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En el barrio San Nicolás se registraron inundaciones en las vías tras el aguacero que inició hacia las 2:00 p.m. de este viernes. | Foto: Raúl Palacios - El País

LLUVIAS

¿Hasta cuándo lloverá en la región?, los pronósticos y preocupaciones de la temporada

Doce municipios están en categoría crítica por impacto de la Niña. La actual ola invernal deja 8 víctimas, 70.000 afectados y daños al agro.

21 de marzo de 2021 Por:  Alfredo García Sierra, reportero de El País

La ola invernal llegó a Cali y al Valle para quedarse probablemente hasta junio. Habrá que portar paraguas en los próximos meses y tomar las precauciones del caso si se habita cerca a las riberas de los ríos, quebradas y zonas montañosas.

Y, ante la magnitud de lo que está pasando y lo que puede venir, las alertas están encendidas en 12 municipios considerados críticos. La vigilancia especial está enfocada en Bugalagrande, Obando, Sevilla, Caicedonia, Buga, Tuluá, Ginebra, Guacarí, El Cerrito, Pradera, Florida y Cali, ante la continuidad de la temporada lluviosa, que obligó a la gobernadora Clara Luz Roldán a declarar la calamidad pública en el departamento.

Las tempestades desatadas en los últimos días luego de la llegada anticipada del fenómeno de la Niña han ocasionado la muerte de ocho personas, daños en 500 viviendas y cultivos, más la destrucción de puentes y carreteras terciarias por deslizamientos de tierra e inundaciones. En total, 70.000 personas han sido afectadas.

A lo anterior se añaden problemas de captación del líquido en 13 de los 33 acueductos municipales, principalmente en Guacarí, Ginebra, El Cerrito, Bugalagrande, Andalucía, Candelaria, Florida y Pradera, según el gerente de Acuavalle, Jorge Enrique Sánchez.

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Cabe recordar que una crisis similar se presentó en el 2011 con emergencias en 21 municipios del Valle.

Según los expertos de hidro-climatología de la CVC, los caudales de ríos y quebradas están en aumento, ya que sus cuencas registran alta saturación hídrica por las lluvias.

Sobre el río Cauca, que ya presenta desbordamientos, hay monitoreo las 24 horas. Se vigila también al río Palo que irriga sus aguas en una amplia región del norte del departamento del Cauca y sur del Valle, siendo considerado uno de los más problemáticos. Por la erosión de su cuenca El Palo presenta turbiedad al desembocar en el Cauca, taponando siempre la bocatoma del acueducto de Puerto Mallarino en Cali.

Las cuencas de los ríos Frayle, Bolo, Amaime, Desbaratado y Guadalajara también tienen vigilancia ante la posibilidad de crecientes repentinas, lo mismo que en Jamundí en el sector de Mandivá. En la zona de Cencar, cerca a Yumbo, el río Cauca tiene altos niveles.

En 30 de los 42 municipios sigue lloviendo y se pronostica un aumento de las precipitaciones para lo que resta de marzo, y en abril. Incluso, se vaticina un mayo pasado por agua, más las dos primeras semanas de junio.

Ante estas estimaciones, los municipios de Versalles, La Unión, Andalucía, Alcalá, Bolívar, Palmira, San Pedro, Vijes, Yotoco, Yumbo, El Águila, Dagua y El Cairo, están bajo categoría medianamente crítica.

Jesús Antonio Copete Goez, secretario de Gestión del Riesgo del Valle, dice que algunos “corregimientos y veredas están incomunicadas por movimientos en masa, siendo uno de los mayores el que se presentó en la parte montañosa del municipio de Florida, cerca al Páramo de las Tinajas”.

El más reciente balance da cuenta de 170 derrumbes en varias regiones del departamento, los cuales tienen incomunicados a un número indeterminado de agricultores, cuyo censo no estará finalizado antes de dos meses, señala el funcionario.

Anota que “esta falta de conectividad nos preocupa mucho” por el desplome de puentes peatonales y vehiculares, como ocurrió en Bugalagrande, donde siete puentes resultaron destruidos tras una creciente del río del mismo nombre.

El alcalde de Bugalagrande, Julio César Rojas, declaró el estado de calamidad pública, al señalar que “el 85% de nuestras vías terciarias están en mal estado, situación que se agravó por los deslizamientos de tierra que tienen aislados a muchos campesinos”.

