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El sábado 3 de agosto, 22 personas fueron asesinadas por un joven tirador en un supermercado Walmart de El Paso, Texas (Estados Unidos). Otras 26 personas resultaron heridas. El presunto autor, un joven catalogado como ‘supremacista blanco’, fue capturado con un fusil semiautomático. | Foto: Agencia EFE

DONALD TRUMP

¿Por qué EE.UU. no logra salir de la pesadilla de las masacres con armas de fuego?

En ese país hay más armas que personas. La fascinación que despiertan y el poderío de la industria hacen prever pocos cambios.

11 de agosto de 2019 Por: María Fernanda Payán - Corresponsal en Washington


Las recientes masacres en Daytona (Ohio) y El Paso (Texas), reavivaron en Estados Unidos las discusiones sobre el control al acceso ciudadano de las armas de fuego. Un viejo debate con un nuevo ingrediente: a decir de sus críticos, el presidente Donald Trump no apretó del gatillo pero sí disparó el odio hacia los inmigrantes, al exacerbar un discurso supremacista con el que los asesinos justificaron sus acciones.

Estudios recientes muestran que mientras 330 millones de personas habitan el territorio estadounidense, hoy en día 393 millones de armas de fuego están en manos de ciudadanos del común. Es decir, en la principal potencia mundial circulan más artefactos letales que personas.

Casi la mitad de la producción mundial promedio de armamento liviano de uso privado (857 millones de unidades) está hoy al alcance de la mano de los residentes del país de Donald Trump: en sus casas, vehículos, carteras o en la cintura.

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Si bien esta cifra es alarmante, lo es más el hecho revelado por la fundación Brady Campaign: en Estados Unidos se registra un promedio diario de 310 incidentes que involucran armas de fuego.

“El uso de armas de fuego es un asunto de tradición y arraigo muy ligado a la cultura estadounidense”, aseguró a El País, Joseph Humire, experto en seguridad y director ejecutivo del Centro para una Sociedad Libre y Segura con sede en Washington.

Según el experto, el debate que se ha generado en todo el país tras las masacres de la semana pasada no debe centrarse en limitar su uso, ni en establecer un mayor control al acceso ciudadano a éstas. Tampoco, en castigar a la muy próspera industria que las fabrica.

“Creo que debemos impulsar todas aquellas medidas que lleven a tener un uso más responsable de las armas. La sociedad y los fabricantes de armas debemos trabajar de la mano para desarrollar campañas educativas frente al uso de estos elementos, que financiarían los fabricantes a través de sus programas de responsabilidad social empresarial”, aseveró Humire que citó casos exitosos de estos modelos en los estados de Texas, Florida y California, los de mayor consumo de estos objetos.

Esta opinión no la comparte Enrique Gutiérrez, director de Medios Hispanos del Democratic National Committee (DNC), un órgano asesor del Partido Demócrata, adversario del hoy presidente Trump, cuyos líderes presionan en el Congreso para que el Senado trabaje en un proyecto de ley que establezca un mayor control a la venta de armas. Esto a raíz de las dos más recientes matanzas en Texas y Ohio.

“Ante el escándalo mediático que ha provocado estos hechos terribles (las matanzas) Donald Trump pretende ahora tratar de convencernos de que va a tomar acciones concretas para prevenir la violencia que generan las armas de fuego, pero estas son las mentiras que ya nos ha dicho en el pasado. Lo único que ha demostrado Trump es estar del lado de la todopoderosa NRA (National Rifle Association, que agrupa a los principales fabricantes de armas)”, señaló.

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En diálogo con El País, Gutiérrez recordó, cómo, seis meses antes de que ocurrieran las masacres, su partido logró aprobar en la Cámara de Representantes una iniciativa que establecía la revisión de antecedentes judiciales para los tenedores de armas pero que esta se hundió porque no contó con el apoyo de los líderes republicanos en el Senado.

“Hace unos días, Trump dijo que apoyaría la revisión de antecedentes pero está claro que tanto él como los legisladores republicanos juegan solo a favor de los intereses del NRA”, dijo.

