Copa América: Ramón 'el Pelado' Díaz, un experto en debilidades ajenas

Los guaraníes serán rivales de Colombia en el grupo A del certamen. Comparte zona junto a Estados Unidos y Costa Rica.

Aquel que busca el éxito debe fijarse en Ramón 'el Pelado' Díaz, un ejemplo de conquistas. Como futbolista y entrenador ha demostrado ser un campeón nato, y ahora al frente de la selección paraguaya persigue el objetivo de volver a llevar el fútbol guaraní a una Copa Mundial.

Forjado en el sacrificio y el trabajo duro, Díaz es al mismo tiempo paciente, puntilloso y detallista, además de astuto, tenaz y osado. Transmite de inmediato su capacidad de liderazgo positivo, mesurado e inteligente.

La viveza lo fue desarrollando desde su infancia en la azarosa lucha por la vida de donde aprendió a valerse por sí mismo desde los 14 años y que lo llevó a codearse con los más grandes: Diego Armando Maradona, Lothar Matthäus, Roberto Baggio, entre otros.

Goleador eléctrico y letal en su tiempo de jugador, el adiestrador César Luis Menotti lo reinventó poniéndolo de '9' en el Mundial juvenil de Japón en 1979 para acompañar a Maradona.

Precisamente fue Diego uno de los que más aplaudió la llegada de Ramón a la alicaída selección paraguaya en diciembre de 2014, que fracasó en su intento de clasificar al Mundial de Brasil.

"¡Ojo con Ramón, el Pelado no come vidrio!", dijo el mítico '10' albiceleste.

Con Paraguay demostró su entrega a tiempo completo en su trabajo. Se equivocó poco. De entrada llevó a Paraguay a las semifinales de la Copa América Chile-2015. Había empatado con Argentina (2-2) y Uruguay (1-1) en la primera ronda.

Eliminó a Brasil por la vía de los penales en cuartos y el destino hizo que volviera a enfrentar a la poderosa albiceleste en semis, en un partido que lo encontró completamente agotado, con un tendal de lesionados, a diferencia de su rival. Los dirigidos por Gerardo 'Tata' Martino golearon (6-1) sin contemplaciones.

El 'Pelado' admite que el reto que le impone la albirroja es una motivación adicional, después de haber ganado todo como técnico de clubes. Se encuentra en plena etapa de recambio generacional fusionando experimentados con savia juvenil, la que probará en la Copa América Centenario.

Las caras nuevas adquieren elevada preeminencia en su proyecto que pretende coronar con la clasificación a Rusia-2018.

"Queremos consolidar un grupo, una estructura que sirva en el tiempo y principalmente que sea una selección respetada y admirada" , precisó Díaz al describir su ambicioso plan.

"Confío mucho en el futbolista paraguayo. Por eso vine. Hay jóvenes interesantes que están en condiciones de forjar epopeyas", fundamentó.

En este tren de buscar el equipo ideal ya descubrió nuevos valores que impresionaron gratamente a la afición guaraní. Uno de ellos es el delantero Darío Lezcano, de 25 años, al que rescató de Suiza cuando buscaban nacionalizarlo para jugar por la selección helvética, actualmente en el FC Ingolstadt 04 de la primera división de Alemania.

Díaz dio vuelta la página de los fracasos de Paraguay en la anterior eliminatoria y procura desarrollar la fórmula del presente para dejar estelas para el futuro.

Su equipo figura en la séptima posición de la eliminatoria, en un pelotón que se apretuja en las posiciones entre los 13 y 9 puntos (apenas cuatro puntos de diferencia entre ellos) al término de la sexta fecha en marzo pasado, tras resignar victorias casi consumadas ante Ecuador y Brasil.

Los 'pibes' de Ramón asoman luminosamente con el acicate de este entrenador que irradia gran personalidad, la que necesita todo jugador para darse entero en busca de la gloria.