El pais
SUSCRÍBETE
La cuarentena ha afectado a los padres modernos de distintas formas. Una anatomía de la paternidad en siete nuevos arquetipos. Humor. | Foto: Especial para El País

DÍA DEL PADRE

'Coronapadres': los siete nuevos arquetipos de papás en la pandemia

La cuarentena ha afectado a los padres modernos de distintas formas. Una anatomía de la paternidad en siete nuevos arquetipos. Humor.

21 de junio de 2020 Por:  Redacción de El País

No existe un manual de instrucciones para ser padre, y la mayoría de los libros sobre paternidad están enfocados a controlar a los niños para que ellos se porten bien, para que ellos cumplan las reglas, para que ellos encajen en el mundo adulto”, dice el actor y pedagogo Felipe Noguera (El Gato Aguirre en ‘De pies a cabeza’) autor del libro ‘Padres balanceados, hijos felices’ que acaba de publicar en estos tiempos de cuarentena.

Y si no existe un manual de instrucciones en condiciones normales, mucho menos fue escrita la guía para ser padre en los tiempos de Coronavirus, periodo de la historia que, como explica el psiquiatra Carlos Climent, “algunos ven como una tragedia, mientras otros le han encontrado gusto hasta al trapear y el lavar platos”.

Por eso, porque los padres no son un único género, sino múltiples como la naturaleza humana, en esta ocasión hicimos una anatomía de los diversos tipos de padres que han nacido en medio de la situación actual.

Puede leer: Cinco claves para tener en cuenta este fin de semana por ley seca y toque de queda

Con humor, para variar en medio de tantas malas noticias, usted podrá ver reflejados algunos rasgos de sus seres queridos en estos siete arquetipos: el telepadre, el reinventado, el antiséptico, el negacionista, el padre nido, el padresor y el padre carrusel.

El ‘telepadre’

Ha trasladado la oficina a la casa, durante la pandemia, y esto le ha ocasionado un cruce de cables como los que se forman cada mañana en su escritorio.

Los niños lo buscan para jugar, pero está conectado por Zoom; lo buscan para cenar, pero prepara informes; lo buscan a la hora de ir a dormir, y él les narra el cuento de Caperucita Roja y el Lobo de Wall Street.
Tiene reuniones corporativas a altas horas de la noche y los fines de semana, en modo virtual; antes al menos lo perdían ciertos días a causa de la Bundesliga, pero ahora está sin estar todo el tiempo, pues el pobre ni horario tiene ya.

Toma tanto café —ahora que está en casa—, que se le ve nervioso, y se levanta tan poco de la silla de rodachines que una panza incipiente comienza a brotar por encima de la línea del cinturón. Por qué usa cinturón, nunca pijama, pues a cualquier hora puede llamarlo el vicepresidente regional de la compañía.

Sus hijos ya no saben su talla de camisa o de pantalón y han decidido regalarle un archivador, una planta de plástico y una grapadora para celebrar el Día del Padre.

El origen del Día del Padre es Estados Unidos, cuando una mujer, Sonora Smart Dodd quiso homenajerar a su padre Jackson. En 1966 el presidente Johnson decretó el tercer domingo de junio como Día del Padre en EE.UU

El padre antiséptico

Vive para combatir las bacterias en su hogar, y se le reconoce, pues anda bien dotado con material de defensa contra los virus. Persigue a los niños con gel para manos y aspersores de alcohol, mientras estos corren por la sala; compró un cargamento casero de tapabocas y guantes quirúrgicos; si debe salir por las compras, al regresar se baña y desinfecta su ropa y zapatos, como el padre responsable que es, aunque otros le acusen de caer en pequeños extremos como tener la alacena repleta de latas de atún, galones de agua y papel higiénico por si llega el fin del mundo.

Nadie lo despega del noticiero, mañana, tarde y noche; vive pegado a la radio para estar al tanto de las nuevas cifras del virus y los decretos, que explica a todos los demás padres, pues es el único que los entiende. Es de los que creen que deberían implantar el toque de queda permanente y no regresar a los colegios hasta mediados del 2022. Si no se aplana la curva, construirá un búnker en casa.

El padre “reinventado”

La palabreja “reinventado”, que a tantos molesta, se vuelve realidad en el caso de esos padres a los que la cuarentena ha reconectado con su rol. Han pasado de ser distantes y poco participativos a convertirse en el centro del afecto para sus hijos.

Al pasar más tiempo en casa o teletrabajar, y al tener que hacer las veces de niñeros, chefs, maestros y asistentes de tareas y juegos, han descubierto dentro de sí nuevas y amorosas facetas de su paternidad, hasta el punto en que los primeros sorprendidos son ellos mismos.

Los padres reinventados no veían la hora de irse de viaje o al trabajo, en largas juntas que empataban con cenas y desayunos corporativos, pero ahora su gran plan es hacer campamento en la sala, hornear con sus hijos por las tardes, jugar Monopolio y ajedrez, parqués y Scrabble, y han visto varias veces ‘Juego de Gemelas’ y ‘Toy Story’ hasta dejar, de vez en cuando, correr una lágrima.

El reto de los padres reinventados es mantener las habilidades ganadas en estos tiempos.

“El padre de hoy tiene una cercanía más grande con cosas que antes no tomaba en cuenta. Hoy puede ser un experto cocinero o un apasionado sobreprotector”, Rocío del Pilar Alford
Psicóloga educativa.

El padre negacionista

“El virus no existe”, o al menos “tanta alharaca es un cuento chino”, sostiene. Les repite a sus hijos y a su esposa que todo se trata de un plan orquestado por el comunismo chino para boicotear las economías occidentales e implantar un nuevo orden mundial. Regaña a sus hijos por “darle mente negativa” al problema. Ya ha salido varias veces de rumba, así sea a escondidas, pues cree que entre más pronto se contagien todos, más rápido el mundo volverá a la normalidad.

Considera débiles a los padres que se mantienen confinados, se siente “blindado por la ‘vitamina mugre’ de su infancia” y aprovechó el viernes sin IVA para salir todo el día de tienda en tienda, de centro en centro, con la excusa de elegir su propio regalo del Día del Padre, pero su idea no era tanto comprar como volver a estar en medio de las grandes multitudes que tanto extraña. Se queja de que el gobierno ha sido paternalista y se identifica con Humberto: ¡De la Calle!

AHORA EN Contenido Exclusivo