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De izquierda a derecha, Audry María Toro, Alexandra Hernández Cedeño, María Isabel Moreno Salazar, Tania Fernandez, Diana Carolina Rojas, Ana Leidy Erazo Ruiz y Nathalia Lasso, las siete mujeres del Concejo de Cali, conformado por 21 cabildantes. | Foto: Foto: José Luis Guzmán / El País

GOBERNACIÓN DEL VALLE

¿Qué tanto terreno han ganado las mujeres en el sector público? Este es el panorama

Si bien, en los últimos años, las mujeres se han hecho a un espacio importante en este terreno, tradicionalmente conquistado por hombres, aún la brecha para alcanzar la paridad es muy amplia.

8 de marzo de 2020 Por: Kelly Sánchez, reportera de El País

El pasado 1 de enero, una mujer se juramentó, delante de cientos de asistentes en pleno parque Simón Bolívar, como la primera alcaldesa de la capital colombiana; mientras tanto, en el parque central de Silvia, una mujer se posesionó como la primera indígena misak en una Alcaldía; ese mismo día, en el Valle del Cauca, una mujer, que recibió la votación más alta en todo el país en la elecciones regionales, sucedió a otra mujer en el cargo más importante del departamento, y hace casi dos años una mujer alzó la mano junto a un Mandatario electo como la primera Vicepresidenta de Colombia.

Claudia López, Mercedes Tunubalá, Clara Luz Roldán y Martha Lucía Ramírez, todas las mujeres que integran el gabinete presidencial, así como muchas otras que hoy ocupan cargos públicos de relevancia, podrían ser la muestra de una Colombia que avanza en una construcción más equilibrada en materia de género.

Sin embargo, al analizar las cifras desde una mirada más panorámica, ¿se puede hablar de progresos verdaderamente significativos?

En las elecciones de octubre pasado, de 1101 alcaldes elegidos en todo el país, solo 134 fueron mujeres (el 12,2 %); de 32 gobernaciones, solo dos están en manos femeninas (6,3 %).

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En los concejos de ciudades capitales, según datos entregados por Sisma Mujer, de las 574 personas elegidas, 89 son mujeres (15,5 %); en las asambleas departamentales fueron elegidas 74 entre 418 (17,7%).

En el ámbito local, en el Concejo de Cali, de 21 cabildantes, 7 son mujeres; en la Asamblea departamental, son 6 entre 21.

A nivel nacional, en el Senado las mujeres ocupan 23 curules de 108, mientras que en la Cámara de Representantes son 32 entre 172. Por el lado de las ‘ías’, como se denominan en el argot popular a los organismos de control como la Procuraduría y la Contraloría, y en lo judicial a la Fiscalía, no cuentan con ninguna mujer a la cabeza, excepto la vicefiscal Martha Janeth Mancera.

Para la politóloga Angélica Bernal, profesora asociada en la Universidad Jorge Tadeo Lozano, es innegable el avance en términos de la presencia de mujeres en cargos públicos, “pero son avances relativos, lentos, que aún nos ubican muy lejos de la paridad, muy lejos de la plena participación e inclusión de mujeres en cargos de tipo político, sobre todo porque hay déficit con respecto a las mujeres negras e indígenas y a las mujeres de otras diversidades”.

Agrega que los avances en ese campo se han dado, en gran medida, por las herramientas legales disponibles: la Ley 581 de 2000, que establece que el 30 % de los cargos de máximo nivel decisorio del Estado deben ser ocupados por mujeres, y la Ley 1475 de 2011, que estableció que el 30 % de las listas electorales deben conformarse por mínimo 30% de uno de los géneros.

La representante a la Cámara Catalina Ortiz coincide en que se han conseguido logros significativos, pero considera que el avance es muy lento.

