¿Uribe, primer ‘vencido’ de comicios de octubre?

El proyecto político del ex presidente estaría perdiendo fuerza en el país. Partido de la U parece tomar distancia.

Las estrategias electorales que se trazó el expresidente Álvaro Uribe Vélez desde finales del año pasado afrontan serias dificultades, en la medida en que la dirección del Partido de la U parece haber tomado distancia del ex mandatario, quien parece quedarse cada vez más solo.La primera señal de alerta se dio con la designación del candidato a la Alcaldía de Medellín, donde la U escogió a Federico Gutiérrez y dejaron de lado la propuesta de Uribe de hacer coalición con el Partido Conservador.Uribe, quien tenía los ojos puestos en el ex director del Sena, Darío Montoya, terminó derrotado por la Unidad Nacional, que inclinó la balanza a favor de las aspiraciones de Gutiérrez.Este revés dejó mal parado al ex presidente, quien perdió con su partido en su propia tierra, lo que vaticina que esta derrota se le podría repetir en el resto del país, según analistas.En corrillos se habla en defensa de Uribe y se dice que el único ‘guiño’ que ha dado es el de la Alcaldía de Bogotá, con Enrique Peñalosa. Pero hay otros sectores que advierten que sí existen candidatos que son respaldados directamente por el ex mandatario, pero que no cuentan con el beneplácito de la dirigencia parlamentaria de la U.Uno de los que desnuda la situación de Uribe es el analista Alejo Vargas, quien considera que la figura ex presidencial es mediática al considerar que “él (Uribe) ya es un ciudadano común y corriente como cualquier otro y punto. Creo que su papel es como el de Ernesto Samper, Belisario Betancur, cualquiera de ellos”.Vargas desestima que el tema de la popularidad de Uribe sea un activo político y enfatiza que “el jefe natural de la U es el Presidente de la República y él es el que coordina y orienta las directrices del partido”.Agrega que “en las elecciones de octubre va a quedar claramente demostrado, si es que Uribe apadrina candidatos, pero creo que a la mayoría los van a derrotar, de pronto por allá en un pueblo de Antioquia ganará, pero no tendrá la influencia de antes”.Explica que en política no es claro que “se transfieran los votos” y si bien Uribe tiene aceptación en algunos sectores de la sociedad “eso no implica que si él dice que hay que pararse en la cabeza la gente lo haga, eso es otra cosa”.Sustenta que el papel actual del expresidente es distinto al de otros tiempos y añade que “desde que dejó de ser Presidente perdió el poder, eso es lo que él a ratos parece no darse cuenta” y enfatiza: “El poder del Presidente es el que da puestos, el que da contratos. Si se termina eso, y a él ya se le terminó, es mejor irse para la casa a escribir sus memorias”.Una mirada contraria a lo expuesto por Vargas la entrega el senador de la U, Roy Barreras, quien insiste en que “se equivocan quienes piensan que el pueblo ha dejado de reconocer el liderazgo del presidente Uribe, las mayorías colombianas le tienen afecto y seguirán escuchando sus opiniones patrióticas”.Barreras agrega que su partido “tiene que resolver las distintas expectativas de las regiones y cualquier ex presidente y presidente de partido se ve sometido a decidir entre unos y otros intereses, eso no es nada novedoso” y recuerda que “en Bogotá, por ejemplo, hemos hecho caso y hemos seguido la directriz del presidente Uribe, en el sentido en que el mejor alcalde para Bogotá es Peñalosa, por encima de cualquier otro de los aspirantes”.Dice que el caso de Medellín produjo “mucho ruido” pero agrega que “permanentemente se ha buscado la opinión y la directriz del presidente Uribe”.Sobre la eventual imposición del santismo frente al uribismo, Barreras anota que “algunos sectores muy radicales quisieran ver una ruptura irremediable entre Santos y Uribe, pero no ocurrirá porque el proyecto de buen gobierno del presidente Santos está construido sobre las bases de la seguridad democrática del presidente Uribe y así seguirá siendo”.Mientras tanto, el presidente saliente del Congreso, también de la U, Armando Benedetti, minimizó un poco la situación y culpa a su colectividad de no tener la fuerza para presentar candidatos propios para las elecciones de octubre.“No es concebible que el Partido del Presidente (Santos), el Partido de las mayorías en el Congreso no tenga un solo candidato fuerte en alcaldías y gobernaciones”, acusa Benedetti, quien tiene claro que su colectividad requiere de una reingeniería, al considerar que las decisiones de las directivas están alejadas de la realidad actual.Reitera su acusación al presidente del Partido, Juan Lozano, de quien dice que no está otorgando los avales que son y esto podría conllevar a que los votantes se vayan a los candidatos de las coaliciones.En un punto más centrado se encuentra el analista Ancizar Marroquín, quien piensa que Uribe mantiene una alta aceptación de los colombianos, pero en la actualidad se evidencia un dilema en torno a que muchos “aún no saben si están con el anterior gobierno o con este”.Por su parte, el ex asesor presidencial José Obdulio Gaviria no cesa en su defensa acérrima del ex presidente Uribe. Para él, el ex mandatario es un dirigente que tiene un amplio respaldo del país, pero reconoce que “no todos los coroneles y alfiles y torres están a la altura de un mandato y un propósito como el que él ha aceptado el pueblo colombiano”.