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Afirmaciones sin fundamento

Como se esperaba, los dos candidatos a la Presidencia que entrarán a la recta final son Petro y Duque. Las encuestas de opinión así lo vaticinaron.

30 de mayo de 2018 Por: Redacción de El País 

Como se esperaba, los dos candidatos a la Presidencia que entrarán a la recta final son Petro y Duque. Las encuestas de opinión así lo vaticinaron. La sorpresa la dio el candidato Fajardo, que comenzó a subir en las últimas semanas y poco le faltó para superar a Petro.

Los enemigos de Iván Duque lo atacan acérrimamente con base en dos premisas: que es un candidato de extrema derecha y que es un títere del Dr. Álvaro Uribe. Como primera medida en los múltiples debates ha demostrado ser una persona coherente y ponderada. Ni él, ni ningún colombiano sensato es enemigo de la paz, como lo acusan. Otra cosa muy distinta es no estar de acuerdo con algunas de las concesiones que se le otorgaron a las Farc en el acuerdo, como permitirles a sus líderes ocupar cargos en el Congreso sin haber sido procesados por la JEP o disentir que el grupo guerrillero ocultara información sobre su negocio del narcotráfico, o protestar por el encubrimiento de parte sus bienes.

Tampoco es un títere del Dr. Álvaro Uribe. Compitió con otros candidatos de su partido y ganó en franca lid. En múltiples ocasiones que le han preguntado sobre ese tema ha respondido con serenidad y coherencia que el Dr. Uribe seguirá siendo presidente de su partido, cuando él ejerza la Presidencia de Colombia. Una cosa es una cosa, y otra cosa es otra cosa, como diría nuestro filósofo de Buga. Su personalidad y su talante han demostrado durante toda su trayectoria de vida que es un joven independiente, con sus propias ideas y convicciones.

Gustavo Petro ha insistido en dos temas a los cuales me referiré, además de muchos otros que expresa con absoluta convicción.

Afirma que si llega a la Presidencia en 10 años agotaría las reservas petroleras y prohibiría la explotación del carbón. Voy a dar unos datos para que los lectores se formen una idea de por qué creo que son afirmaciones sin sustento, por consiguiente, engañosas y efectistas, en otras palabras, propias del populismo.

En el mundo se ha dado una batalla para sustituir el petróleo desde el acuerdo de Tokio hace 19 años, por sus efectos contaminantes. Además, los países que carecen de este material energético les interesa sustituirlo, por razones obvias. Actualmente el 80% de la energía es producida por petróleo, carbón y gas, solamente el 3% proviene de energías limpias, eólica y solar. Se pretende continuar en este loable empeño y se espera llegar al 6%, en el año 2030. Países como España que han luchado por muchos años para sustituir su dependencia petrolera, ha logrado disminuirla al 75%. La eólica, solar y geotérmica solamente provee el 6% del consumo. Él promete hacerlo en 10 años. Ignora que también afectaría la industria de los plásticos.

Afirma que en su Presidencia se abolirán las EPS, en lugar de controlarlas. Su gobierno se haría cargo de la salud de manera integral. Volveríamos al Seguro Social, de ingrata recordación. Los hospitales gestionados por el Estado son un ejemplo patético del fracaso administrativo. Igual ocurrió con las EPS como Calisalud o Cajanal.
Cuando se nacionalizan los servicios, desaparece el control estatal, ya que el controlador no puede ser al mismo tiempo el administrador, además se aumenta el riesgo de la corrupción. Se priorizan los beneficios políticos y sin duda, se politiza la gestión.

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