“Necesitamos acelerar esa velocidad en la cual las mujeres participemos y no solamente que podamos llegar, sino que podamos incidir. Tenemos que hacer un esfuerzo doble, no solamente por llegar, sino por incidir y hacerlo muy bien”, asegura.

De su lado, la senadora Paloma Valencia cree que este es “el siglo de las mujeres”.

“Estamos terminando esa escalera que le va a dar finalmente la igualdad a las mujeres, estamos rompiendo los techos de cristal. Hoy la política es un campo donde cada vez más mujeres entramos y donde estamos a punto de terminar de construir esa igualdad de género que necesitamos”, señala.

Por su parte, la gobernadora del Valle del Cauca, Clara Luz Roldán, considera lamentable que a nivel de elección popular sean tan pocas las que alcanzan espacios, pese a la existencia de la Ley de Cuotas, pero reconoce que también hace falta que las mujeres se animen más a participar.

“Lo que necesitamos es arriesgarnos, tener más seguridad, porque a veces no asumimos esos cargos de representación y no hacemos parte de esas listas del Concejo, la Asamblea y el Congreso. Si bien es cierto que en los cargos de elección popular como gobernaciones y alcaldías no hemos tenido mucha posibilidad, también es cierto que no es fácil que las mujeres hagan parte de las listas”, dice Roldán.

Además, hace un llamado “a que asumamos el reto, a que trabajemos y, así como somos líderes comunales y gestoras en nuestras comunidades, nos atrevamos a integrar las listas a las corporaciones públicas”.

Importancia de la representación

La politóloga Angélica Bernal afirma que la importancia de que haya más mujeres ocupando estos espacios tiene que ver con el hecho de que “es la democracia la que se pone en cuestión cuando más de la mitad de su población está excluida de la toma de decisiones colectivas”. Y asegura que es un asunto de justicia social reconocer que las mujeres “tenemos todo el derecho y la capacidad para asumir roles en lo público”.

“Es un asunto de democracia, es un asunto de justicia, de que las miradas, las experiencias, los saberes de las mujeres también sean tenidos en cuenta en la decisión sobre políticas públicas, sobre la legislación, sobre todas aquellas decisiones que atañen al gobierno colectivo. No podemos pensar que estamos en una democracia cuando todas esas voces son excluidas o marginadas”, señala la analista.

Coincide con esto la profesora e investigadora de la Universidad del Norte, Angélica Rodríguez, quien considera que la paridad se enmarca en la “reflexión sobre la gobernanza democrática. Nos lleva a preguntarnos qué tipo y qué calidad de democracia tenemos en Colombia”.

Comparativo

Haciendo un comparativo (ver gráfico 1) entre las elecciones locales de 2015 y las de 2019, encontramos que a nivel de gobernaciones hubo una disminución del 60 % en el número de mandatarias elegidas, al pasar de 5 a 2 (por cada mujer gobernadora hay 15 hombres elegidos como gobernadores).

Por el lado de las alcaldías (ver gráfico 2), para Sisma Mujer los resultados constituyen un estancamiento en la representación de las mujeres al mantenerse en 134 el número de alcaldesas electas para el periodo 2020-2023, misma cifra de 2015 (por cada mujer elegida como alcaldesa hay al menos 7 hombres que fueron electos como alcaldes).

En el caso de los concejos de ciudades capitales, hubo un incremento de 20,3 % al pasar de 74 mujeres elegidas como concejalas en 2015, a 89 para el periodo 2020-2023 (por cada mujer elegida como concejala en una ciudad capital, al menos cinco hombres fueron elegidos como concejales).

En esta variación tuvo un peso significativo el incremento de concejalas en Bogotá, que pasó de ocho electas en 2015 a catorce en 2019.

En las asambleas a nivel nacional hubo un incremento de 5,7 % al pasar de 70 mujeres elegidas como diputadas en 2015 a 74 para el periodo 2020-2023 (por cada mujer elegida como diputada, al menos cuatro hombres fueron elegidos como diputados).

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