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Imagen del clásico entre Deportivo Cali y América por la vuelta de los cuartos de final de la Copa Colombia. | Foto: Raúl Palacios / El País

CESAR POLAINA

América vs. Deportivo Cali, el clásico de la tortura (opinión)

El clásico de este domingo, por la 10 fecha de la Liga Águila, se disputara en el estadio Pascual Guerrero, a las 7:30 de la noche.

27 de agosto de 2017 Por: César Polania - Editor de deportes / El País

Los tres puntos que están en juego en el clásico de hoy entre América y Deportivo Cali en el Pascual significarán nada para quien los gane. Porque esos tres puntos no son la solución a los problemas tan graves que atraviesan los dos equipos.

Los técnicos Hernán Torres y Héctor Cárdenas llegan al clásico de esta noche con su propia desgracia a cuestas. Sus jefes, los directivos, los que nunca pierden y nunca se van, les han puesto un ultimátum. Quien pierda, deja el cargo.

Vamos a suponer que es Torres quien gana. Tres puntos que sumaría América para la tabla de la Liga de este semestre y tres puntos que le servirían para mantenerse por lo menos fuera del descenso. ¿Y? ¿Se acaban allí los problemas? ¿Podrá el equipo jugar alguna vez fútbol después de hoy? ¿Alcanzarán de la noche a la mañana los jugadores el nivel que deben tener para jugar un torneo profesional?

En el América, el problema no se llama solo Hernán Torres. El problema son todos, particularmente los jugadores, que ni siquiera sienten vergüenza por lo que están haciendo en la cancha. Torres se ha equivocado desde que ascendió al América. Primero, porque no lo reforzó con altura en la Liga I. Y luego, porque para la Liga II lo reforzó con nombres, pero no con jugadores. Tipton, Bernal, Bottinelli y Fernández tuvieron un pasado, pero llegaron sin un presente al América. A Olmes y Loboa no vale la pena ni mencionarlos. Llevaban meses, casi un año, parados. ¿A quién se le ocurre revivir esos ‘muertos’? Solo a Torres. Y allí también falló el criterio del presidente Tulio Gómez, quien necesita un asesor que sepa de fútbol, para que le ayude a invertir bien el dinero.

América es un equipo sin argumentos en la cancha, inofensivo para sus rivales, que hasta podrían jugar sin arquero y se irían con la valla en cero. Entonces, si a Torres el cielo le regala hoy un milagro y vence a Cárdenas, las cosas seguirán igual. Y cada fecha, la tortura para los hinchas estará allí, intacta, como ha sido a lo largo de este torneo. Porque los tres puntos suman, pero también prolongan la agonía de un equipo que sigue acosado por el descenso y, lo peor, sin descifrar aún la fórmula para zafarse de ese fantasma.

Supongamos ahora que quien gana es Cárdenas. He conversado con muchos socios, hinchas de la calle y periodistas que coinciden en algo: lo mejor que le puede pasar al Cali es que pierda el clásico de hoy, para que se vaya de una vez por todas el técnico. Y pienso lo mismo.

Entiendo la prudencia de Cárdenas, porque es un hombre agradecido con una institución que lo ha ayudado a formarse como técnico, pero no comparto su actitud. Ha sido manoseado e irrespetado por los propios directivos y allí está. Como si nada pasara. Como si no fuera con él. Se está jugando el pellejo en el clásico y detrás, allí cerquita, tiene al argentino Gustavo Costas esperando su caída. El jueves, mientras Cárdenas se angustiaba en el banco por derrotar al América por Copa, en un restaurante de Buenos Aires el presidente Martínez y Costas acordaban los términos del contrato. Le pregunto al Presidente: ¿Y si Cárdenas vence hoy? ¿Cómo lo saca? ¿Y qué le dice usted a Costas? ¿“Aguarde tantico hasta que Cárdenas caiga”? Eso no es serio.

Y, que no se olvide, no es la primera vez que Martínez manosea e irrespeta a Cárdenas. Ya van dos. Y el tipo ahí. Soportando lo que haya que soportar por su “agradecimiento” con el equipo. No señor. Los técnicos son los primeros llamados a tener carácter en el manejo de un grupo, por la simple razón de ser la cabeza. Tuvo que salir Máyer a poner la cara por encima de él y llamar las cosas por su nombre. “Aquí no hay unión”, dijo el veterano jugador.

Y sí que quedó evidenciada esa desunión, sobre todo en el Comité Ejecutivo, porque Alfonso Muñoz y Luis Fernando Ángel no eran partidarios de la continuidad de Cárdenas, pero Martínez se salió nuevamente con la suya y a un costo político que le puede llevar al traste la reelección en la mesa directiva. Esta época preelectoral, cómo no, también le ha hecho daño al Cali. Ángel y Muñoz ya anunciaron que no iban en la próxima plancha con Martínez.

Si Cárdenas gana hoy los tres puntos, el problema no habrá terminado. El problema se habrá prolongado. América no es el obstáculo. El obstáculo es lo que viene.

Desde que veo fútbol no recuerdo haber vivido un momento tan ‘jarto’ previo a un clásico. ¡Qué pereza el partido de hoy! Y lo peor, faltan diez fechas más de tortura.

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