Los riesgos de relajar medidas ante el covid-19 que ya se evidencian en Cali

Desde hace un mes y cuatro días, para muchos caleños la ciudad volvió a la completa normalidad. Con la reactivación económica, y la poca restricción de movilidad, algunas personas hicieron o quisieron creer que el Covid-19 ya desapareció.

Para unos, el virus fue un amigo que estuvo por varios meses y quizá muy cerca, pero no saludó a ninguno de sus seres queridos o si lo hizo no fue tan drástico y creen que ya se fue, por ello ahora salen a la calle sin precaución, sin el uso del tapabocas ni guardando distancia. Visitan establecimientos, hacen ejercicio, recorren la ciudad con normalidad como si no hubiera pandemia; para otros, el covid fue un enemigo que los visitó y les arrebató a familiares u conocidos y por ende, ahora le temen o respetan, y mantienen las medidas de bioseguridad al salir de casa.

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Sin embargo, a pesar de los 48.559 contagiados y 1605 fallecidos en la capital del Valle, hay quienes no creen aún en el covid y su peligro. Para ellos son cifras simples. Por eso regresaron a la calles con normalidad; su excusa es que “no han tenido síntomas”, y su argumento lo apoyan en que ven muchos otros que tampoco se adhieren a las medidas; al igual que en algunos de los establecimientos que visitan no se las exigen y “no pasa nada”, por lo tanto, no consideran necesarios los protocolos, y están convencidos de que el ‘bicho’ nunca tocará sus puertas.

Por este tipo de variación de comportamientos y pensamientos, es quizás que desde que se levantó la cuarentena (1 de septiembre) los casos de contagios han ido incrementando, así como la velocidad de transmisión, que pasó del 0.84 a 1.06 (actualmente).

No obstante, “esto era de esperarse, es lo que se ha visto a nivel internacional: una vez se hacen las reaperturas al mes empiezan aumentar el número de casos e incrementar la velocidad de transmisión y es exactamente lo que está sucediendo en Cali. Pero necesitamos mantener el RT por debajo de 1. Por eso el llamado es que las personas estén adheridas a los protocolos, vemos mucha indisciplina ante el uso del tapabocas, y esto preocupa, porque si seguimos así con la falta de adherencia a las medidas vamos a tener un aumento más allá de lo que tenemos hoy y la idea es poder controlarlo oportunamente, y tampoco tomar medidas drásticas”, señaló la secretaria de Salud Municipal, Miyerlandi Torres.

De hecho, el ‘relajamiento’ de las medidas en los diferentes establecimientos que firmaron los pactos por la vida, es decir, que se comprometieron a cumplir con todos los protocolos de bioseguridad para evitar contagios por covid, ha contribuido también al comportamiento actual de la curva epidémica, pues en algunos restaurantes, bares, centros deportivos, supermercados, centrales de abastos, obras de construcción ya no se toma temperatura, no se exige el tapabocas ni el distanciamiento y el lavado de manos.

“Los establecimientos asumieron con unos compromisos, pero cuando verificamos tenían más mesas de lo que se había pactado, ni siquiera tomando temperatura. Se han relajado. No solo es un llamado para los empresarios sino también a las personas, que cuando vayan a un lugar exijan que se cumplan los protocolos. Los mejores veedores son los ciudadanos”, dijo Torres.

En busca del cumplimiento de los protocolos, “se han realizado visitas e inspecciones en todos los sectores económicos. La semana pasada fue de mucha pedagogía, se dieron las recomendaciones y estamos haciendo de nuevo otras visitas, si identificamos que sigue el incumplimiento, esos establecimientos se cerrarán y serán sancionados”, aseguró Jimmy Dranguet, subsecretario de Inspección, Vigilancia y Control de Cali, quien además especificó que hasta la fecha seis establecimientos ya han sido cerrados.

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Al respecto, Argemiro Cortés, secretario de Desarrollo Económico, precisó: “Aunque la mayoría de las empresas estén cumpliendo las medidas, si hay un relajamiento de algunos se va al traste con el esfuerzo que hemos hecho con la reapertura. Por eso, es necesario que se cumplan estrictamente los pactos y porque por supuesto siempre están latentes medidas coercitivas, de cierre parcial o limitación a la movilización, lo cual va en contravía de lo que necesitamos, pues afectaría gravemente la economía”.

Además, el funcionario, quien anotó que de los 375.000 empleos que se habían perdido, por lo menos 50 % es decir, 150.000 ya se han recuperado, reiteró: “Se debe tener un compromiso social de todos los caleños, el virus está presente, la pandemia no se ha ido, lo que nosotros debemos entender es que hay que convivir con ella y que no es posible que volvamos a tener cierres definitivos, sería lo peor que nos puede pasar”.