“La cruel indiferencia del NRA frente a las miles de muertes que causan en nuestro país las armas de fuego y la inacción de los legisladores republicanos para tomar medidas de control tiene que terminar ya. Los estadounidenses están hartos de esta farsa. La gran mayoría de estadounidenses apoyamos un mayor control de armas para garantizar que tragedias como los tiroteos en El Paso y Daytona nunca vuelvan a ocurrir. Ya es hora de que Trump y los republicanos se unan a los líderes demócratas para adoptar medidas eficaces”, concluyó.

A su turno, el senador demócrata Chuck Schumer, lanzó fuertes críticas a Trump y al líder republicano en el senado Micht McConnell, por haber retirado su respaldo a la denominada Ley de Verificación de Antecedentes y los acusó de “seguir estando presos” del cabildeo de la industria fabricante de armas y de la NRA, asociación que vela por los intereses de la industria, a través de la millonaria financiación de campañas políticas y que se opone a cualquier ley que impida a los ciudadanos obtener un arma.

“La opinión pública estadounidense debe influir para exigirle al presidente Trump y a los legisladores de su partido que aprueben esta legislación que controla el acceso a las armas de fuego y, de esta manera, garantiza la seguridad de nuestros niños”, concluyó el legislador.

Schumer dijo que aspira a que Trump convoque una sesión extraordinaria del Congreso -en receso por vacaciones hasta el próximo 6 de septiembre-, para debatir la aprobación de la nueva legislatura que establezca un mayor control al acceso ciudadano a las armas. En el mismo sentido se pronunciaron 200 alcaldes del país, que el jueves suscribieron una carta pidiendo una legislación que imponga mayores controles para el porte de armas.

La tenencia de armas está consagrada en la Constitución de Estados Unidos como un derecho de los habitantes de este país.

Dentro de los avances que se han logrado para controlar su uso, está la denominada legislación de Bandera Roja, que consiste en que a través de una orden judicial, las autoridades pueden quitarle la posesión de las armas a personas con problemas de salud mental o que estén haciendo mal uso de las mismas. Dicha legislación ha sido adoptada por 17 de los 50 estados de este país y Washington, su capital.

Según la Organización Mundial de Salud, OMS, Estados Unidos registra una de las tasas más altas de muertes por armas de fuego entre los países desarrollados. En lo corrido de 2019, 8.700 personas murieron y 17.400 han resultado heridas, en incidentes ocurridos con armas de fuego en territorio estadounidense.

El miércoles, Trump dijo a los periodistas que tanto él como los líderes del Congreso apoyan un cambio en la legislación para impedir que personas con problemas mentales porten armas, imponiendo mayores controles. Pero se pronunció en desacuerdo con prohibir la venta de fusiles de asalto, como las armas semiautomáticas que fueron utilizadas por los atacantes en las matanzas del fin de semana anterior.

“No creo que frente a los muy graves hechos de los últimos días se pueda culpar a Donald Trump porque el fenómeno de los tiroteos ha venido en aumento desde mucho antes de que él asumiera la Presidencia, al igual que los crímenes de odio y todo ese fenómeno de nacionalismo blanco que tiene una larga y triste historia en este país. Tampoco creo que este tema lo vaya a afectar electoralmente. Por lo menos, mientras la economía siga estando bien”, enfatizó a El País, el analista Humire.

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Antecedentes, la propuesta de Trump

En medio de la indignación que desataron los nuevos tiroteos en Texas y Ohio, el pasado fin de semana, el presidente Donald Trump ha manifestado estar dispuesto a apoyar controles más estrictos de antecedentes a las personas que deseen comprar armas en Estados Unidos.

“Están en marcha discusiones serias entre los dirigentes en la Cámara y el Senado acerca de controles significativos de antecedentes (de compradores de armas)”, dijo Trump en Twitter.

“Las armas no deberían llegar a manos de personas enfermas mentalmente o trastornadas. Yo soy la persona que más apoya la Segunda Enmienda, pero todos debemos trabajar juntos por el bien y la seguridad de nuestro país”, agregó.


Ante esto, la Asociación Nacional del Rifle defendió que la gran mayoría de las ventas de armas en Estados Unidos, incluyendo las que se realizan por internet ya están sujetas a verificaciones de antecedentes contundentes.

"De hecho, ninguna de las propuestas actuales de verificación de antecedentes habría evitado estas tragedias", apuntó la organización.

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