Balance positivo tras primer día de cuarentena voluntaria en el centro de Cali

La vida en las calles del centro de Cali por estos días de puente festivo recuerdan mucho a cuando apenas se decretaba la cuarentena nacional, a finales de marzo. Un par de palomas que buscan restos de comida sobre la Carrera Quinta, las persianas de los locales a ras del piso y un silencio en la Calle 14 que pone los pelos de punta... Estas son solo algunas imágenes que deja la cuarentena voluntaria que propuso el gremio de comerciantes formales e informales de este sector de la ciudad.

Alrededor de 3200 establecimientos y 2000 vendedores informales suspendieron sus actividades.

Son dos las razones por las que decidieron implementar esta estrategia de forma voluntaria. Primero, al no trabajar durante los días de mayor ajetreo -viernes y sábado-, las aglomeraciones serían menores y el contagio, también. Segundo, evitar que una vez se llegara al pico de la pandemia, estimada para el 20 de agosto, los casos covid detectados en el centro se dispararan y se vieran obligados a cerrar durante más tiempo.

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No todos pueden mantener esa promesa. El golpe económico de la pandemia obliga a algunos trabajadores a rebuscarse la ganancia diaria, incluso si en las calles del centro solo se alcanza a ver a lo lejos uno o tres peatones como máximo.

“Cualquier cosita que uno se lleve a la casa está excelente”, expresa con seguridad Brandon Giraldo Rosero, propietario de un puesto de venta de gafas de sol sobre Calle 13 con Carrera Séptima. Hace ocho años se dedica a este negocio que le provee “de 25 a 50 lukitas ($20.000 a $50.000)”.

Opina que la decisión del gremio de acogerse a la cuarentena voluntaria es bastante buena, pero enfatiza la necesidad de llevar recursos a su casa, en donde vive con dos hijos menores de edad.

“Él -señala su compañero de trabajo- también tiene hijos y pues ambos estamos un poquito suaves de dinero, por lo que quedarnos en casa por tres días es bastante difícil. No tenemos ahorros, porque uno vive del día. Aquí estamos de lunes a lunes desde las 9:00 de la mañana hasta las 7:00 de la noche”, cuenta Brandon, mientras extiende el plástico sobre el que pone las gafas de sol.

Los puestos de los vendedores informales que hay tanto a su derecha como izquierda están cerrados. Con ventanas metálicas echadas hacia dentro parecen robots desarticulados. A casi cualquier ángulo que uno dirija la mirada se encontrará con ellos. Son realmente muy pocos los stands que decidieron abrir, lo mismo que los locales comerciantes.

Sus dueños -o sino sus trabajadores- explican que debían atender una orden de entrega o bien generar ganancias pues la situación económica los empuja a ello. Desde dentro de un gran local de ropa ubicado sobre la Calle Quinta se oye música, al otro lado de persiana: tal vez sean personas haciendo inventario. Y desde un edificio de centro comercial en la Carrera Séptima un vigilante explica que el repicar que se oye desde arriba es por unas remodelaciones locativas. Son muy pocos los establecimientos abiertos y vendedores ambulantes que insisten en su rebusque. Cerca del 95 % de las actividades comerciales del centro fueron suspendidas.

“Además de las cuarentena voluntarias del centro de Cali y el sector comercial de la Comuna 14, por ahora no hemos recibido más propuestas similares, pero lo que sí se ha hecho es recomendar a todo el gremio que aprovechen el teletrabajo en la medida de sus posibilidades, pues la mayoría de los contagios se están dando en los espacios laborales”, anotó Argemiro Cortés, secretario de Desarrollo Económico.

Además, agregó: “Si bien es entendible este tipo de medidas a la hora de frenar el contagio, también se agrava la parte económica y más si al día de hoy tenemos cerca de 346.000 personas desempleadas, es decir, un 27.7 % de desempleo, que antes de la pandemia se ubicaba en un 13 %”.

Si el balance positivo que se tuvo este viernes en el centro de Cali permanece durante hoy y mañana, las autoridades analizarían ampliar la semana entrante el cordón sanitario a 24 cuadras, es decir, el doble de lo que está actualmente. Cabe recordar que el área en el que el comercio se ha reactivado cubre desde la Carrera 5 hasta la Carrera 9 y desde la Calle 13 a la Calle 16, mientras que la que se añadiría iría desde la Calle 10 a la 17 y de la Carrera 4 hasta la Décima.

Entretanto, el centro de Cali permanece silencioso, con presencia policial en las vallas que controlan el ingreso y salida a la zona, mientras funcionarios de la Secretaría de Seguridad y Guardianes por la Vida adelantan labores pedagógicas para que la cuarentena continúe como muchos piensan que debería ser: voluntaria.

Desde las 9:00 de la noche de mañana hasta el martes 11 de agosto -a la misma hora- los comerciantes del oriente de Cali también cerrarán sus locales.

Se trata de 350 establecimientos de la Comuna 14. De acuerdo con la Secretaría de Desarrollo Económico, este sector moviliza alrededor de 5000 personas al día, además de que genera 1000 empleos directos. Al igual que los comerciantes del centro de Cali, la decisión fue voluntaria, con el fin de mejorar las cifras de contagio en la ciudad.