uno de esos equipos supera las fases de cuartos de final y semifinales. Y supongamos que en la final se alza con el título. Ese equipo, atérrense, podría ser el mismo que descendiera.

En otras palabras, pondría una estrella en su escudo y daría la vuelta olímpica como ‘flamante’ campeón del fútbol colombiano, pero se iría a la B. Y, además, no podría representar a Colombia como el ‘mejor’ de la Liga en Copa Libertadores porque su categoría es la segunda división y el reglamento no lo permite. ¿Puede haber algo más ridículo que eso?

Este sistema de promediar los últimos tres torneos es un mal remedo de la Liga argentina. Lo ideal, como sucede en las ligas de Europa, por ejemplo, es que en una temporada (de un año, porque allá no hay campeones cada semestre) asciendan los dos equipos que hagan más puntos en la B y desciendan los dos equipos que hagan menos puntos en la A.

Si traducimos ese modelo a lo que pasa actualmente en Colombia, los dos equipos que descenderían hoy serían Rionegro Águilas y Huila, los dos peores de la Reclasificación. Algo coherente con los resultados que han tenido esos dos clubes esta temporada.

La otra injusticia de este absurdo sistema del descenso en el fútbol de Colombia es que mientras que en la A se otorgan dos títulos en una misma temporada, a los pobres equipos de la B les toca aguantarse todo un año para ascender. Irrisorio.

En la asamblea de diciembre de la Dimayor, los presidentes de los clubes de la A y la B deberán promover el cambio de este ridículo y castigador sistema, no importa si América mantiene su categoría, porque dirán algunos —o muchos— que este análisis obedece a que está en riesgo de caer de nuevo un equipo grande y por eso ahora sí se prenden las alarmas. Y quizás haya razón en esa apreciación. Pero hay que parar ya ese aberrante modelo.

Basta revisar los datos. Desde 1993, cuando se creó el ascenso y el descenso en el fútbol colombiano, varios equipos se la han pasado en una especie de ascensor, subiendo y bajando al año siguiente. Tolima, Cartagena, Envigado, Cúcuta, Fortaleza, Bucaramanga, Centauros y Cortuluá lo han padecido. Y esta vez lo pueden sufrir Tigres, América, Jaguares o el mismo equipo tulueño, que son ‘novatos’ en la A. Absurdo, castigador, ridículo y aberrante sistema del descenso colombiano.

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