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“Una sociedad no se cambia con manualidades”: Director de Ascún

Bernardo Rivera Sánchez, director ejecutivo de Ascún, insistió en la necesidad de invertir en la investigación universitaria.

25 de marzo de 2013 Por: Olga Lucía Criollo, Reportera de el país

Bernardo Rivera Sánchez, director ejecutivo de Ascún, insistió en la necesidad de invertir en la investigación universitaria.

La transformación de una sociedad no se hace a partir de las manualidades ni de la artesanía, se hace a partir del desarrollo del conocimiento y las ideas y eso se llama investigación”.Con estas palabras, Bernardo Rivera Sánchez, director ejecutivo de la Asociación Nacional de Universidades, Ascun, reclamó la asignación de más recursos oficiales para la educación superior.El País habló con él, a propósito del ‘Encuentro Francia-Colombia sobre Evaluación de la Calidad de la Educación Superior’, que se realizó esta semana en Cali.¿Qué balance se hizo en el evento de la calidad educativa universitaria?Se reconocieron los avances del Consejo Nacional de Acreditación, CNA, que recibió una acreditación de calidad internacional y eso nos da confianza de que el sistema está muy bien orientado desde allí. También fue evidente que hay tendencias internacionales que el país debe ir incorporando en aras de mejorar, porque la calidad es esa utopía que uno persigue y cuando ya cree que la está alcanzado resulta que ya habían cambiado los criterios, en consecuencia, la excelencia es un ejercicio inalcanzable.¿Cuáles son esas tendencias?En Europa se está hablando de la necesidad de que a la universidad colombiana se le evalúe no solo desde la perspectiva de la formación, sino que se integran los tres ejercicios misionales, que son formación, investigación y servicio a la sociedad, pues aquí estamos fraccionados: la investigación la evalúa Colciencias, las condiciones mínimas para operar las evalúan las salas de Conaces y la acreditación de alta calidad la hace el CNA.¿Y cuál es su percepción como director ejecutivo de Ascun?Me siento muy contento con los avances logrados. Tenemos 81 instituciones con carácter de universidad, de las cuales 22 están acreditadas como de alta calidad, o sea que estamos llegando al 25 % y hay otro tanto autoevaluándose para poder acceder a ese reconocimiento, que lo que hace es darle confianza a la sociedad de que sus universidades son de una excelente calidad.¿Cree que para 2014 se alcance la cobertura del 50 % propuesta por el Gobierno para este nivel educativo? Allí es donde el país no se puede equivocar, en el sentido de que por cumplir metas de cobertura en cantidad, no tenga un mayor cuidado en la calidad. Lo que el país tiene que mirar es que la calidad no está llegando a todos los colombianos, de manera que hay que revisar también el tema de la equidad y por eso los rectores han sido enfáticos en decir que las metas de la educación superior en Colombia deben ser por una calidad con equidad.¿Qué se puede hacer para lograr ese propósito?Hay que reconocer cuáles son los factores que determinan la calidad en la universidad y el primero es la investigación. Me preocupa que el nuevo sistema de asignación de recursos para ciencia y tecnología que están ligados a las regalías no tengan esa propuesta de vinculación con la universidad, no permitan que realmente eso se refleje en la calidad de los estudios. A todo lo que es investigación básica se le redujeron los recursos tremendamente en Colciencias y eso va a tener un impacto en la calidad universitaria.