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El escritor Jaime Manrique recibió un homenaje en el marco del Festival Internacional de Literatura ‘Oiga Mire Lea’. El poeta, novelista y crítico, contó detalles sobre su obra y la cercana relación con la cultura caleña. | Foto: Foto: Luisa González / Colprensa

OIGA MIRE LEA

El homenaje que recibió Jaime Manrique en el Festival 'Oiga Mire Lea' de Cali

El escritor Jaime Manrique recibió un homenaje en el marco del Festival Internacional de Literatura ‘Oiga Mire Lea’. El poeta, novelista y crítico, contó detalles sobre su obra y la cercana relación con la cultura caleña.

7 de septiembre de 2022 Por:  L.C. Bermeo Gamboa, reportero de El País

La voz de Jaime Manrique es un susurro que parece apagarse, cuando de repente, así como la brisa se transforma en lluvia torrencial, cobra fuerza y truena. Mientras habla, a veces, desvía la mirada de su interlocutor y baja la cabeza para observar su mano derecha, donde tiene delineada una rosa, entre el pulgar y el índice; el doloroso regalo pintado por una amiga hace más de 30 años.

“Es un homenaje a Tennessee Williams, a su obra ‘The rose tattoo’, y a la famosa frase de Gertrude Stein, ‘A rose is a rose is a rose’; siempre quise tener una que no se cayera de mi mano, y solo permití que me la dibujaran, sin ponerle color”.

Con los dedos de la mano izquierda se toca el tatuaje, como dibujándolo de nuevo, recorriendo en cada línea los caminos que un día, a sus 17 años, lo llevaron de Barranquilla a Nueva York, ciudad en la que reside hace más de medio siglo y donde acabó su formación de escritor, adoptando el inglés como lengua literaria. Solo su primera novela, ‘El cadáver de papá’, publicada en 1978, fue escrita originalmente en español. Por lo que, Jaime Manrique es quizá el único escritor colombiano que debe ser traducido a su lengua materna.

Novelas como ‘Nuestras vidas son los ríos’, una ficción histórica cuya protagonista es Manuela Saénz; ‘El callejón de Cervantes’ donde desarrolla la hipótesis de Alonso Fernández de Avellaneda, el supuesto autor del Quijote apócrifo; y ‘Como esta tarde para siempre’ que recrea el amor prohibido de dos sacerdotes que mueren de SIDA; y la más reciente, ‘Si me ves por el camino’, la historia de un niño desplazado por la violencia, un maestro que lo adopta y un gallo; todas fueron escritas en inglés y llegaron a los lectores colombianos a través de traducciones.

A Jaime Manrique sus caminos también lo han traído a Cali, la primera vez en los años 70, cuando visitó a su amigo Andrés Caicedo, con quien tuvo una relación amorosa. Desde entonces no han faltado nuevas ocasiones, y por estos días no es la excepción, puesto que llegó este lunes, como uno de los grandes invitados a la octava edición del Festival Internacional de Literatura ‘Oiga Mire Lea’, en el que recibirá un homenaje por toda su obra literaria.

Durante una tarde calurosa, como fue la de ayer, poco antes de que asistiera a un conversatorio con el escritor Juan Fernando Merino en la Biblioteca Departamental, Jaime Manrique dedicó unos minutos a hablar de cómo Cali se cruzó en su vida.

“Me enamoré de Andrés, y aunque para él fue difícil, sí me correspondió, fue un amor entre dos hombres. Su muerte fue algo muy doloroso para mí”.

Jaime Manrique

¿Cómo se siente recibir un homenaje en Cali?

Es un honor, porque es una ciudad muy importante para mí, a la que le tengo mucho afecto. Algunos de mis grandes amigos fueron y son de aquí. Por otro lado, un homenaje siempre es algo inquietante, uno podría pensar que es porque me faltan solo unas semanas para morir, pero no deja de ser un gesto muy bonito.

Al inicio de su carrera literaria, algunos de sus escritos se publicaron en esta ciudad…

Publiqué poemas y críticas de cine en Estravagario, el suplemento literario del diario El Pueblo, cuando lo dirigía María Mercedes Carranza, y estaba de director Fernando Garavito. No lo había notado, pero desde el principio tuve una relación literaria con Cali.

Aunque mis primeros escritos fueron reseñas que me publicaron en El Heraldo de Barranquilla, y en el suplemento literario del Diario del Caribe. Poco después empecé a publicar traducciones en la revista ECO y artículos en El Tiempo.

La revista ECO, que editó Juan Gustavo Cobo Borda, quien falleció este lunes…

Sí, él fue muy importante para mí, porque estando en Colcultura, fue quien publicó mi primera novela, ‘El cadáver de papá’, así como lo había hecho un año antes con ‘¡Que viva la música!’, de Andrés Caicedo.

Recuerdo que yo le había mostrado la novela a Manuel Puig en Nueva York, venía de haberla enviado varias casas editoriales que la habían rechazado, incluso un editor me llegó a decir que yo escribía subliteratura. Pero Puig me dijo que le había gustado y que mejor se la enviara a Cobo Borda, quien la aceptó encantado, y también publicó una antología de nuevos escritores en esa época, en la que nos incluyó a Andrés y a mí.

La novela ‘El cadáver de papá’, publicada en 1978, y que tuvo polémica en su momento, es hoy considerada una precursora de la literatura gay y queer en Colombia.

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