Las fuertes precipitaciones causaron, asimismo, una grave emergencia en el corregimiento de Puerto Frazadas, jurisdicción de Tuluá, donde cuatro casas fueron arrasadas por la avalancha de una quebrada que atraviesa el sector de Las Veraneras, ubicado en las estribaciones de la cordillera Central. Por fortuna, señala Copete Goez, no hubo pérdidas humanas, ya que las personas lograron salir a tiempo.

De igual manera, hay afectaciones en Versalles y Sevilla, mientras las autoridades reubicaron a cuatro familias del corregimiento de Córcega, en el municipio de La Unión. En la zona de La Cayetana, municipio de Toro, el río Cauca se desbordó en el sector de Cachimbal, Puerto Molina y la hacienda El Nilo. Allí hay 40 familias en riesgo, las cuales serán reubicadas. En el 2017 se había presentado una emergencia similar en la región.

Al cierre de esta edición, los municipios de Buga, Cali, Florida, Ginebra, Sevilla, Yumbo y Bugalagrande habían declarado el estado de calamidad pública para reforzar las ayudas a los damnificados y las alertas tempranas en caso de arreciar el invierno.

El despeje de derrumbes ha sido complicado ante la escasez de maquinaria amarilla, anota Copete. “Lo más duro son las víctimas que nos ha dejado esta emergencia. Lamentamos lo sucedido en Siloé, donde murieron dos personas por un deslizamiento y otra en San Pedro. Asimismo, perdieron la vida dos al ser impactadas por rayos en Caicedonia y Palmira, mientras por inmersión fallecieron tres personas en Pradera, Florida y Buga”.

Agricultura en riesgo

El fenómeno de la Niña ha impactado a varias importantes zonas agrícolas del Valle por el desbordamiento de algunas quebradas y riachuelos.

Las lluvias han anegado siembras de cítricos, plátano, hortalizas y frutales en Obando, Roldanillo, San Pedro, Alcalá, Tuluá, Ulloa, Caicedonia, Bugalagrande, Sevilla, Bolívar, Andalucía, Cartago y El Cairo.

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De esa situación es testigo Óscar Marino Castro, un comerciante y productor de frutas en el municipio de La Unión, quien señala que “se han perdido cultivos de melón, papaya y cítricos”, además de que hay dificultades en la comercialización de otros al caer su consumo debido al invierno.

La presidenta de la Asociación Colombiana de Proveedores de Caña (Procaña), Martha Betancourt, estima que al menos 3500 hectáreas de cultivos de caña estarían afectadas debido al aumento del nivel freático, o de saturación de agua en los suelos.

“Estamos elaborando una encuesta entre nuestros afiliados para conocer esas afectaciones”, también por el rompimiento de diques y canales cercanos a sus cultivos”, anota la dirigente.

Cabe recordar que el río Cauca atraviesa 18 municipios vallecaucanos y a lo largo de su recorrido están la mayoría de los cultivos de caña que aprovechan los ingenios azucareros.

En el norte del Cauca hay 42.000 hectáreas de siembras, zona donde las lluvias han generado un aumento de los caudales de los ríos Desbaratado y Guengue, destaca la señora Betancourt. En Florida hay muchas afectaciones, agrega.

Emergencias en Cali

Las lluvias han sido igualmente intensas en Cali con inundaciones recientes en 15 barrios, caída de árboles y cortes de energía. Sobre el particular, Rodrigo Zamorano, secretario municipal de Gestión del Riesgo, señala que “siempre los puntos críticos son los que están más cercanos a ríos y quebradas, mientras las viviendas ubicadas en zonas de ladera son vulnerables a sufrir deslizamientos. Allí, cabe mencionar riesgos en corregimientos como La Buitrera, Pance, Golondrinas y Los Andes. En la parte urbana figuran las comunas 1, 18 y 20”.

Se han atendido 156 casos en una semana, cuatro veces más que el promedio de asistencias en un mes, destaca Zamorano. 428 personas han recibido ayudas humanitarias.

¿Seguirá la Niña?

Según Óscar Ramírez, profesional de la dirección ambiental de la CVC, “lo que está ocurriendo es el inicio de la primera temporada húmeda del año que va desde marzo hasta mayo, y a eso se suma la presencia del fenómeno de la Niña que se declaró desde el 2020”.

La actual temporada se caracteriza por un exceso de lluvias y alta humedad en las cuencas.

En el sur del Valle hay un superávit de lluvias del 85%, mientras para todo el departamento es del 60%.

Ramírez destaca que “finalizando abril habría una probabilidad
del 60% de que la Niña desaparezca, y otro 40% para que el actual fenómeno siga con su etapa lluviosa”.

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