¿Qué otros factores hay por mejorar?El otro aspecto que necesariamente se refleja en la calidad de la universidad son sus docentes. El país necesita hacer un esfuerzo mucho mayor en la formación de sus docentes. Hoy, los profesores universitarios con título de doctor están llegando al 5 % cuando en Europa son el 80 %, lo que habla de que hay una brecha muy grande. Y un tercer elemento que tiene que ver con la infraestructura, porque el crecimiento de las universidades públicas en infraestructura depende del IPC y las necesidades de la educación superior crecen a una velocidad mayor.Y la investigación sigue siendo la más perjudicada...Coincidimos en que si queremos una educación de calidad no se pueden reducir los recursos de investigación. Brasil lo entendió, incrementó los recursos de ciencia, tecnología e innovación para las universidad al 2, 5% del PIB, mientras en Colombia estamos en el 0,25 %. Además, aquí tenemos una apuesta para formar mil doctores y nos parece una meta prácticamente inalcanzable, cuando Brasil creó el programa Ciencia sin fronteras para capacitar a cien mil profesores universitarios a nivel doctoral. ¿O sea que la universidad colombiana está rezagada con respecto al resto de América Latina?Depende con quién se compare, si se mira a Venezuela, Ecuador o Bolivia, evidentemente Colombia tiene mucho para ofrecer, porque ha avanzado mucho en los últimos quince años, pero sí rezagada frente a Brasil, México y Argentina. ¿A qué niveles debe darse la internacionalización de la educación superior sugerida por el Banco Mundial?A nivel de currículo, trabajar más programas de doble titulación, y de movilidad de estudiantes, porque aunque ha mejorado mucho, el Gobierno debe financiarla para que no sea una nueva causa de inequidad y que no solo vayan de acá a otros países, sino que vengan a estudiar a nuestro país. En tercer lugar, se deben hacer más intercambios de investigadores y definitivamente Colombia está en mora de desarrollar el bilingüismo. Casi todas las universidades lo exigen para egresar, pero sabemos las enormes dificultades que cualquier profesional tiene a la hora de comunicarse en un segundo idioma.¿Qué opinión le merece la evaluación hecha por el Banco Mundial sobre la universidad colombiana?Los que los rectores le han planteado al Gobierno es que defina si ese informe va ser el eje de su política, con el afán de entrar a hacer parte de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, Ocde, porque aunque tiene elementos para considerar, el Estado tiene que definir si quiere hacer de la universidad un gasto o una inversión de mediano y largo plazo, dado que los cálculos indican que la rentabilidad social de la universidad llega casi al 50 % mientras que la rentabilidad privada no alcanza el 18 % las universidades. ¿Cómo se entiende esa diferencia?¿Quién va a mover la economía colombiana en los próximos diez años? Los muchachos que están entrando hoy a las universidades, entonces es ahí dónde tenemos que hacer una inversión de mucha calidad para que el país dé el salto en productividad y competitividad y lógicamente, en equidad.Se afirma que en el país hay sobre oferta de pregrados y que faltan programas técnicos, ¿qué opina? Primero hay que establecer qué es lo que llamamos técnica y tecnológica, porque desafortunadamente el modelo que tenemos en Colombia significa que técnica es formación de corta duración: usted es un técnico si estudia dos años y eso es lo que yo no veo que esté claro. Si lo que queremos es llenar cobertura, hacer más Senas con estudios gratis, entonces es muy fácil lograr una cobertura del ciento por ciento y muy barato. Pero la pregunta es ¿será que esa formación de dos años es la que va a transformar este país? La transformación de una sociedad no se hace a partir de las manualidades ni de la artesanía, se hace a partir del desarrollo del conocimiento y las ideas y eso se llama investigación.¿Todavía quedan muchas universidades de garaje en el país?En Colombia hay tres tipos de instituciones: universidades, instituciones técnicas y tecnológicas e instituciones universitarias. De cinco mil grupos de investigación, el 92 % están en 81 universidades, entonces tenemos 150 instituciones que no tienen grupos de investigación y el Gobierno lo sabe. Y de las 27 instituciones de educación superior acreditadas hoy como de alta calidad, 22 son universidades, 22 de 81, y 5 (de 240), que son instituciones técnicas y tecnológicas, entonces, estamos hablando de calidad de la educación superior, de calidad de la universidad, de calidad de las instituciones técnicas y tecnológicas, ¿de qué estamos hablando?

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