El pais
SUSCRÍBETE

¿Votos con rejo? ¡Así no!

Hay cosas en la vida que suponen una dosis de amor. Que no funcionan por inercia, que requieren conciencia, pero que, sobre todo, se hacen con sentimiento. Una de esas cosas, cuando no hay constreñimiento, maquinarias o tamales de por medio, es el voto.

6 de junio de 2018 Por: Redacción de El País 

Hay cosas en la vida que suponen una dosis de amor. Que no funcionan por inercia, que requieren conciencia, pero que, sobre todo, se hacen con sentimiento. Una de esas cosas, cuando no hay constreñimiento, maquinarias o tamales de por medio, es el voto.

Puede que a primera vista les resulte cursi, pero no lo es. No para quienes vamos a las urnas enamorados de una propuesta, de un personaje. No para quienes creemos que los ideales no se negocian; porque en cada paso, en cada acción, anteponemos el amor, pensando que así todo puede ir mejor.

Es probable que al final terminemos ‘entusados’ o que hasta nos sintamos arrepentidos o traicionados; pero en el preludio lo que necesitamos es razones y actos que nos conquisten para saber que esa decisión que algunas veces gritamos y otras callamos está cimentada en una base sólida racional o emocional que nos llevará a dar el Sí.

En ese orden de ideas, es poco viable que quienes votamos por personas y programas más que por partidos respondamos al equivocado recurso de invitarnos a las urnas a punta de rejo: léase con mensajes sesgados por la furia de quien los expone, como si el mundo fuera en blanco y negro o como si usted o yo, al no hacer lo que nos sugieren, fuésemos causantes de una especie de cataclismo o fatalidad. Mejor dicho, que por su culpa o por la mía nos vamos a ir de bruces pa’l estanco.

Han inventado de todo. Incluso, hay quienes aseguran que no se venden propiedades inmobiliarias por estos días, si no es con una cláusula que reza que si gana un candidato se deshace el contrato, porque entonces, en este país será mejor no tener propiedades. O que si usted vota por el otro está permitiendo que se desate una guerra total porque a este no le interesa preservar los acuerdos de paz. Eso para no hablar del castrochavimismo, el totalitarismo o las dictaduras de derecha e izquierda, entre muchas cosas que se replican en reuniones sociales, grupos de whats app y comentarios en redes sociales.

En otras palabras, nos quieren persuadir con escopeta a quienes hacemos parte del grupo de sufragantes que en primera vuelta no votamos ni por Duque ni por Petro. Con tanta provocación terminarán espantándonos y la abstención en segunda vuelta podría doblarse, en domingo mundialista.

Así, simpatizantes de los dos aspirantes, es mejor que acudan a estrategias más afectivas y efectivas para que los escuchemos con interés, a quienes definitivamente no nos seduce su táctica del rejo, porque, les repito, no concebimos la vida sin una dosis mínima de amor. 

Sigue en Twitter @pagope

AHORA EN Contenido Exclusivo