Jorge Iván, Todo Vale

Una de las grandes paradojas de la política nacional es que Jorge Iván Ospina haya terminado de presidente de la Alianza Verde, partido que es el adalid de la lucha contra el Todo Vale.

Y es que a lo largo de su vida pública Ospina ha hecho del Todo Vale su mantra. Para comenzar, llegó a la Alcaldía de Cali aupado por Juan Carlos Martínez y Juan Carlos Abadía, el dúo más nefasto en la historia de la política regional.

Cuando la campaña por la Alcaldía se apretó, Ospina no tuvo problema en buscar la sombra, entonces frondosa, de los Juan Carlos. En las redes sociales aún circulan las fotos del cierre de campaña en la que Ospina posa, muy orondo, al lado de los dos personajes.

Y ya en la Alcaldía Jorge Iván instituyó como norma de conducta el Todo Vale: en el 80% de los contratos que suscribió utilizó el mecanismo de los convenios administrativos, figura que le permitía gambetear las licitaciones.

La maniobra era muy simple: Ospina conseguía el contratista para ejecutar la obra y una fundación que actuara como testaferro para adjudicársela. El 99% de las veces el beneficiado de la adjudicación subcontrataba con el contratista que la Alcaldía señalaba.

Con este perverso mecanismo se adjudicaron obras como la readecuación del estadio Pascual Guerrero, cuyo presupuesto inicial era de 30.000 millones y terminó costando más de $100.000 millones. (El adjudicatario de esa obra terminó enredado, unos años después, en unas irregularidades cometidas en la construcción de unas obras deportivas en Montería).

Fue tan osado Ospina que para sus convenios administrativos usó hasta una de las instituciones más respetadas de la ciudad, la Sociedad de Mejoras Públicas. Eso fue posible gracias a la cercanía que el entonces Alcalde tenía con una atractiva dama que nombraron como directora de la SMP.

Uno de los convenios más polémicos que suscribió la Alcaldía con esa entidad tenía por objeto la adecuación de la escombrera de la ciudad. Para eludir la licitación se usó la excusa de que esa era una obra urgente. Pero a pesar de esa ‘urgencia’ la obra, que por supuesto la SMP iba a subcontratar porque esa institución sabe de escombreras lo que yo de física cuántica, nunca se hizo.

Otro convenio suscrito con la SMP se usó para pagar los salarios de los famosos guardias cívicos. Y es que en otra muestra del Todo Vale, Ospina dilapidó millones de pesos del Municipio en esos guardas cívicos, que no realizaban tarea alguna y cuyo único objetivo era darles un ingreso a amigos de los concejales y del propio Ospina.

Otra megamuestra del Todo Vale de la Alcaldía de Ospina son las Megaobras. La idea inicial de esta iniciativa, desatrasar a la ciudad en materia de infraestructura vial, era buena. Pero la chapucería con la que se adjudicaron las obras, sin tener los estudios previos completos ni los predios negociados, desembocó en que de las 21 megaobras contempladas, si acaso la mitad fueron ejecutadas en ese gobierno. Pero eso sí, los caleños las pagamos completicas.

Y como vaca vieja no olvida el portillo, en la reciente campaña electoral Ospina, a pesar de ser presidente del Partido Verde --principal soporte de la candidatura de Sergio Fajardo--, apoyó por debajo de cuerda a Gustavo Petro.

Ahora Ospina amenaza con reincidir como aspirante para la Alcaldía de Cali. Y no lo duden, recurrirá al Todo Vale con tal de cumplir ese propósito. Por fortuna, los caleños, que no queremos más Todo Vale, ya lo conocemos.

Sigue en Twitter @dimartillo