¿Por qué es importante regresar a clases presenciales?, esto dice la Fundación ExE

Afectaciones en la salud mental, física -de obesidad- e incluso de relacionamiento con otras personas son algunas de las consecuencias que podrían presentar los estudiantes al no regresar a las clases presenciales en la ciudad, debido a que, según Andrea Escobar, directora ejecutiva de la Fundación Empresarios por la Educación (ExE), esta es una etapa necesaria en la vida de las futuras generaciones y que no se le puede dar más retrasos.

Escobar habló con El País sobre el panorama al que se enfrenta la ciudad en el posible regreso a clases en alternancia, la implementación de los recursos del Fondo de Mitigación de Emergencias (Fome), las posibles consecuencias de no regresar a las aulas y su opinión frente a la más reciente tutela que retraso la presencialidad en Cali.

De darse la presencialidad, ¿los padres estarían seguros de enviar a sus hijos a clases o no?

Desde la Fundación Empresarios por la Educación y el Observatorio de la Gestión Educativa, hicimos encuestas a finales del año pasado y en el mes abril del presente preguntándole a los directivos docentes y las secretarías de educación ¿qué pasaba alrededor de las familias?, y el gran tema que sale es la confianza. Si se compara ir a un restaurante o un centro comercial que a veces no son tan ventilados y que son espacios donde puede haber mayor circulación de personas, frente a un entorno educativo donde hay unos protocolos, lineamientos, y que hay diferentes herramientas, pues toda esta suma de factores haría que la tasa de contagio no fuera mayor que la de estos lugares de esparcimiento.

Además, es un espacio que tiene unos beneficios para los estudiantes como el relacionamiento y la contención emocional. En estos tiempos han pasado cosas difíciles en los hogares colombianos y regresar a la escuela es darle esa oportunidad de vida a los niños de seguir creciendo, seguir desarrollándose como unos seres sociales, pero de también tener una red de contención. Porque al final los maestros, maestras y directivos docentes cumplen un propósito adicional al de la formación, y es el de contener y ayudar a que haya ese propósito de vida que nos conecte con un futuro que tanto nos piden los jóvenes que el sistema les ofrezca.

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¿Se han hecho estudios para conocer cuáles serían las posibles tasas de contagio en el regreso a la presencialidad?

No tengo el dato exacto para decir un porcentaje, pero lo que sí está demostrado es la ganancia emocional y la ganancia del aprendizaje de los estudiantes, y es aquí en donde no se puede permitir que la brecha siga creciendo y que los niños y niñas más vulnerables se rezaguen mucho más; es decir, si antes de la pandemia existían estudios que decían que los niños en las vacaciones largas, por ejemplo, en competencias de matemáticas, perdían casi como seis meses del año escolar, entonces imagínate lo que está sucediendo en más de un año de no asistir al aula presencial. Colombia todavía no tiene datos exactos del rezago en el aprendizaje porque no se han hecho las evaluaciones, pero, si eso sucedía previo a una pandemia, la realidad puede estarnos mostrando es que la brecha se está ampliando en el aprendizaje de los niños y de las niñas.

¿Cómo va Cali en relación con la ejecución del Fome?

Realmente el total de la asignación de Cali es de $7.374 millones, que en general van en una ejecución del 80%. El año pasado la asignación fue de $900 millones y este año fue de los $6.473, pero no porque se ejecute la plata sucede la apertura, es una combinación de variables. Aquí lo interesante es que ha habido recursos para la adecuación de aulas, pero habría que entender como son esas adecuaciones de aulas, y adicional como generamos esa confianza que es lo que atraviesa toda esta conversación, para lograr que esas instituciones que se han preparado de la manera más juiciosa realmente tengan la alegría de los niños en las aulas de clase.

¿En qué componentes se ha priorizado la inversión de estos recursos en Cali?

Tiene diferentes frentes. En la primera entrega que hubo fue el tema de gestión de lavamanos portátiles, dispensadores de pedal para distribución de gel antibacterial y adquisición de termómetros. La segunda fue todo el ejercicio de jabón líquido, alcohol, toallas desechables y tapabocas quirúrgicos, desinfectantes, las cintas para hacer los delineamientos y todo lo que se sigue comprando como señalética, recipientes de dispensadores, etc... que es como lo que prepara a las instituciones para poder recibir a los estudiantes; y también acompañado de lo que significa la preparación pedagógica porque no es solo lo bioseguro, porque para poder que suceda se debe tener en cuenta toda la pedagogía alrededor del uso del tapabocas, del constante lavado de manos, pero también de la pedagogía en las aulas de clases. Esto ha exigido a los maestros y las maestras a poner sus mejores competencias y habilidades para reinventar esos programas educativos y lo que sucede en las aulas de clase.

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¿Cuál es su opinión del más reciente intento de regreso a clases presenciales en la ciudad y que fue truncado por la tutela interpuesta por el Sutev?

Considero que hay bastante desconocimiento de la realidad y el estado, no se puede generalizar en estos tiempos, o sea, sacrificar unos colegios más preparados por otros que seguramente no han caminado a la misma velocidad no es justo con los niños y niñas, todos debemos poner en el centro el futuro de nuestros niños, no es el presente, no es el hoy, es esa brecha que se está ampliando y puede generar consecuencias a futuro. Y esos jóvenes, esa generación relevo que están en grado décimo y once, ¿cómo vamos a ayudarle a recuperar ese tiempo? Entonces yo sí creo que lograr que regresen y lograr unir esfuerzos es lo mínimo que deberíamos estar haciendo todos como sociedad.

¿El hecho de no regresar a clases puede dejar consecuencias en la salud mental de los estudiantes?

Sí, cuadros de depresión, el ejercicio del relacionamiento social. Es que hay unas competencias y habilidades que se aprenden en el aula, en el contacto: la empatía, la compasión, la flexibilidad, la resiliencia, eso pasa en los espacios de interacción. Hay que pensar en, por ejemplo, los niños chiquitos que no se han relacionado, que no han visto otro niños jugar en el momento más importante en donde aprendes a relacionarte, con esto solo se les está llevando uno o dos años más tarde a que aprendan ese proceso de su vida; estamos hablando de unas brechas de tiempo muy importantes y por eso hay que ayudar a que regresen, porque este ejercicio de la autorregulación, del control emocional, de entender cuál es el límite, todo esto es muy importante porque les ayuda en el desarrollo emocional y entender cual es su lugar en la sociedad.

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¿Cuáles son los logros más significativos de Cali a la hora de reactivarse escolarmente, y cuáles han sido las falencias de este sector?

Hay que verlo como oportunidad, Cali está reaccionando sobre la importancia de entender y promover rápidamente el regreso, ha generado una serie de herramientas y una cantidad de documentos que le han permitido a los maestros tener guías de acceso, yo creo que se han hecho esfuerzos y eso hay que reconocerlo. Y hay que tener en cuenta que el reto está en generar más confianza, acercar a las familias en el proceso, porque la pandemia lo que ha dejado es unos padres de familia mucho más enterados de lo que sucede en el proceso de formación de los estudiantes, y eso es una ventaja que esperamos que no se pierda, porque siempre soñábamos en conectar más a la familia con la escuela.

"Un tema fuerte en esta pandemia es la inequidad, y debemos regresar a unas escuelas con mejor uso de la tecnología, porque esto genera equidad e inclusión".