Indisciplina en espacios públicos

En un recorrido por los principales espacios públicos y emblemáticos de la ciudad, El País pudo constatar que una gran cantidad de ciudadanos están incumpliendo las medidas, lo cual aumenta el riesgo de un rebrote en próximas semanas.

El bulevar del río, San Antonio, plazas de mercado como en Santa Elena, La Casona, restaurantes en varios sectores, el centro de la ciudad, son algunos puntos donde se observó muchas personas transitando sin el uso de la mascarilla así como aglomeraciones.

En el centro, por ejemplo, son muchos los compradores que pasan por alto las medidas, aunque otros sí las respetan; en cuanto a los comerciantes “habrá uno que otro desordenado, pero les están haciendo actas a los que no cumple los protocolos y cierran el establecimiento, hasta ahora no lo han hecho, pero la advertencia ya está, la Alcaldía realiza operativos”, comentó Albeiro Aristizábal, presidente de Grecocentro.

Dichas inspecciones al parecer han sido efectivas, al menos durante la semana pasada, se percibió mayor control en el lugar, aunque “el centro tiene una dinámica compleja, estamos haciendo operativos diarios, pero es difícil el manejo porque hay muchas personas, están los vendedores formales, informales, más los clientes; en recorridos hicimos la advertencia: si se relajan en las medidas serán cerrados”, acotó Jimmy Dranguet.

Asimismo, contó que en la galería Santa Elena continúan los controles, “tenemos 12 operativos haciendo inspección y vigilancia, allá tenemos una especie de manual de buenas prácticas que hicimos con los vendedores y lo están implementando”, puntualizó.

En el bulevar del río ha sido más complejo, pues los fines de semana, caleños y extranjeros se aglomeran en este espacio. “Se está trabajando en una resolución para que los establecimientos puedan sacar sus mesas, no es una autorización, sino un manual de buenas prácticas, queremos uniformidad en la silletería, unos horarios, vamos a hacer una especie de encerramiento para controlar el acceso”, agregó el funcionario.

Entre tanto, dijo que en el parque de El Ingenio aunque “ya se había recuperado, se volvió a descontrolar, vamos a hacer presencia permanente en el lugar”.

Sin embargo, desde la Junta de Acción Comunal no solo se pide eso sino que el parque sea cerrado. “La Administración no ha sido capaz de ejercer control en el parque de El Ingenio, hay que cerrarlo para que la gente pueda fluir de una manera más controlada, esa es nuestra petición”, señaló Hilman Suárez, presidente de la JAC del barrio.

A propósito

“Me cuido y te cuido”

De acuerdo con los especialistas, el incremento de contagios dependerá del comportamiento de cada ciudadano, si mantiene las medidas de prevención en todo lugar. “Esperamos que si las conductas se mantienen de la forma correcta volvamos a bajar (los contagios y fallecidos); que las personas que tengan síntomas tempranamente se aíslen, que sus contactos hagan el cuarentena, que se puedan hacer las pruebas, el seguimiento diario, si esto se hace, podríamos garantizar que próximamente pueda volver a bajar (contagios)”, aseguró la doctora en epidemiología Lyda Osorio.

Para ello, la especialista de Univalle, comentó que será clave reforzar todos los procesos de pedagogía, “es importante que las personas que están todavía convencidos que hay que tomar las medidas lo sigan haciendo, que no cambie su cultura porque el ejemplo ayuda a que otros puedan tener esa conducta, y también reforzar a nivel de pares, es decir, entre compañeros de trabajo, familiares, líderes comunitarios, en tiendas de barrio, en restaurantes, toca ir reforzando como una medida permanente de prevención”.

Asimismo, destacó la importancia de pensar en colectivo: “no se puede pensar que yo solo no me voy a enfermar o si me da no me pasa nada, sino que hay que pensar que si nos contagiamos podemos generar un riesgo a otros. El pensar en colectivo, de cuidarme a mí porque de esa manera evito que se siga transmitiendo el virus y cuido a otros que quizás puede morir es muy importante”.

En este sentido, el virólogo Manuel Vargas, enfatizó: “La cultura juega un papel importante, el ser respetuosos de las medidas depende desafortunadamente de la educación que tengas, cuando no se respeta porque piensa que no se va a morir, es un motor que propicia la transmisión del virus y el problema es que en muchos no se manifiesta la enfermedad entonces piensa que no pasa nada, pero puede afectar a muchos otros”.

Rebrote

Aunque el comportamiento de la curva en la ciudad dependerá de la conducta de los ciudadanos, la epidemióloga Lyda Osorio explicó: “Si se aumentan los casos, dos semanas después aumentan las hospitalizaciones y por ahí en tres o cuatro semanas vemos los fallecidos”. Asimismo, dijo: “Esperaríamos que en Cali no tengamos un rebrote tan fuerte, pero si no se mantienen todas las medidas. estamos en riesgo nuevamente”.