¿En cuánto se reduce el viaje de Buenaventura al centro del país con apertura del Túnel de la Línea?

El camino entre Buenaventura y Bogotá siempre ha sido incierto para los transportadores de carga. Bajo condiciones normales de la vía, el recorrido puede tomar unas 16 o 17 horas para un tracto camión cargado que logre pasar el Alto de la Línea antes de las 9 de la noche. De lo contrario, tendrá que esperar a que pasen las 7 horas de restricción que existen hoy y el viaje aumentaría a 24 o 25.

Además de esto, cuenta Nidia Hernández Jiménez, presidenta de Colfecar, el tiempo de tránsito dependerá de muchas otras cosas: velocidad del vehículo, la hora de salida del puerto, que no se presenten novedades en la carretera por deslizamientos de tierra, vehículos varados o accidentes. En fin, una serie de variables incontrolables.

Pero a partir del próximo viernes habrá un cambio significativo en la ruta Buenaventura-Bogotá. Los carros ya no tendrán que subir el Alto de la Línea, por lo menos en este sentido, pues podrán transitar por el túnel Centenario Darío Echandía Olaya, que está listo después de once años de obra.

Lo primero que encontrarán los conductores serán tres túneles continuos y luego 2,5 km de vía a cielo abierto antes de encontrarse el túnel Centenario, que tiene 8,6 km. Aunque parece un tramo corto frente a los 505 km que conforman el corredor Buenaventura-Bogotá, su entrada en funcionamiento significará reducciones en tiempos de tránsito. Colfecar habla de un ahorro de 50 minutos, pero Milciades Carrero, quien tiene más de 20 años transitando esa zona llevando carga, dice que el ahorro en ese paso puede ser de más de una hora.

“Yo creo que en buena hora se terminó esa obra, ese paso siempre generó dificultades, pérdidas de vida, daños económicos, desgaste de vehículos, accidentes, pérdida de tiempo que se traduce en dinero, todos recibimos esa noticia con satisfacción y optimismo de que las cosas van a mejorar”, comentó Carrero.

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La apertura del túnel Centenario ha generado optimismo en la región.
Juan David Castaño, gerente de Analdex en el Suroccidente, explicó que una parte importante del aparato productivo nacional se encuentra en Bogotá y la apertura del túnel los acerca un poco más a su puerta natural con el mundo, que es Buenaventura.

“Si bien es muy importante la reducción del tiempo de tránsito que esto le aporta, lo clave es tener una mayor predictibilidad en los tiempos de movilización de las mercancías del comercio exterior. En ese tramo se tiene una incidencia muy alta de fallas mecánicas y accidentes, por lo difícil de la vía, curvas en pendiente y a veces un tránsito normal por esta zona de dos horas se convierte en doce, ahora esperamos una ruta más fluida por el sector”.

Esto mismo creen los transportadores. Para la presidenta de Colfecar, el túnel de la Línea hará que los procesos logísticos sean más eficientes, principalmente por la reducción de tiempos, lo que permitirá a los distintos agentes de la cadena logística tener ventajas competitivas a nivel nacional e internacional.

Otro beneficio sería la reducción de los fletes de carga desde Buenaventura. Al respecto, Nidia Hernández dice que esto no sería inmediato. “Con la apertura del túnel se prevé disminuciones en tiempos y en kilómetros recorridos en sentido occidente–centro del país, por lo tanto es probable la reducción en combustible, desgaste de repuestos y llantas, sin embargo, es necesario esperar a que se confirmen las tarifas de peaje para los distintos tipos de vehículos de carga y hacer las respectivas pruebas para determinar si un carro logrará un mayor número de viajes al mes”, asegura.

Juan David Castaño coincide en que en la medida en que a los transportadores se les empiecen a reflejar los ahorros, por menores incidentes en la vía, menor congestión, entre otros, estarán en disposición de revisar tarifas pero sobre todo por la presión del mercado, “aunque los ajustes no serán sustanciales”.

Aun así resaltó que para el Valle es muy importante porque acerca a los empresarios al centro del país, que concentra casi el 50 % del consumo.
“En cuanto a la mejora en los costos logísticos, esta es una meta que se debe lograr a través de muchas acciones, cada una generando un ahorro pequeño hasta alcanzar ese gran objetivo. Con la mejora en la infraestructura se espera contribuir, pero debemos completar con peajes electrónicos, incentivos para el transporte nocturno, flotas multi tripulación”, dijo el director regional de Analdex.

Añadió María Isabel Alvarado, directora de la Cámara Colombiana de la Infraestructura, CCI, en el Suroccidente que, el túnel además de aumentar la velocidad de tránsito a 60 km por hora y reducir los tiempos de desplazamiento, como se ha mencionado, “es un proyecto que para el Valle del Cauca se traducirá en la facilitación de oportunidades para el intercambio comercial y mejoramiento de la accesibilidad desde el centro del país hacia el departamento, con lo cual también se fortalecerá la dinámica para el desarrollo del turismo en la región.”

La preocupación de los transportadores es que lo que se gane con el paso por el túnel y las otras obras de infraestructura se pierda en los ‘cuellos de botella’ que persisten en el puerto de Buenaventura y en la entrada a las ciudades capitales.

Por eso, para Angélica Mayolo, presidenta de la Cámara de Comercio de Buenaventura, se debe seguir trabajando en esa ruta, pues faltan por construir 120 km de doble calzada, lo cual representa el 24 % del total del corredor Buenaventura–Bogotá. Entre estos tramos están: Buga-Buenaventura, La Paila-Calarca y Cajamarca-Ibagué.

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